La sabiduría popular mexicana no se equivoca cuando dice: “Les tiembla la mano para aplicar la ley”, “les tiemblan las patitas y por eso pierden”, “les tiembla el cuerpecito cuando les cae una Auditoría del SAT”, “les tiembla el corazón por eso se infartan”.
Por eso los mexicanos sabemos diferenciar los frecuentes movimientos telúricos que se registran en nuestro país, de los “súper terremotos” políticos que, muchos aseguran, serán catastróficos en entidades como Nuevo León, Veracruz, Chihuahua y Quintana Roo.
¿Le temblarán las piernas a Roberto Borge para acudir a presentar su último informe de gobierno en Quintana Roo el próximo 25 de septiembre luego de que el SAT anunció una investigación contra 21 de sus funcionarios y se ha visto inmerso en diversos señalamientos de supuestos actos de corrupción?
¿Le temblará la mano al gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, para aplicar la ley y meter a la cárcel -y no solamente sentarlos ante un juez de control-, al ex gobernador Rodrigo Medina y su séquito?
¿Le temblará la mano al dirigente estatal del PRI en Nuevo León, César Cavazos, para iniciar el proceso de expulsión a los ex funcionarios Medinistas acusados de corrupción y abuso de autoridad a pesar de que son sus amigos?
¿Le temblará la mano al dirigente nacional del PRI, Enrique “El Tocayo” Ochoa, para mantener en el cargo a Marco “El Pollo Loco” González, cuyo único “pecado” ha sido hacer las cosas como deben ser al frente del grupo legislativo tricolor en Nuevo León?
¿Le temblarán las piernas a la ex alcaldesa de Monterrey, Margarita Arellanes, para salir corriendo junto con una decena de sus colaboradores acusados de un supuesto desvío de recursos municipales en caso de que les dicten sentencia condenatoria?
¿Le temblará la mano al gobernador electo de Chihuahua Javier Corral, para “empatar” el marcador luego de que la panista y vecina gobernadora, Claudia Pavlovich, tiene en el paredón a media docena de funcionarios tricolores?
Si hacemos un poco de historia, existen registros que señalan que los temblores de tierra en Nuevo León han venido sucediendo desde 1799, pero ha sido a partir del 2014 que han aumentado su frecuencia, mas no su intensidad… por el momento.
Y aunque ya salieron voces ecologistas que gritan que el aumento en la periodicidad se debe a los abusivos actos de exploración para extraer el famoso gas shale en la zona, nadie tiene la menor duda que debe investigarse estas denuncias, así como los desvíos y actos de corrupción en los gobiernos.
Porque nadie puede dudar que aunque sean temblores de tierra o políticos, los responsables tienen la obligación de investigar y aplicar la ley, así de simple y como lo dice el “librito”: ya sea Código Penal, la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, las Constituciones Locales, Reglamentos Municipales, etcétera.
Porque el respetable sigue sin entender por qué le siguen dando vuelta… ¡A la vuelta! v