Por su temperamento y quienes lo conocen más de cerca -sobre todo en pasados episodios electorales cuando la CTM es marginada-, muy pocos en el Partido Revolucionario Institucional compraron la idea de que su dirigente estatal, Ismael Flores Cantú, se quedará con los brazos cruzados cuando se lleguen las elecciones municipales en Escobedo y Juárez.
Que una voz de muy arriba haya apaciguado al jerarca obrero de Nuevo León cuando el domingo 25 de enero pasado quiso romper con la unidad del PRI, no quiere decir que podría tomar revancha el 7 de junio próximo.
Ese día, Flores Cantú quiso inscribir de última hora a su hijo Óscar Flores Treviño como precandidato a la alcaldía de Escobedo, en franca rebeldía a la imposición de Clara Luz Flores, elegida por el gobernador Rodrigo Medina de la Cruz para disputar los comicios por segunda ocasión.
Basta recordar que el líder cetemista está abiertamente distanciado de Abel Guerra Garza, esposo de la candidata a la alcaldía, por lo cual no digirió que Medina de la Cruz -con quien estuvo distanciado todo sexenio- descartara a su vástago diputado local para candidato a alcalde y de pilón para diputado federal.
En cambio el ejecutivo estatal colocó a la ex secretaria de Educación, Juana Aurora Cavazos, para disputar el Distrito 3 federal que abarca ese municipio, mismo que hace tres años batalló para ganar Guerra Garza.
Cavazos no la tendrá fácil para retener esa curul. Basta hacer memoria que en 2012 Guerra Garza ganó los comicios con 6 mil votos de diferencia, cuando los electores cruzaron las boletas y el PAN alcanzó cifras históricas en esa trinchera del PRI.
Otro sapo que se atoró en la garganta de Flores Cantú fue que la otra legisladora local de extracción cetemista, María de la Luz Campos Alemán, fuera marginada en sus aspiraciones a la alcaldía en Juárez, ungiendo al ex delegado de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Heriberto Treviño Cantú.
Al final, el domingo 25 cuando supuestamente iban a sonar los tambores de guerra de la CTM ordenado por el líder obrero, alguien de muy arriba -se dice que el mismo Miguel Ángel Osorio Chong– se tomó la molestia de marcarle; sorpresivamente Flores Treviño y Campos Alemán se quedaron quietos en tercera base.
Por cierto, el papá de la diputada local, Ovidio Campos Tamez, es una de las personas cercanas a la precandidata del PRI a la gubernatura, Ivonne Álvarez García. Así que no hay que quitarle el ojo al actual funcionario de Guadalupe, titular de Servicios Públicos.
A quien le llueve sobre mojado es al alcalde de ese municipio, César Garza Villarreal, pues hay que recordar que ordenó meter en cintura a Campos Tamez cuando empezó su gestión quitándole prestaciones, obvio sin calcular que es amigo de la abanderada del tricolor.
Ya de por sí Garza Villarreal está bien chamuscado con Álvarez García, primero porque el edil y sus principales colaboradores se la jugaron apoyando a la senadora Cristina Díaz Salazar, y tampoco se olvida que desde comienzos de su administración en Guadalupe culpó a la precandidata tricolor de dejar en banca rota el municipio.
Otro que podría ocupar un cargo relevante en el gabinete de Álvarez García en caso de ganar las elecciones es Víctor Jaime Cabrera Medrano, actual delegado de la Profepa en Nuevo León. Dicen que echó tremendo brinco cuando salió humo blanco del CEN del PRI.
Es casi un hecho que Tomás Montoya Díaz, hijo de la senadora Díaz Salazar, será candidato plurinominal al Congreso de la Unión como premio de consolación a la señora por demostrar unidad tricolor.
Será raro ver a madre e hijo legislado, uno en la Cámara Alta y otra en la Cámara Baja, en la segunda parte del trienio del presidente Enrique Peña Nieto.
Donde la cita se acerca es en el Partido Acción Nacional con las contiendas internas para elegir al candidato o candidata al gobierno del Estado, programada para el 15 de febrero próximo, además de las alcaldías.
Aunque aparezcan muy sonrientes en la foto, Margarita Arellanes y Felipe de Jesús Cantú llegarán como serios antagonistas. Y como en la política, en la guerra y en el amor todo se vale, las descalificaciones van y vienen, algunas alentadas desde Palacio de Gobierno donde el principal sospecho es el neolaredense Álvaro Ibarra Hinojosa, titular de la Secretaría General de Gobierno.
Cierto es que para Medina de la Cruz y su fiel escudero Ibarra Hinojosa la más peligrosa contrincante es Arellanes, aunque no se puede desestimar la trayectoria y largo colmillo del ex diputado local, federal y ex alcalde de Monterrey.
Futurizando y en caso de que la alcaldesa de Monterrey con licencia gane la interna y la constitucional, un funcionario bien amarrado es el tesorero Julián Hernández Santillán. El panista llegó para meter una cura a la pandemia financiera y normalizar el pago a proveedores.
El también ex legislador local y federal, dos veces candidato a alcalde de Guadalupe y ex funcionario federal en Gobernación y Hacienda, no canta mal las rancheras cuando se trata de poner orden en los números, negociar y reclamar participaciones del Estado y la Federación.
Raymundo Flores Elizondo, alcalde de Apodaca, sacrificó sus ganas de ser candidato a diputado federal por el PRI y disciplinarse para sacar en parto natural a Óscar Cantú García, aspirante a sucederlo.
Y precisamente en ese municipio quien anduvo asustando con el petate del muerto fue el ex alcalde Benito Caballero Garza de quebrar la unidad. Ahora aspira a ser diputado local.
Pero no tuvo vergüenza cuando felicitó en su cuenta de twitter a Cantú García, siendo que en 2012 lo sacó de la jugada y lo bajó como candidato con una truculencia jurídica que Caballero Garza planeó y que hizo pasar días, semanas y meses muy tristes al actual abanderado tricolor en Apodaca.
En esa ocasión Caballero Garza fue el autor intelectual, mientras que Eliud Elizondo, primer regidor y alcalde sustituto, fue el ejecutor. Y esa humillación Cantú García se la llevará hasta la tumba.
Un tal Ricardo Mejía anda divulgando que encabeza a un grupo de militantes que renunció al PAN para apoyar al PRI, pero una fuente albiazul lo contradice diciendo que fue corrido por “bueno para nada” de su trabajo en Santa Catarina.
Hay una duda en el aire rumbo a las elecciones: ¿quién restará más votos a sus ex partidos, Jaime Rodríguez Calderón al PRI, o Fernando Elizondo Barragán al PAN?
Algunos agregan en la lista a Jesús María “Chema” Elizondo, ex militante albiazul y ex alcalde de Guadalupe y Monterrey que pasó a las filas del Partido Humanista, pero en realidad es un cartucho bien chamuscado.
Después de la desnudada que Hora Cero dio a Ramón López Serrano, encargado de las finanzas y administración de la Corporación para el Desarrollo Turístico (Codetur) de Nuevo León, nuevas cosas están por descubrirse sobre un grupito de jóvenes manos largas que crecieron al amparo de Patricia Aguirre, ex titular del organismo.
Con el PRI en el próximo gobierno podría ser tapadera, pero con el PAN deberá haber una limpia en Codetur, así como una investigación sobre malos manejos y enriquecimiento ilícito de actuales funcionarios y ex funcionarios, como la propia Paty Aguirre, que aspira a una diputación federal, López Serrano y otra de nombre Zally Alanís Izaguirre.
Esta historia no tiene fin. Ya verán cuánta mugre va a salir.