
Español, campeón de Europa, del Mundo, con selección o club, Sergio Ramos tiene un aura de grandeza que se siente aún a la distancia. Cuando tienes un personaje de esa magnitud, en este caso, en el mundo del futbol, es de admirar el temple para manejar todo lo que conlleva una vida donde todos saben quién eres.
Desde que se manejó el rumor sobre su contratación, el revuelo causado se explica con nombre y apellido, Sergio Ramos; sus actuaciones en el Real Madrid, en la selección de España justifican la ilusión de miles de aficionados con deseos de ver un perfil de ese calibre pisando el césped del BBVA.
Desde el físico portentoso, producto de una dedicación diaria y total a su profesión, hasta sus movimientos en el campo, el liderazgo ordenando a sus compañeros y el impacto fuera de la cancha ante un conjunto de jugadores de buenas intenciones pero que les ha faltado el Do de pecho, Sergio, que también gusta de cantar, aunque no todavía las rancheras, parece ser ese jugador que embona en un equipo que necesita le alcen la voz para poder sacar el futbol que no siempre parece saber que tienen.
El sábado 22 de febrero, será una fecha para recordar, un día para decir a los que nos sigan, yo vi al español Ramos pisando este estadio, viviendo en esta ciudad y tocando el balón de una liga que, a pesar de sus 38 años, pareciera le quedará chica.
Cada jugada fue celebrada como si fuera un gol, barridas salvando su marco, cortes de balón al rival, cabezazos en área propia y ajena, se siente la calidad de toque, la estirpe de sus gritos, el acomodo adecuado en donde pisen sus botines, al experiencia de saber donde estar para no correr demás, y por sobre todo, cuando Sergio hablaba, todos escuchaban, algo que aún Canales no ha podido infundir en sus compañeros porque el palmarés no se compara, si bien es grande, no a la altura de un Olimpo donde pocos pueden entrar sin invitación previa basada en credenciales ganadas dentro y fuera del campo.
Ramos ha caído con el pie derecho, desde su presentación hasta su juego, si lo respetan las lesiones, será determinante en los planes inmediatos del Monterrey, que no solo tiene compromisos en casa sino en lo internacional, por lo que traer la cereza en el pastel en el nombre de un delantero será vital para que Rayados capitalice lo invertido en todos los jugadores que han traído y que falta por traer.
Por hoy, se duerme tranquilo, llegó Sergio Ramos, y 10 jugadores más complementaran lo que el español trae a la mesa.
¡Saludos desde el sillón!