Cuando en 2015 Víctor Fuentes Solís ganó la alcaldía de San Nicolás de los Garza empezó a planear su proyecto personal (error) para convertirse en senador tres años después -puesto que logró aún siendo derrotado por las bondades de la ley electoral-. Pero su ascendente carrera política parece que quedará ahí.
Cobijado por Mauricio Fernández Garza, su primer protector y padrino, fue diputado local, diputado federal y alcalde en ese bastión panista de Nuevo León.
Siendo candidato a senador, electo y en funciones en la nueva legislatura federal, decidió a qué proveedor pagarle y a quién no en San Nicolás, porque la dirección de Egresos era de él con el poder de su firma.
Un pago de Egresos de la Tesorería de San Nicolás no era autorizado si Fuentes Solís no palomeaba al proveedor. O sea, durante siete meses dobleteó en sus funciones: legislar como senador y manejar el dinero público del municipio.
Desde que juró como alcalde el ambiente entre los trabajadores y funcionarios de primer nivel no fue el mejor que en pasas administraciones. Estuvo sentado en un hormiguero porque pocos, muy pocos le eran leales, y la mayoría rendía cuentas a Zeferino Salgado Almaguer.
El hoy senador se atrevió a lo que pocos alcaldes se han atrevido: a pagar la mitad de las facturas a la mayoría de los proveedores como medios de comunicación grandes, medianos o chicos; constructores y prestadores de servicios varios.
Hay un caso de un propietario de medios (todo indica que es una televisora privada) que en los últimos meses en vez de recibir 700 mil pesos de pago, Fuentes Solís sólo autorizaba 40 mil pesos de su factura. Y que se diera por bien servido. Y cuando venían los reclamos se lavaba las manos.
Una de la primeras acciones de Salgado Almaguer sería volver a contratar a empleados con más de dos décadas fieles al PAN de San Nicolás que habían sido despedidos pos su antecesor.
La promesa del alcalde entrante es que nunca más los proveedores van a recibir el pago del 50 por ciento de las facturas por los servicios prestados (dejando pendiente la mitad restante casi a la voluntad de Dios).
Otro compromiso de Salgado Almaguer es que nunca más se usará a San Nicolás para escalar en un proyecto político personal dentro del PAN, lesionando a los empleados y dejando un denso ambiente laboral por las decisiones que se tomaron.
Si bien Fuentes Solís era el aspirante con mejor nivel de conocimiento dentro del PAN para integrar la fórmula del Senado, que al final no ganó ante Samuel García Sepúlveda e Indira Kempis Martínez de Movimiento Ciudadano, los mismos panistas le jugaron chueco para hacerlo perder.
Por ejemplo: en Monterrey donde el aspirante a la alcaldía de su partido, Felipe de Jesús Cantú, perdió por decisión de los magistrados del TRIFE, en la contienda para el Senado García Sepúlveda superó a Fuentes Solís por más de ¡28 mil votos! que le dieron la espalda. Una enormidad.
El rechazo fue más contundente en San Nicolás en la lucha por la alcaldía comparando los votos en el Senado: Salgado Almaguer obtuvo 30 mil votos más que Fuentes García: 107 mil contra 77 mil, respectivamente.
O sea, que los mismos operadores albiazules ordenaron votar más por el alcalde actual que por su ex alcalde.
En Guadalupe el candidato edil del PAN, Pedro Garza, sacó 7 mil votos más que Fuentes Solís; en Apodaca fue peor: un casi completo desconocido Adrián González lo superó por más de 14 mil votos, y la misma historia en Escobedo, donde Eduardo Almaguer obtuvo más de 6 mil votos que él.
En el cómputo final García Sepúlveda superó con más de 15 mil votos a quien todavía aspira abanderar la causa del PAN en 2021 para recuperar la gubernatura de Nuevo León para Acción Nacional.
Nadie duda que Fuentes Solís tiene inteligencia, trayectoria y reúne los requisitos que exige su partido para ser considerado. El gran problema es cómo el PAN vendería al electorado un candidato perdedor, quien como alcalde de San Nicolás no cumplió, o cumplió al 50 por ciento.
Conozco el caso de un importante medio de comunicación radiofónico que durante tres meses de campaña forró su edificio con un gigantesca lona con los rostros de Víctor Fuentes Solís y Ricardo Anaya Cortés, candidato a la presidencia que, coincidentemente, también perdió como él.
Los dueños se la jugaron con él apostándole a 2021. Pero, como otros proveedores, no quiso pagarles las deudas de su gestión como alcalde.
Para cuando se ofrezca el PAN tiene otros en quiénes puedan confiar los ciudadanos en las urnas: Víctor Pérez Díaz, Felipe de Jesús Cantú, Mauricio Fernández Garza (casi jubilado) y Alejandra Sada de Margáin.
Pero Víctor Fuentes Solís no, al menos que se arrepienta de todos los pecados políticos que ha cometido…que no son pocos.
twitter: @hhjimenez