Una de las preocupaciones del alcalde de Monterrey, Fernando Larrazábal, es el área de Servicios Públicos, donde la ciudadanía ha calificado con menos de 7.0 al municipio en su primer año de gobierno.
Es por eso que no se extrañe si de pronto hay cambios en este departamento que es zona neurálgica para todo presidente municipal. Una de las reglas de oro de los funcionarios públicos es tener contentas a las amas de casa con la recolección de la basura, el alumbrado público y la limpieza en general.
Y quien se prepara para “tomar la escoba” es nada menos que Miguel Ángel García Domínguez, hasta ahora secretario de Desarrollo Humano. De todos es sabido que el ex alcalde de San Nicolás es bueno para eso de tener la ciudad “rechinando de limpia”.
García Domínguez es el candidato natural para luchar por la alcaldía de Monterrey, aunque por ahí se comienzan a “destapar” otros gallos como el caso de Juan Carlos Ruiz y… Palacios.
Lo único cierto es que los panistas deberán estar bien unidos para mantener la alcaldía porque el PRI tiene muy buenas cartas como Cristina Díaz, quien desde la ciudad de México mueve sus piezas con maestría para ganarse el visto bueno del partidazo.
Por cierto, al terminar los trienios vigentes, el gobernador Rodrigo Medina tendrá tres mujeres de primera línea para llamar a su diestra y ganarse las simpatías de los electores. Ellas son Cristina, Ivonne y Clara Luz, a quienes llamaremos desde ahora las tres mosqueteras.
Cristina iría por Monterrey, Ivonne a Desarrollo Social y “Luz Clarita” podría quedar bien pintada para cuestiones de seguridad.
Con este trío el PRI lleva mano para conquistar a las mayorías (las mujeres de Nuevo León). Lástima que el PAN no tenga con qué revirar.
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Siguiendo con Fernando Larrazábal, le recomendamos que se tome un buen descanso y una masaje desestresante (de eso que dan en la Macroplaza) porque durante la posada ante los medios se vio con un semblante cansado.
También le aconsejamos que ya se olvide de los malos ratos que le hacen pasar ciertos medios de comunicación porque cada que puede toca el tema y eso significa que la herida todavía le sangra.
¿Qué es eso de decir que durante el Mundial de Futbol de Sudáfrica se disfrazó de varios personajes para que no lo reconocieran, pasando frente a los reporteros de esta casa editora sin que se dieran cuenta que era él?
Ya supérelo mi alcalde y mejor éntrele de lleno a diseñar un plan “matón” que lo ponga de nuevo en los cuernos de la luna como cuando anunció la regeneración en Tránsito de Monterrey.
Por cierto, esa máscara de Rey Misterio le queda muy bien.
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Y siguiendo con las posadas, la de Gobierno del Estado generó algunas críticas por parte del respetable. Se llevó a cabo en un lugar llamado Cursilerías, donde no había estacionamiento público y todos tuvieron que brincar con cuando menos 50 pesos, más la propina.
En la entrada estaba un pelado de dos metros de altura y si no traías la invitación no entrabas. En algunos casos tuvo que venir Oliverio Tijerina para que dejaran pasar a los reporteros. Más adentro te pasaban “báscula” para saber que no traías pistola, pero nomás a los hombres y eso trajo consigo la protesta de algunas damas que también quería sentirse queridas.
Las bebidas fueron buenas y abundantes, pero la cena raquítica, pues más bien parecía botana de bar pobre.
Todo mundo preguntaba por sus números para la rifa, pero había una lista previa elaborada por Cintia Yáñez y departamento de inteligencia. Los que no aparecieron simplemente no participaron y olvidaron la pena emborráchandose.
En la famosa lista había reporteros que cubren la fuente, directores de periódico como Gerardo Cantú (El Porvenir), quien no quiso recoger su regalo y lo donó a su reportero.
Salieron también los nombres de Héctor Hugo Jiménez, María Julia Lafuente, Gregorio Martínez, Luis Padua, Julio César Cano, entre otros, quienes no acudieron y por ello perdieron su oportunidad.
Los regalos fueron buenos, pero pocos. Hubo calefactores de gas, DVD, hornos microondas, pantallas LCD, entre otros.
La India Yuridia hizo el show y estuvo muy bien. Excelente, diríamos.
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En San Nicolás hubo muchos regalos y el alclade Carlos de la Fuente estuvo a tiempo para saludar a los asistentes que, como siempre, se dieron cita en gran cantidad. Esta vez la posada del Gobierno se interpuso, pero no empañó el éxito que siempre ha tenido la nicolaíta.
Hubo alrededor de 450 personas y la oportunidad de ganar un premio era de 2 a 1. Los regalos no fueron tan caros como en otros años, pero sí muy útiles y los que no alcanzaron cuando menos salieron alegres por la gran cantidad de bebidas disponibles.
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La posada que sorprendió fue la de Santa Catarina, ya que se llevó a cabo en un salón remodelado y con buenos regalos. El alcalde Gabriel Navarro llegó a la cita y no solamente saludó a todos los presentes, sino que se dio tiempo para bailar con algunas reporteras.
Los que no tuvieron la suerte de sacarse un regalo recibieron un pavo para la fiesta de Navidad.
Leonel Rocha, el fotógrafo de Milenio, volcó su unidad cuando volvía de esta reunión y todavía convalece de sus lesiones. Poco antes de la volcadura había recibido su pavo por lo que sus compañeros dijeron que fue un “pavoroso accidente”.
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En Tamaulipas todavía no salen de su asombro los analistas que daban como seguro secretario de Salud al doctor Donato Saldívar, ya que en ese sitio quedó Norberto Treviño García Manzo, hijo del que fuera gobernador de la entidad en el periodo 1957-63. Tratando de entender el cambio, se dice que los compromisos de Rodolfo Torre Cantú (qepd) no son los mismos de su hermano Egidio.
Pero la mayor sorpresa la causó Dinorah Guerra Garza, hermana de Abel Guerra, quien ocupa ahora la secretaría de Desarrollo Social. Ella era presidente de la Cruz Roja en Reynosa y muchos dicen que no tiene las tablas para esa posición tan estratégica del gobierno estatal.
Para colmo, se comentó que en su viaje a Ciudad Victoria para tomar el nuevo cargo utilizó una ambulancia ¡para Ripley!
Dinorah Guerra Garza es psicóloga y filántropa, pero con pocas tablas políticas en un departamento de donde han salido políticos que luego ocuparon puestos clave como Óscar Luebbert, ex alcalde de Reynosa.
Por cierto, el regiomontano con orígenes en Tamaulipas, Guillermo Martínez, sí quedó como coordinador de comunicación social del Estado, pero no le aceptaron a su gente de Monterrey para despachar en Ciudad Victoria.
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