Quien ha dado la nota del verano es Waldo Fernández, ahora ex encargado del despacho de la Coordinación Ejecutiva de la Administración Pública del Estado, quien la mañana del 9 de julio presentó su renuncia al cargo.
Primero se dijo que era por motivos personales pero, después, en un comunicado, se dio a conocer la verdadera razón por la que decidió dejar la administración de Jaime Rodríguez Calderón.
Explicó que la escena política local vive un clima de polarización donde “la mayoría de los actores políticos locales están enfrascados en una guerra de odio en la que una día sí y otro también se denostan sin importarles mentir de forma vulgar”.
Fernández advirtió a los políticos, ONG´s y actividades ciudadanos que de seguir esta guerra lo único que lograrán es “conducir al estado a una oclocracia en donde una muchedumbre desinformada y manipulada, que se nutre de odio e ignorancia, toma decisiones en nombre del pueblo”.
“Nuevo León merece más que eso, la gente de este estado es ejemplar, ya es justo que la clase política estemos a su altura”, finalizó.
A estas alturas del partido, todo lo que hagan los que buscan suceder a Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco” no será producto de la casualidad, como lo fueron las ruedas de prensa denominadas #Ladominguera que encabezó Waldo Fernández González, ahora ex jefe de la oficina ejecutiva del gobernador, mismas que más que ayudarle lo sepultaron, siendo orillado a renunciar. Sus reflectores opacaron a otros.
Todos creían que el funcionario tenía la bendición del ejecutivo estatal para empezar a moverse y sumar simpatías ciudadanas cuando faltan todavía dos años para los comicios, algo que no era muy bien visto por otros cercanos colaboradores afines al secretario general de gobierno, Manuel González Flores.
Los que están con González Flores no olvidan que el proyecto que hizo ganar a “El Bronco” en 2015 empezó años antes cuando era alcalde de García, y no recuerdan haber visto en reuniones a Fernández González, menos sudar una gota de sudor de su frente para lograr la histórica victoria. Y se preguntan: ¿entonces qué méritos tiene?
Pues si de merecimientos se trata, el ahora ex jefe de la oficina ejecutiva del gobernador, cuando fue diputado federal del PRD, hizo relaciones a muy alto nivel con actuales funcionarios de Andrés Manuel López Obrador, entre ellos Alfonso Durazo, el secretario de seguridad, y con la dirigente nacional de Morena, Yeidckol Polevnsky.
Igual cuando el gobernador lo nombró representante de Nuevo León en la Ciudad de México hizo su chamba, sobre todo con el equipo de transición de López Obrador y hasta el 15 de febrero pasado, cuando fue nombrado en su nuevo cargo dentro del Palacio de Gobierno.
Abogado de carrera, hay quienes dicen que fue uno de los artífices para limar asperezas entre “El Bronco” y el presidente de México tras una dura confrontación en la campaña donde el primero poco faltó para sacar cadenas y manoplas para atacar al entonces candidato de la alianza encabezada por Morena.
Cuentan también que antes de figurar en la política de Nuevo León, el ex funcionario tenía un despacho como otros litigantes, hasta que supo que Lorenzo Zambrano, quien fue dueño de Cementos Mexicanos, sufrió la desgracia del robo o secuestro de su perro consentido.
Entonces Fernández González se puso el disfraz de Sherlock Holmes y dio con el paradero del can, llevándoselo en persona al poderoso empresario en vida. Y, una vez cercanas las elecciones, Zambrano propuso al PRD que lo incluyera en la lista plurinominal para legislador federal. ¿Será melón o será sandía?
Y cabe la pregunta: ¿qué partido político se atreve a rechazar una propuesta de tal magnitud, si en México los poderosos grupos empresariales siempre han tenido injerencia en la designación de algunos candidatos a cambio de millonarios apoyos para las campañas?
Se sabe que Fernández González apostaba a que el “El Bronco” convenza a López Obrador para que sea él el candidato de Morena con la estructura de gobierno, teniendo el apoyo de funcionarios federales, en caso de que Tatiana Clouthier y Judith Díaz no sean las elegidas “por angas o por mangas”.
En otros temas, Clara Luz Flores Carrales se ha convertido en un objeto de deseo para los partidos políticos, menos PRI y PAN, quienes cederían a cualquier negociación con tal de tenerla de su lado, como pasó el pasado 3 de julio cuando el senador García Sepúlveda la visitó en Escobedo.
La alcaldesa puede darse el lujo de aparecer coqueteando política y electoralmente con Movimiento Ciudadano, Morena, PT, Verde y con el moribundo PRD, porque las preferencia en las encuestas la ponen en esa condición sin el riesgo de ser amonestada por su partido.
En los círculos políticos se sabe que Flores Carrales no entra en los planes de los dueños del PRI en Nuevo León para que sea su candidata en 2021, al menos que se muerdan uno y la mitad del otro el alcalde de Monterrey, Adrián de la Garza, y el diputado local y ex edil de Guadalupe, Francisco Cienfuegos, sobre todo.
Y si la alcaldesa de Escobedo tenía una remota posibilidad de ser ella la elegida, con la casi segura designación de Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas como presidente nacional del PRI -del grupo de Rodrigo Medina de la Cruz y quien apoya a De la Garza y Cienfuegos-, su salida del tricolor es cuestión de meses.
Ante ese escenario los bonos de Flores Carrales están muy arriba, mejor que las apuestas a favor del “Canelo” Alvarez previo a sus peleas en Las Vegas, Nevada. Por eso en esta historia protagonizada por la esposa de Abel Guerra Garza apenas se están escribiendo los primeros capítulos.
Uno de ellos fue el encuentro que tuvo con el senador García Sepúlveda, donde en rueda de prensa dijeron que estarán aliados “en 2021 y más allá”, dejando acalambrados a un montón en el PRI: ilusionados a otros en MC y, como testigos mudos a varios en Morena y el PAN.
En otro frente, con las novedad que una publicación nacional sobre campañas y elecciones publicó su Primer Ranking Nacional de Alcaldes, y de Nuevo León solo aparece Cristina Díaz Salazar entre los primeros diez ediles que fueron mejor calificados y aprobados por su desempeño y popularidad, basados en los rubros de alumbrado público, recolección de basura, suministro de agua y pavimentación.
Para los habitantes de ese municipio no es ninguna sorpresa la posición que ocupó la alcaldesa, ya que a diario se le ve supervisando, según los propios comunicados del tarea de comunicación social, los trabajos que realizan en el municipio.
Aunque ella ha mantenido cerrada su boquita, porque así se ve más bonita -según la frase que se aplica en estos casos-, para el PRI es una opción viable cuando llegue el momento de elegir candidato a gobernador(a). Sobre todo por todos los cargos que ha ocupado a nivel estatal y nacional.
También César Garza Villarreal, alcalde priista de Apodaca, no se quiso quedar atrás de la euforia rumbo a 2021 que se desató después de la publicación de una encuesta de Hora Cero, y ha presumido en boletines que está en el top ten de los ediles mejor calificados a nivel nacional, según una compañía encuestadora.
Al presidente municipal de Apodaca le pegaron en el orgullo cuando El Norte lo minimizó al descartarlo entre los aspirantes del PRI, cuando ha ganado tres elecciones para alcalde, mientras que uno que apareció en su lugar jamás ha ganado ni una elección del colegio de sus hijos, Pedro Pablo Treviño.