
Semanas atrás el periódico ABC de Monterrey sacó una portada con la foto de 30 precandidatos que buscarían la candidatura del PRI y PAN al gobierno de Nuevo León, evidentemente con el afán de no quedar mal con algunos amigos, siendo en verdad una exageración periodística.
Porque apegados a lo que vendrá a partir de la segunda mitad de 2014, cuando se desaten todos los diablos en Nuevo León, el Partido Revolucionario Institucional tendrá que escoger solamente entre tres o cuatro invitados a la fiesta, no más, en busca del sucesor de Rodrigo Medina de la Cruz.
Tres son senadoras: Cristina Díaz, Marcela Guerra e Ivonne Álvarez. Y el otro es Ildefonso Guajardo, el secretario de Economía del gabinete de Enrique Peña Nieto, quien sin hacer mucho ruido y sin levantar polvo, desde la Ciudad de México verá los toros desde un palco especial.
Y el legislador federal tricolor que más posibilidades tendría es ser un quinto en discordia es Héctor Gutiérrez de la Garza, que será conformado con aspirar a la alcaldía de Monterrey, como intentó ser candidato el año pasado pero fue desplazado por Felipe Enríquez, quien ahora está gozando de un exilio obligado de Nuevo León como embajador de México en Uruguay.
Para donde se volteé no habrá más invitados a la parranda tricolor cuando el PRI nacional decida a quién aventar al ruedo para tratar de retener la gubernatura del Estado. Por el momento las mujeres son mayoría y podrían llevar mano, dependiendo del movimiento de piezas en el ajedrez del PAN.
A menos de un año de que el hervidero albiazul alcance su máxima ebullición, sólo tres serán los precandidatos con posibilidades que tomarán la línea de salida a fines de 2014. Primero las damas: Margarita Arellanes Fernández, Mauricio Fernández Garza y Fernando Elizondo Barragán.
Porque los actuales legisladores federales, el senador Raúl Gracia, alcaldes metropolitanos como Víctor Pérez y Pedro Salgado, además de los diputados locales, levantarán la mano para el resto de las candidaturas.
Pues en 2015 se elegirá, además del ejecutivo estatal, a los nuevos presidentes municipales. Y los electores neoloneses votarán en una misma cita a las urnas por los legisladores del Congreso del Estado y del Congreso de la Unión. Así que habrá mucha carnita en los huesos.
Quien sigue cargando con la pesada losa es el alcalde panista de Santa Catarina, Víctor Pérez Díaz, al pagar los platos que dejaron sus antecesores Alejandro Páez Aragón y Gabriel Navarro.
El asunto en cuestión es que la actual administración encabezada por Pérez Díaz tuvo que pagar a un particular más de 26 millones de pesos por la invasión de un terreno privado, donde la entonces gestión de Páez Aragón construyó un parque.
Los dueños de la propiedad interpusieron un juicio de amparo que se resolvió a su favor, ordenando el juez de la causa que en 2011 Navarro resarciera los daños, pero ante la negativa la papa caliente cayó en manos de Pérez Díaz quien tuvo que depositar la cantidad en la Suprema Corte para evitar ser acusado de desa-cato, poniendo en riesgo su cargo como alcalde.
En fin, siguen las pesadillas para el edil santacatarinense, quien al cumplirse un año de gestión aún no puede deshacerse del fantasma de Navarro. Habrá que esperar si el 2015 pinta mejor, para escalar posiciones en el top siete de los alcaldes metropolitanos.
Rogelio Garza Rivera, egresado de la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (FIME) de la UANL, está en inmejorable posición para que en dos años pueda aspirar a la rectoría de la Máxima Casa de Estudios.
Originario de Reynosa, Tamaulipas, a finales de los años 60 emigró a Monterrey para seguir con sus estudios de preparatoria y universitarios, contando con el apoyo de su madre que trabajaba en el Resguardo Aduanal.
Con esfuerzo encontró tutores que siempre estuvieron al pendiente de él, uno de ellos el ingeniero Jorge Urencio Abrego (QEPD), ex director de FIME. Y también nunca descuidó su pasión por el basquetbol que comenzó a practicar en la secundaria en Reynosa, hasta llegar a ser seleccionado del equipo Tigres y luego a pertenecer al primer equipo profesional de Nuevo León.
Como director de FIME de 2002 a 2008, antes de ocupar la secretaría general de la UANL, construyó uno de los más modernos gimnasios que tiene la Universidad Autónoma de Nuevo León.
En Reynosa dejó buenos amigos a los cuales frecuenta cuando viene de pasada a ver a sus hermanos y a su madre que viven entre esa ciudad y el Valle de Texas.
Aunque faltan más de dos años para el relevo en la UANL, “el ranchero” Garza Rivera, así apodado, es bien visto por el rector, doctor Jesús Áncer Rodríguez.
Por cierto, la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la misma institución celebró los 35 años de fundación en días pasados, siendo la anfitriona de los festejos la directora Lucinda Sepúlveda.
Hubo reconocimientos a maestros y alumnos, revelación de un moral y otros actos, contando con la presencia de Áncer Rodríguez y otros invitados especiales.
Un evento relevante fue la presencia de algunos egresados de la primera generación, entre ellos de María Julia “la Comadre” Lafuente, José de la Luz Lozano y Luis Martín, los primeros comunicólogos y el último reconocido director de teatro.
Quien se apuntó para el pacto de unidad firmado en el PAN de Guadalupe, fue el ex diputado local Arturo Benavides Castillo.
El albiazul no estuvo en la reunión realizada el pasado domingo 10 de noviembre debido a que se enfermó de último momento, sin embargo se reportó con el presidente del PAN municipal, Rodolfo Moreno, para ponerse a la orden y ser tomado en cuenta.
Aparte de Moreno estuvieron en el anuncio los diputados locales Luis Ángel Benavides y Blanca Lilia Sandoval, además del diputado federal, Alfonso Robledo, Francisco Bustillos y José Luis Garza Garza, los cinco aspirantes a ser candidatos del PAN para la alcaldía.
TÚ A GANARME, YO A NO DEJARME
Y volviendo a la pelea por la sucesión en la gubernatura de Nuevo León, ésta amenaza con subir de intensidad en los próximos meses. Mientras PRI y PAN preparan el cambio de mandos y estructuras en sus comités estatales y municipales, la pelea fuerte se da a nivel de poderes legales.
Por un lado, el poder ejecutivo encabezado por el gobernador trata de demostrar que tiene proyecto y programa de gobierno de aquí a octubre del 2015, cuando entregue el mando a su sucesor, mientras el PAN en el poder legislativo está más que puesto a bloquear cualquier acción del inquilino del Palacio de Cantera.
Primero, las huestes panistas encabezadas por Juan Carlos Ruiz blanden la espada de Damocles y amenazan con demandar a todos los funcionarios, cientos de ellos, del gobierno estatal, presuntamente involucrados en desvíos de recursos, malversación de fondos y fallas en la aplicación de programas de inversión y de obra.
Y después sacan a relucir el hacha de guerra al revertir la decisión de Medina de la Cruz de aplicar el replaqueo vehicular a partir de enero del 2014, y con ello darle a las arcas públicas mil millones de pesos.
No, de que va a correr sangre y llegará al río, no cabe duda así será: el botín de la gubernatura, de las alcaldías y el control del Congreso se definirán no sólo en las urnas en julio del 2015, sino desde antes, mucho antes.