Nuevo León vive lo que podría llamarse la tranquilidad antes de la tormenta, con los diferentes partidos políticos velando sus armas y observando con mucha atención todo lo que están haciendo sus contrincantes.
La fecha que hay que tomar en cuenta es el 19 de noviembre, cuando concluye el plazo para que los partidos políticos registren las alianzas con las que buscarán los diferentes cargos a elección popular, incluyendo la gubernatura que aún mantiene Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”.
Sin embargo, contrario a lo que puede esperarse, los mandos del PRI, PAN, MC y MORENA no tienen ninguna prisa para presentar ante Mario Garza, presidente de la Comisión Estatal Electoral, el documento en el que formalizan su intención de ir solos o juntos por la gubernatura.
Para a como se ven las cosas, el posible registro de estas alianzas no se dará sino faltando unos segundos al 20 de noviembre, pues estos cuatro partidos políticos que, seamos sinceros, son los únicos que tienen posibilidades reales de triunfo en el próximo proceso electoral, no quieren equivocarse y, literalmente, están jugando al error del rival.
Contrario a lo que ha sucedido en pasadas elecciones, los jefes de los principales cuatro partidos políticos en la entidad saben que solos no tienen posibilidades de obtener el triunfo, por lo que necesitan aliarse con otras fuerzas políticas.
El problema es que fuera de la posible unión entre el PAN y Movimiento Ciudadano, que no cede en sus intenciones de que sean Samuel García, el candidato a gobernador, y Luis Donaldo Colosio Riojas, el aspirante a la presidencia municipal de Monterrey; el resto de las uniones suenan bastante inverosímiles.
Tal es el caso del PRIMOR, como se le conoce a la posible alianza entre el PRI, que propone a Adrián de la Garza como su abanderado y MORENA, que tiene a Clara Luz Flores Carrales como su carta más fuerte.
Independientemente de las diferencias ideológicas -hay que recordar que para el ala dura de MORENA el PRI es la representación de la maldad en el mundo-, están los rencores que existen entre el grupo de medinistas que apoyan la nominación de Adrián y Abel Guerra, esposo y principal operador político de la alcaldesa de Escobedo.
Este encono es real y haría muy difícil una coexistencia entre el PRI y MORENA en el 2021 además de que generaría una duda enorme: Si esta unión apoyara a de la Garza como candidato a gobernador ¿Qué pasaría con Clara Luz?
Una alianza PRI y PAN es imposible en el documento, no obstante una unión de este tipo ya opera de facto en Nuevo León. Basta ver cómo se mueve el Congreso del Estado, donde aunque los panistas tienen 15 diputados, quien verdaderamente lleva la voz de mando es el priista Francisco Cienfuegos.
Sin embargo, el tiempo pasa y ni el PRIMOR o la alianza PAN-MC parecen concretarse, lo que mantiene a la vida política del estado en suspenso, con los actores esperado quién va a hacer el primer movimiento en falso para, entonces, reaccionar en consecuencia.
Es por ello que el registro de las alianzas va a tener un final de fotografía.
Mientras tanto, en lo que son peras o son manzanas, el PAN tiene listo un plan B que hace muy interesante el destino del panismo en la entidad.
Ahí tienen que, en caso de que no haya alianza con el MC, el PAN determinó los métodos de selección de sus candidatos, donde los abanderados a la gubernatura y las alcaldías de San Pedro, San Nicolás, Santa Catarina y Escobedo serán por medio del voto de la militancia y la población en general en un proceso interno.
Mientras tanto las nominaciones para las alcaldías de Monterrey, Guadalupe y Apodaca serán por designación directa, mejor conocido como “dedazo”.
¿Quién se beneficia y quién se perjudica con esas decisiones? Habrá que irlo desmenuzando.
Pero quien ya ganó es el senador Víctor Fuentes, quien fue el que llevó ante las más altas instancias de su partido la demanda de que la designación del candidato a gobernador fuera por medio de una consulta.
Hablando del futuro, vale la pena leer la entrevista que el gobernador Jaime Rodríguez Calderón le dio a Hora Cero donde, entre los variados temas que trató, está la posibilidad de que su sucesor vaya a buscar hasta debajo de los escritorios evidencias de que hubo malos manejos de los recursos públicos.
Hay que decir que “El Bronco” se mostró tranquilo, pues está seguro que habrán algunas observaciones, sin embargo, ninguna de consideración.
El asunto es que algunos analistas no comparten el optimismo del mandatario, pues recordaron que en caso de que Adrián de la Garza gane la elección, representaría el regreso de un montón de medinistas que no quedaron nada contentos con la forma en la que fueron tratados durante el sexenio del gobernador independiente.
En la mente de estos medinistas aún persiste la imagen de las cuatro horas en las que Rodrigo Medina estuvo internado en el penal del Topo Chico, una afrenta que es muy difícil de olvidar.
Es por ello que, en caso de obtener el triunfo, más de dos van a hacer todo lo posible para cobrarse los agravios que consideran tienen con Rodríguez Calderón.
Esta posibilidad coloca al gobernador en una posición muy interesante, donde tiene que decidir a quién va a apoyar en las próximas elecciones con la esperanza de que su triunfo le asegure un futuro más tranquilo.
Por cierto, suena muy raro por qué “El Bronco” no invitó a ninguno de sus más allegados a registrarse como candidatos independientes al gobierno, alcaldías y a diputaciones federales y locales, con excepción de Carlos Guevara, el edil en funciones que buscará reelegirse.
Hay voces que aseguran que el Ejecutivo estatal apoyará por debajo del agua a los gallos de Acción Nacional y de MORENA en algunos municipios y distritos.
Un ejemplo de que dejó en libertad a algunos de sus afines es Daniel Torres, quien en 2018 obtuvo 50 mil votos como candidato independiente para alcalde en Guadalupe y esta vez no se registró ante la CEE, esperando formar una gran alianza MORENA-PANAL-Verde y PT contra la alcaldesa Cristina Díaz y Alfonso Robledo, del PAN.
En Apodaca César Garza no tendría problemas en reelegirse en la alcaldía, según las encuestas, sin embargo, está haciendo mucho ruido con una serie de videos que comparte en WhatsApp, al estilo Netflix, donde resalta sus logros (que tiene muchos, sin duda).
Las preguntas que se hacen muchos dentro y fuera del PRI es: ¿busca competirle a Adrián de la Garza la candidatura a gobernador? ¿Es una manera de asegurar que le gustaría reelegirse ante zopilotes que merodean en su municipio como Benito Caballero, más allegado a Rodrigo Medina que él?
Porque como está de clara el agua deben saber, estimados lectores, que el ex gobernador de Nuevo León tendrá un papel relevante en la designación de todos los candidatos tricolores en el Estado. Y para mejor prueba están Adrián de la Garza y Francisco Cienfuegos.
Y como muchos serán relegados, que nadie se sorprenda cuando vayan a parar a MORENA en la causa de Clara Luz Flores. Y para ello su esposo, Abel Guerra Garza, ya anda viendo los perfiles adecuados para confrontar a sus ex compañeros del PRI.
En esa lucha a tres caídas sin límite de tiempo quién o quiénes saldrá con el brazo alzado el domingo 6 de junio de 2021 en las urnas: ¿el maestro o los pupilos? Hagan sus apuestas.