Aunque en los países “Región Cuatro”, como México, el uso de la red de redes, conocida como Internet, registra apenas unos 35 millones de usuarios, la realidad es que más que el número la importancia real radica en la velocidad con que se transmiten las informaciones y los cambios de actitud y comportamiento que generan.
Y en una nación en la que existen 117 millones de habitantes, llama poderosamente la atención el hecho de que en estos momentos el 27 por ciento de los usuarios de Internet tiene todavía entre 12 y 17 años.
Esto confirma que estamos en el comienzo de la gran ola cibernética de los próximos años; mientras que casi la mitad de los usuarios de las conocidas como “redes sociales” están en Facebook, un 90 por ciento de los usuarios utilizan la Internet para enviar y recibir correos electrónicos o mensajes privados.
De repente se puso de moda entre los políticos, ansiosos por captar aplausos y reconocimientos de donde vengan, que no contentos con saturar de mensajes y apariciones los medios tradicionales de comunicación ahora se han propuesto “invadir” las redes sociales.
Es decir, están prostituyendo las “redes sociales” convirtiéndolas ahora en “redes políticas”, creyendo que con esto las nuevas generaciones ciudadanas les van a creer más, o de plano les van a recordar menos sus abundantes fallas.
Y ahora es cuando inicia una nueva generación en la utilización de las grandes ventajas que ofrece la “red de redes”; la aparición en los gobiernos y empresas privadas de las naciones serias de las Redes Internas.
Total, si políticos, intelectuales, empresarios, deportistas, etc, están invadiendo de lleno las redes sociales, ¿por qué no mejor realizan una propia para lograr incrementar la cohesión interna y eficientizar el flujo comunicacional?
Vaya, antes de querer convencer a los ciudadanos que son damas de la caridad, resultaría más eficiente y permanente, involucrar a los miembros de sus partidos políticos o empresas privadas para que sean sus “socios estratégicos” en la gran tarea del 2012…
¡Convencer más que vencer a los ciudadanos!
Una red interna cibernética garantiza en primer lugar una tremenda velocidad de acceso al conocimiento de la organización o del líder; al funcionar como red social obliga a los miembros a que fluya el conocimiento de manera rápida y segura.
En cuestión de segundos los miembros de los equipos estratégicos de Josefina Vázquez Mota, Enrique Peña Nieto, Marcelo Ebrard, etc, tendrían acceso a conferencias, links, encuestas, es decir se enriquecerían permanentemente con los mensajes importantes “a vender”.
Las redes internas potenciarían además la comunicación, generando mayor confianza entre los miembros del equipo, fortaleciendo además las relaciones humanas.
Todo esto sin menospreciar el orgullo de pertenencia entre los miembros, fortaleciendo además la toma de deciones haciendo a un lado los procesos burocráticos tan característicos.
Al sentirse involucrados, todos los miembros de estos equipos aportarían mayor creatividad al tener “la camiseta bien puesta”, garantizando lealtad partidista y corporativa tan venida a menos recientemente.
Antes de querer invadir las Redes Sociales convendría que los políticos y demás, le den una revisadita a la forma en la que se mantienen sus relaciones internas, porque sin equipos fuertes y cohesionados la victoria nunca llegará.
Porque por si no lo saben, ¡a los ciudadanos también les gusta engañarlos!
Muchas gracias.