El futbol mexicano necesita el peor de los escarmientos: no calificar al Mundial de Brasil 2014, toda vez que los dueños de los clubes, las marcas patrocinadoras y los jugadores han sobrevivido por décadas de la lealtad y del dinero de los aficionados que mueren por este emblemático y vicioso deporte.
Que el seleccionado tricolor esté en el abismo, con el riesgo latente de no calificar al más importante torneo de naciones el próximo año, es el castigo que merecen los mercenarios del balompié que pagarán por sus propios errores.
México merece esa lección, porque el pase al Mundial solo dejaría endeudados a cientos de miles aficionados que ya estaban por comprar -o compraron- paquetes en agencias de viajes, pues se estimaba que 50 mil mexicanos llegarían a Brasil para apoyar a la selección.
Pero tampoco hay que cortarse las venas, pues basta recordar que en mundiales pasados alguna vez no calificó Holanda, España, Colombia, Portugal, Rusia, Escocia y Bélgica, entre otros países, con mejor calidad de futbol que el mexicano en diferentes épocas.
La noche del viernes 6 de septiembre , con la derrota 2-1 ante Honduras, las cadenas televisoras como Televisa y TV Azteca empezaron a hacer cuentas de las pérdidas que tendrán si México no entra de panzazo -que sería el mejor de los milagros-, al Mundial de Brasil, porque es un sueño guajiro que calificará dentro de los tres mejores del hexagonal.
La firma deportiva que viste al tricolor también reducirá sus ganancias, porque si México no llega a Brasil a quién le importará vestir la nueva playera -porque obviamente saldría a la venta una nueva piel; los jugadores perderán dinero al no firmar contratos con marcas patrocinadoras, y el negocio se iría por el drenaje.
Queda una posibilidad, de jugar el repechaje contra Nueva Zalanda si Panamá lo permite, que se confirmó el martes 10 con la vergonzosa derrota contra Estados Unidos 2-0.
Que los panameños se agiganten -como pasó en Tegucigalpa con el 2-2 ante Honduras-, y vengan al Estadio Azteca a sacar el empate el 11 de octubre próximo, no está fuera de toda realidad.
Sin descartar las estrategias de Costa Rica y Estados Unidos, ya calificados, que aplicarán en sus dos últimos partidos del hexagonal para que México quede fuera del Mundial, alineando a jugadores de la banca para que sus rivales sumen puntos.
Todo se valdrá para ridiculizar a la selección nacional, otrora gigante de la Concacaf que se sintió el papá de los pollitos durante décadas, minimizando el crecimiento de otros países sin el glamour de tener jugadores alineando en clubes europeos.
Si se concreta la eliminación de Brasil 2014, porque no se descarta que sea el final de esta telenovela, los directivos de la Federación Mexicana de Futbol tendrán que renunciar en bloque, como obligaron lo hiciera José Manuel “El Chepo” de la Torre.
México es un país con gran fervor guadalupano, y será la Virgen del Tepeyac la única que puede consumar el milagro de millones de fieles aficionados que, aún con el agua hasta el cuello por su magra economía familiar, planean ahorcarse en dudas en caso de una agónica calificación.
Todo indicaba que Luis Fernando Tena, el técnico medallista de oro en las Olimpiadas de Londres y el menos culpable de esta situación, se hundiría junto con sus jugadores al enfrentar a Estados Unidos, porque el cambio de timonel se tuvo que hacer cuando se encendieron los focos de alerta al comienzo del hexagonal.
Y es que uno de los más graves errores de Justino Compeán, como presidente de la Federación Mexicana de Futbol, fue mantener a “El Chepo” de la Torre cuando el barco se empezaba a hundir con ridículos empates en el Estadio Azteca.
Tras la derrota con los vecinos del norte hay quienes pedían que la selección mexicana fuera confiada a Víctor Manuel Vucetich o Miguel “El Piojo” Herrera, en un relevo desesperado para sacudir tanta ineptitud de cuerpo técnico y de jugadores.
¿Pero quién de los dos entrenadores desea cargar a ese muerto pestilente? Aunque de lograr el pase al Mundial terminaría como el héroe de una película de suspenso.
En la lógica de que Nueva Zelanda sea la agraciada, el “Chepo” de la Torre no será el único culpable, porque los “jugadores europeos” han demostrado poco o nada en la cancha. Y no se descarta que varios serán descartados contra Panamá y Costa Rica.
Por lo pronto en el Estado Azteca ya se está habilitando un espacio para una placa que rezará: “Q.E.P.D. Aquí yace la selección nacional”.