Una novela de principio a fin ha sido el último campeonato de los Tigres de la UANL. Desde la salida de un legendario como Ricardo Ferretti, no se había encontrado un entrenador que los guiara hacia la octava estrella en el escudo, desde Miguel Herrera, pasando por Diego Cocca y el famoso perfil tigre de Marco Antonio Ruiz, tuvo que ser un viejo ídolo como Robert Dante Siboldi quien los llevara a conquistar un campeonato que sabe a grandeza.
En los últimos años Tigres ha logrado llegar a los 8 campeonatos de liga, codeándose con los grandes del futbol mexicano, aunque todavía lejos de América y Guadalajara. Ya cualquier triunfo, logro o hazaña felina es cacareada de una manera distinta, ya resuena más allá de San Nicolás y de los límites de Nuevo León.
Hace tiempo que de manera orgánica o por estrategia de mercadotecnia, ciertos comunicadores locales buscaron poner el tema de la grandeza felina en el debate público, los capitalinos se engancharon y ahora tenemos horas de “debate” sobre el tema e incluso personalidades locales comienzan a trascender más a nivel nacional en un intento por establecer el rancho de Nuevo León como un lugar importante en el mapa futbolístico.
Lograr 8 títulos no es cualquier cosa, el tener a un jugador ícono a nivel nacional no es fácil, el tener 3 o 4 jugadores reconocidos en el colectivo mucho menos. La directiva de los de la U ha entendido que la calidad esta sobre la cantidad y jugadores como Nahuel, Gignac, Pizarro, Carioca y los complementos como Quiñones, Aquino, Lainez, Córdova ayudan a generar expectativas, las cuales, cumplidas en títulos, generan títulos que guían hacia la grandeza, hacia ser recordados en la mente del pueblo futbolístico que trasciende fronteras, que te da presencia en México y Guadalajara, San Luis y Querétaro.
Rayados tuvo su momento con Mohamed, en 2019 fueron al Azteca, pero el triunfo no trascendió más allá del mame tradicional en redes sociales; es distinto con Tigres, institución que con representantes en medios nacionales puede “sugerir” temas para platicarse en niveles que los medios locales no pueden permear en la mente de la afición nacional.
8 copas, un ídolo en el banquillo, jugadores resucitados como Córdova y hasta Lainez se da el lujo de ningunear a un ex portero como Oswaldo Sánchez en entrevista en tele nacional; Nahuel siendo Nahuel y Gignac en sus últimos suspiros entregando lo que Suazo no supo, títulos a granel hasta lo último que sus piernas le den.
Hay formas, hay maneras, hay historias que trascienden de acuerdo con cómo se cuenten y Tigres tiene buenos juglares en los medios que recitan versos de manera tal que las épicas batallas de su institución serán recordadas cuando en unos años puedan estar cerca de los históricos de México, hoy buscan ser el 4° o 5° grande, pero con este plantel, inversión y contratando correctamente como acostumbran, en la siguiente década se puede ya estar hablando del tercer grande de México.
Salud al campeón…
¡Saludos desde el Sillón!