Rodrigo Medina está decidido a limpiar la casa en aquellas oficinas donde se ha evidenciado que los funcionarios le han fallado, como es el caso de Comunicación Social de Gobierno, donde ya lleva tres coordinadores y sigue con la mala imagen.
No cabe duda que Comunicación Social del Estado ha resultado una papa caliente para el gobernador porque en menos de dos años ha despedido de esa oficina a sus dos coordinadores y mantiene a una tercera persona en calidad de “mientras” por sus magros resultados.
Todo gobernador cuida su imagen y más alguien como Rodrigo Medina, que como candidato ganó en el terreno mediático a sus adversarios.
Lamentablemente ya como gobernador, esa imagen que Rodrigo ganó como candidato la ha ido perdiendo porque su aparato de Comunicación Social no ha podido elaborar estrategias que permitan vender a la sociedad un perfil de un gobierno eficiente, transparente y capaz.
Hoy, a menos de dos años de haber asumido la gubernatura, Medina se encuentra en niveles de popularidad muy por debajo del récord que registraron sus antecesores, en el tiempo en que lleva al frente del gobierno estatal.
Quienes asumieron la responsabilidad presuntamente se dedicaron a otra cosa, menos a trabajar para fortalecer la imagen del gobierno de Rodrigo Medina.
Uno pudiera pensar que las razones por las que salieron del gobierno Eloy Garza y Francisco Cienfuegos fue por su falta de oficio o incompetencia profesional para desempeñar el cargo, pero Hora Cero se encargó de evidenciar que hubo algo más que llevó a Medina a tomar la decisión de separarlos del puesto.
Ya en su momento, el gobernador Alfonso Martínez Domínguez pronunció una frase lapidaria: “Me equivocaré al ponerlos, pero no al quitarlos”, cuando decidía retirar al funcionario que había traicionado su confianza.
Eso parece haber hecho Medina con los colaboradores que le han fallado, sólo que el mensaje no ha sido contundente ni para los miembros de su Gabinete ni para la sociedad.
Incluso, Hora Cero, que por cierto está de aniversario, en su último número involucra a Daniel de León, también funcionario de Comunicación Social, presuntamente en la doble función de servidor y proveedor, aunque “El Dany”, como le conocen sus amigos, lo niegue.
Sean cuales sean los motivos que llevaron a Medina a retirar a sus colaboradores, lo cierto es que al gobernador le urgen operadores que le ayuden a mover gente ante el desgaste que está sufriendo su gobierno.
Las razones indican que cuando fallan las estrategias de comunicación social, deben entrar en operación las técnicas de comunicación política. El motivo es muy simple y la diferencia en estrategias es muy grande: el Gobierno de Medina se enfrenta a medios hostiles que lo mantienen alejado de la sociedad.
No crean que es Puro Cuento que Rodrigo va contra los malos funcionarios, razones le sobran: una combatir la corrupción y otra le urge levantar la imagen de su gobierno entre los electores.
Hay que recordar que se acercan peligrosamente las elecciones del 2012 y con bajos niveles de popularidad lo más seguro es que el PRI corra el riesgo de perder la mayoría en el Congreso de Nuevo León y entonces sí habrá lupa a los gastos gubernamentales.
¡Uuuy, qué miedo..!