Hace algunos años, el trabajo reporteril nos llevó por los rumbos de Chihuahua para cubrir una elección de gobernador.
Pancho Barrio era el candidato del PAN y Fernando Baeza, el del PRI.
Era el año de 1986, casi tres décadas, nada menos. La historia oficial dice que el PRI ganó aquella elección. La verdadera, dice que la alquimia tricolor convirtió votos azules en tricolores y como por arte de magia, el triunfo de Barrio se esfumó.
De nada sirvieron las protestas y las tomas de los puentes internacionales, ni los gritos, ni los bloqueos de carreteras. Todo fue inútil.
En los mítines de Barrio siempre aparecía un muchacho que con una gran claridad de pensamiento, conectaba perfecto las ideas con su expresión y transmitía un mensaje que ni el mismo parco candidato albiazul podía hacerlo. Barrio, de un rostro inexpresivo, le costaba trasmitir emociones a través de su rostro. Y pese a ello, ganó; aunque “oficialmente” perdió.
El muchacho aquél sabía qué decir, y cómo decirlo; cómo levantar la voz, dónde subir el tono y empatarlo al mismo tiempo con un índice al aire o una mano empuñada.
Aquel chamaco veinteañero hoy es Senador de la República, se llama Javier Corral y es, por mucho, la mejor carta que tiene en ese partido si quieren aspirar a algo en la próxima contienda presidencial.
Por encima de la prePrecampaña (que ya lleva meses) de Margarita Zavala, una mujer que porta la etiqueta de haber sido la esposa de un presidente que intentó muchas cosas y logró muy pocas, entre ellas, ser considerado una maravilla, porque lo comparan con el actual mandatario.
A Corral le convendría mejor lanzarse por la libre como candidato independiente, si quiere lograr algo.
No es un tipo muy popular, pero mucha gente influyente lo conoce y es de sobra sabido que los grandes consorcios televisivos de este país no lo tragan. Su trabajo tanto en la cámara de diputados como en la de senadores ha sido importantísimo en el tema de las comunicaciones y las reformas, leyes y propuestas que se han debatido en los últimos años y en donde algunos empresarios han luchado a brazo partido para que termine de una vez por todas el dominio del duopolio Azteca-Televisa y en materia de telecomunicaciones, pero sobre todo de televisión HD y telefónica.
Corral sería un perfecto contrincante para otros aspirantes a la presidencia de la República en donde ya están anotados algunos más como Miguel Ángel Mancera, quien iría por el PRD, Jaime Rodríguez Calderón como independiente, Andrés Manuel López Obrador por Morena, y por el PRI hay como 50 suspirantes, pero hay dos en particular que creen tener la posibilidad de obtener la candidatura: Manuel Velasco, gobernador de Chiapas y Manlio Fabio Beltrones, dirigente nacional de su partido.
Por el PAN también está Rafael Moreno Ovalle, quien se considera asímismo, legítimo prospecto de candidato.
Hay uno más que sin duda sería un tremendo gallo. El ingeniero Manuel de Jesús Clouthier Carrillo sería una piedra en el zapato no solo para el resto de los independientes, sino para el de cualquier partido.
El hijo del “Maquío” es ahora diputado federal plurinominal por el quinto distrito de Sinaloa.
Por supuesto que el PRI no descarta la idea de retomar lo que sucedió en Nuevo León y poner un candidato independiente, además del priista y encender dos velas por lo que se pudiera ofrecer.
Hay quienes piensan que a su independiente ya lo tienen en la persona de Rodríguez Calderón, “El Bronco”, aunque él asegura que ya no es priista, hay indicios que mueven a pensar a los escépticos que en realidad jamás se fue de ese partido y que los tricolores viendo el exitazo que fue su campaña estridente de gritos, sombrerazos, amenazas y promesas, pueden repetir la receta en el resto del país.
Si los de Nuevo León le creyeron, ¿por qué no los del resto del país?, parecen deducir los estrategas.
Cada que “se ocupa” –palabra favorita cuando quiere decir que se necesita– Rodríguez Calderón aclara a los incrédulos que ya no es priista, que Carlos Salinas no está detrás de su gobierno y que los “guacarea” (whatever-that-means) a los priistas.
Posiblemente no le creen.
Y nadie entiende porqué Raúl González, ex doble medallista olímpico y ex director de la Conade, salinista a morir, reapareció de pronto, tras una eternidad alejado de vida pública, para dirigir el deporte de Nuevo León.
Tampoco cómo el Instituto de la Mujer una posición “inofensiva” sigue sin nuevo titular y Cordelia Rizo, la hija de otro salinista, Sócrates Rizo, sigue agitando las aguas para acceder a esa posición.
¿Podría ser el Bronco? el “gallo tapado” del mismo PRI para ir por la presidencia de nuevo?
Puede ser. Por debajo del agua, pero puede ser…
Difícilmente, luego de ver lo que el actual presidente está haciendo, la gastada fórmula de otro tipito engominado, joven, sonriente va a llegar a convencer.
A menos que Televisa vuelva a meter las manos y les repita la dosis a los mexicanos.
Como sea, desde ya se está peleando en cada partido por hacer los amarres, las asociaciones y complicidades pertinentes y necesarias para obtener la candidatura.
Por cierto, el PRI debería dar un golpe en la mesa y poner orden en Veracruz. Una lucha entre hienas hambrientas por un bocado se queda corto a lo que está sucediendo por los rumbos de la vereda tropical adornada con las palmeras borrachas de sol.
No es asunto menor por la cantidad de votantes que representa ese estado para una contienda nacional y por ahora, la encarnizada lucha fratricida entre los tricolores está intensa.
Mancera, Rodríguez Calderón y Margarita Zavala, ya andan en campaña.
Mancera y “El Bronco” en sus ratos libres gobiernan uno la Ciudad de México y el otro Nuevo León, pero Margarita está lanzada de lleno en su encomienda de llegar de nuevo a Los Pinos, aunque ahora con Felipe como presidente nacional del DIF.
López Obrador tiene años en campaña. Ya se sabe los discursos de memoria, en automático. Lo reseteas y te habla del tema que quieras.
Corral y Clouthier Carrillo deberían pensarlo. Los dos mejores contendientes, tendrían que hablar con dos o tres de los notables que detentan el poder en este país y que usan a los presidentes, ministros, gobernadores, jueces y senadores como muppets y si les dan el visto bueno, podrían entrarle.
Si no, ni se metan…
El padre de Manuel de Jesús, “El Maquío” Clouthier lo dijo muy claro: “No se trata de cambiar de amo, sino dejar de ser perro”…
Para seguir y luego volver con lo mismo, con la desmedida corrupción de los insaciables priistas y panistas, da igual que sea uno que otro.
Con un independiente, la cosa podría cambiar.
Con un independiente de verdad, digo, no uno disfrazado.