Es bien dicho que la nostalgia activa mecanismos como el de los recuerdos en los que intervienen variados sentimientos, además de que, desde el punto de vista del marketing resulta importante al despertar las más recónditas emociones en los públicos.
Este domingo 19 de noviembre en la Plaza de Toros de Cadereyta, se vivieron momentos nostálgicos al recordar anhelos del pasado ya que para los toreros y para un gran número de aficionados, la tarde de toros se convirtió en un episodio cargado de emociones reviviendo momentos que hace ya muchos años fueron gratos, importantes e inolvidables.
Seguramente para muchos de los asistentes y sobre todo para los actuantes en todo el trayecto de la corrida debieron manifestar emociones de tristeza por la pérdida de cosas pasadas y al mismo tiempo alegría por el recuerdo de triunfos y expectativas que tuvieron en sus mejores años.
Vimos a tres toreros con mucha disposición de triunfar, arrimarse y agradar y para beneplácito del público aficionado, los tres matadores tuvieron momentos importantes que les fueron “jaleados” por la buena entrada que registró el legendario coso jimenense.
Alberto Galindo “El Geno”, Joselito Ruiz y Enrique Garza, enfrentaron a un encierro de la ganadería de “Puerta Grande” que dieron el juego suficiente para que todos ellos, cortaran orejas.
Sin duda, el mejor toro de la corrida de nombre “Villa” le correspondió al torero jimenense Joselito Ruiz, quién toreó al astado con grandes tintes emotivos, pegándole varias series de muletazos que calaron hondo en los aficionados, en lo particular me quedó con algunos soberbios naturales que le salieron que ni pintados.
Enrique Garza y “El Geno” con sus peculiares estilos, estuvieron a la altura de sus propias condiciones físicas y que no demeritaron su labor en el ruedo, ambos, alcanzaron el corte de apéndices y el aplauso y reconocimiento de los aficionados del tendido.
Creo que la tarde de toros cumplió con las expectativas del público, que ávido de ver festejos taurinos, asistió con el deseo de aplaudir a los toreros en retiro, que decidieron volverse a vestirse de luces para según, lo puedo considerar calmar “sus propias ansias de toreros” y para revivir en el público momentos de nostalgia pura.
Recordemos, que la nostalgia es una emoción que muchas personas experimentamos con frecuencia, emociones que en muchas de las ocasiones pueden resultar positivas, aunque cuando dichas emociones en vez de reconfortarnos con el pasado nos causan entristecen es porque las experiencias del pasado lastimosamente ya se fueron y posiblemente nunca más volverán.
Pero nos quedamos ahora mismo con lo positivo de los se vivió en Cadereyta la tarde del domingo en el que los tres matadores de la vieja guardia hicieron su esfuerzo con entrega y valor saliendo triunfadores de la plaza para beneplácito de quienes los aplaudimos con sinceridad.
Siempre es grato un momento de nostalgia.
Abogado litigante y Comunicador, ex Gerente de Núcleo Radio Monterrey, ex Gerente de Radio Fórmula Mty, ex Director de Comunicación Social del Mpio de Monterrey, ex Director de Comunicación de la Sria de Educación. Ex Coordinador y Conductor de Noticieros de Canal 28 y AW Noticias y del Programa Taurino “Toros y Olé” de Radio NL.