Aunque usted no lo crea… como dijera el popular Ripley, lo que suceda en el 2018 tiene que ver con el 2017, y viceversa…
Vamos por partes, como dijera en Inglaterra el tristemente célebre Jack “El Destripador”.
Toda vez que para el otrora todopoderoso, Partido Revolucionario Institucional, estados “granero” como Veracruz fueron perdidos ante el Partido Acción Nacional, que para sorpresa de muchos y realidad de no tantos está más vivo que nunca; el último bastión a defender lo representa el Estado de México, cuna política y de sangre del actual grupo en el poder.
Pero nadie en su sano juicio duda que Coahuila y Nayarit lucen igual de complicados para el PRI, ante el evidente descontento popular y la ausencia de logros concretos que permitan a la población ya no confiar en ellos, sino al menos darles el beneficio de la duda.
Porque entre las pifias diplomáticas y políticas cometidas en muy poco tiempo con el nuevo vecino del norte, la impunidad política, la inseguridad pública, la severa crisis económica y su evidente división interna, por contar algunas debilidades…todo indica que el tricolor NO GANA ni trayendo al papa Francisco como candidato a la Presidencia de la república.
¿El Edomex, para Morena o el PAN?, ¿Nayarit para el PAN o para un independiente?, ¿Coahuila, para el PAN o para Morena con un independiente?; en cualquier escenario que existe actualmente en la opinión pública real y no en las convenencieras encuestas de muchos, la marca Tricolor no existe. Tremenda contradicción al estar en la Presidencia de la república.
Aunque muchos lo sigan dudando, para medir realmente la intensidad de un juego, no es subiéndose a la cabina de transmisión con los narradores, cómodamente sentados, con clima artificial, bebidas espirituosas y departiendo con los dueños de los equipos; porque ellos siempre dirán lo que convenga a los que están en ese palco.
Simple y sencillamente basta con irse con la “raza de sol”, para saber verdaderamente lo que la gente piensa y está comprometida con los participantes en ese juego. Igual pasa con muchas de esas encuestas, que han demostrado y seguirán demostrando su escasa fiabilidad, por razones obvias.
Y no se necesita ser un genio para entender que más allá de los errores diplomáticos, económicos y sociales cometidos por el equipo mexiquense, les pesa mucho más los tremendos yerros políticos al haber aplicado una estrategia tipo “Club de Toby”, o dicho en lenguaje más “nice”, formaron un grupo de “members only”.
Hicieron a un lado a priistas valiosos, picudos y peligrosos, que siguen sentados en su mecedora esperando que el juego termine, sobre todo en estados allá por el norte de México.
Por otro lado, los que están dentro del Gobierno de Enrique Peña Nieto, están molestos… los que están fuera, están requete encanijados y los que NO están, se frotan las manos con la expectativa de que ¡no deben esperar hasta el 2018 para estar!
Vaya, nadie puede dudar que por primera vez en la historia de México, un presidente de la república tenga un gobierno real de cinco años y que, además, enfrente una posibilidad real de ser enjuiciado una vez terminado su mandato, en lugar de irse a disfrutar cómodamente su generosa y vitalicia pensión.
En un escenario posible, si el PRI pierde las tres gubernaturas en juego el primer domingo de junio próximo, ¿cuál será su suerte y cómo circulará el actual Gobierno federal en su último año? Peor para pocos e interesante para muchos: ¿Los exgobernadores que siguen apostando a que la impunidad lograda por sus complicidades políticas, se les acabará, en el peor de los casos el domingo de junio del 2018, cuál será su reacción?
La cosa se pone peor aún ante los constantes “plumazos” al estar firme y firme órdenes ejecutivas por parte del presidente Donald Trump, en contra de los intereses mexicanos; quien ya nos agarró como si fuéramos su piñata, y la predecible llegada de millones de deportados en busca de trabajo, mismo que NO encontrarán.
Los mexicanos deportados tendrán tiempo y necesidad de sacar su credencial de elector.
¿Por quién votarán todos ellos?
¡No se enoje conmigo estimado lector, por hacerle esa obvia y penitente pregunta!
Aún hay más, como dijera el famoso conductor de televisión Raúl Velasco:
¿Al perder TRES DE TRES, apoyarán al presidente Peña sus compañeros de partido, o sencillamente aplicarán la máxima popular del “sálvese quien pueda”?