Los funcionarios de la Corporación para el Desarrollo Agropecuario de Nuevo León que entregaron el contrato por más de 30 millones de pesos a la “empresa al vapor”, deben de saber que por más que quieran taparle el ojo al macho, la realidad los pone en el banquillo de los acusados.
Pues de un total de 30 licitaciones públicas que ha lanzado en los cinco meses del gobierno de Rodrigo Medina de la Cruz en diferentes dependencias del gobierno central, organismos descentralizados o fideicomisos, las 30 han sido ganadas por empresas inscritas en el Padrón de Proveedores.
En esos procesos, desde la aparición de la convocatorias hasta la adjudicación de la licitación, cada una de las empresas beneficiadas cumplía con el requisito de tener su número de proveedor en el padrón.
Entonces viene la pregunta: ¿Quiénes y por qué quisieron beneficiar a Grupo Regio Obras S.A. de C.V.? Cuando a todas luces las otras licitaciones del gobierno de Medina de la Cruz estuvieron apegadas a las leyes.
No es posible que abogaduchos de la dependencia implicada quiera dar una versión torcida y enredada, basándose en leyes que se pisotearon. Es más creíble el cuento de Caperucita y el Lobo Feroz.
Porque hasta reconocidos constructores y expresidentes de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) de Nuevo León, dijeron que la adjudicación de esa licitación fue un ilícito. (Ver reacciones del reportaje en interiores). En serio, qué grave. Ahora la pelota está en la cancha del gobierno, antes de que llegue al Congreso de la Unión esta vergüenza.
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El enriquecimiento inexplicable de Eloy Garza González, fugaz director de Comunicación Social del gobierno estatal, tendría alcances nacionales que implicaría a otros regiomontanos en un millonario desvío de recursos cuando trabajaron en el Instituto Latinoamericano de Comunicación Educativa (ILCE).
Garza González, el supuesto subsecretario del Trabajo del gobierno de Nuevo León, fue jefe de asesores de David de la Garza, quien de 2002 al 2007 fue director general del ILCE.
Desde que Hora Cero sacó a relucir las residencias que Eloy Garza González compró -tres en la zona metropolitana de Monterrey y un condominio en el Distrito Federal-, el asunto olía muy feo, porque dichos inmuebles fueron adquiridos en un año (2004 y 2005), de contado y puestos a su nombre, sumando un total de 13 millones 525 mil pesos.
Durante casi todo el sexenio de Vicente Fox Quesada, en el ILCE también trabajó otro regio, José María “Chema” Garza Cisneros, quien era el encargado de Adquisiciones de ese organismo que dependía directamente de la Secretaría de Educación Pública (SEP), cuando otro regiomontano, Reyes Tamez Guerra, era el titular. Hay cosas tan extrañas donde Eloy Garza González y otros ex funcionarios del ILCE estarían involucrados, como tratar de cobrar mil 200 millones de pesos a la SEP por trabajos o estudios que se habían liquidado por otras vías.
Las autoridades federales están escarbando especialmente en cuatro facturas que salieron del ILCE entre el 28 y 29 de diciembre del 2006, sobre todo por una de 761 millones 702 mil 346 pesos, que alguien quiso cobrar a la SEP, sobre un proyecto de Educación a Distancia.
Cuando los funcionarios entrantes de la SEP vieron el tamaño del monto, comenzaron a hurgar en el concepto y respondieron que jamás se habían autorizado los 761 millones de pesos.
Así el tamaño de los negocios que se hicieron el ILCE cuando Eloy Garza González era funcionario. Trafiques al oscurito ya que esa dependencia no era auditada por la Federación al ser un organismo descentralizado, del cual Reyes Tamez Guerra era presidente del Consejo.
Sobre la factura de los 761 millones de un proyecto no autorizado, esa aún está en proceso de que el ILCE la recupere, pero le han dado largas porque están investigando una presunta red de corrupción en aquellos años, cuando el ILCE era un paraíso de corruptelas.
Hubo otras tres facturas por casi 420 millones de pesos que en ese Año de Hidalgo del foxismo también el ILCE quiso cobrar de las arcas de la SEP y que fueron recuperadas a las prisas por alguien dentro del ILCE, porque los conceptos eran estudios y otros servicios dobleteados o intangibles.
Cuando se habla que el puesto de Eloy Garza González como subsecretario del Trabajo ya fue autorizado y firmado, faltando sólo el anuncio oficial, la Contraloría estatal debería poner atención en lo anterior y en lo que estaría por venir.
Por cierto, Héctor Gutiérrez de la Garza, líder de la bancada del PRI en el Congreso del Estado, ha negado que es amigo de Eloy Garza González. Quizá sea cierto o no, pero Gutiérrez de la Garza no puede hacer lo mismo con su casi compadre José María Garza Cisneros, el ex ILCE y quien estaría implicado en el desfalco de los mil 200 millones de pesos.
Ambos convivieron muy de cerca en el Distrito Federal cuando Gutiérrez de la Garza era diputado federal y Garza Cisneros estaba en ese organismo. Y resultaría por demás extraño que nunca se hayan tomado un sabroso café latte con Eloy Garza González.
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La frase de la quincena: “El tema es que Hacienda le deposita al gobierno del Estado el recurso a fines de diciembre y entonces la licitación se tuvo que hacer a la voz de ¡ya! cumpliendo con los requisitos, pero muy rápido porque si no pierdes el recurso y esa es una forma que utiliza Hacienda frecuentemente para que no se gaste el recurso; te lo dan al último y si no licitas se pierde el recurso y luego acusan al gobierno, varias veces nos la intentaron hacer cuando estuve en la Corporación, pero salimos adelante haciendo las licitaciones en último momento lo cual no es correcto”.
Comentario del ex titular de la Corporación para el Desarrollo Agropecuario de Nuevo León, Fermín Montes, sobre la investigación de Hora Cero en torno a una empresa que a 47 días de creada ganó una licitación superior a los 30 millones de pesos y que abrió su concurso el ¡24 de diciembre de 2009!
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Y a raíz de este reportaje han comenzado a llegar tips de personas relacionadas con el tema. Por ejemplo, piden una investigación sobre el ejido Sandía, de Arramberri, donde supuestamente los productores son obligados a vender su mercancía de tomate a una comercializadora.
Investigaremos.
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El que comenzó mal su periodo al frente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción -delagación Nuevo León- es Ángel Macías, pues no quiso declarar sobre el caso de la constructora que a 47 días de fundada ganó una licitación por más de 30 millones de pesos.
Macías -nada que ver con el famoso peloterito que lanzó juego perfecto en Williamsport en 1957-, simplemente se hizo ojo de hormiga y ni por teléfono ni en persona quiso atender a los reporteros de Hora Cero.
José Maiz García, ex presidente de la CMIC, comentó que desgraciadamente los socios de esta institución han bajado con los años porque ya no es requisito ser parte de la misma para poder participar en los concursos de obra pública en Nuevo León.
Y esto viene al caso por el tema de Regio Obras, S.A. de C.V.
Yo creo que al señor Macías sí deberían importarle estos asuntos que afectan directamente a los socios de la CMIC.
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Nos mandó decir una mesera del Vips Hidalgo que hace pocos días un diputado local y otros ex fueron a desayunar y luego de casi una hora de desgustar sus sagrados alimentos y hacer mucha grilla… no dejaron propina.
Las iniciales de los dos susodichos son: Víctor Pérez y Julián Hernández.