Usando las prerrogativas (dinero público) del INE en plena campaña de 2016, el entonces candidato del PAN al gobierno de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, lanzó una ofensiva bestial contra Hora Cero para acallarnos e intentar desaparecernos.
Contrató a los mejores hackers, instaló un cuartel para inyectar bots en las redes sociales de nuestra empresa para denigrarnos, difamarnos y provocar una tendencia negativa contra la empresa y directivos, y cuyas secuelas aún padecemos. Una de ellas que Google todavía nos tiene fuera de su radar, pero usamos otros medios para difundir nuestros contenidos.
Durante casi dos meses esa estrategia sucia ordenada por Cabeza de Vaca, bien planeada y ejecutada con dinero suficiente, nos tumbó el sitio principal www.horacero.com.mx y, sus consecuencias, se reflejaron en la drástica pérdida de seguidores en Facebook.
En otro frente sus dirigentes detuvieron vehículos de circulación con miles de ejemplares de Hora Cero que iban a ser distribuidos en la principales ciudades de Tamaulipas, desde Matamoros a Ciudad Victoria y de Nuevo Laredo a Tampico.
El candidato quería silenciarnos a como diera lugar por los contenidos incómodos realizados con el rigor periodístico para que no quedara una rendija de duda con pruebas documentales (fotografías, videos y papeles oficiales), así como testimonios.
Una portada se refería a la majestuosa propiedad bautizada como “El chalet suizo de Cabeza de Vaca” a orillas del Río Soto La Marina.
Recuerdo una rueda de prensa en 2016 de líderes panistas de Tampico. Esa tarde interceptaron una camioneta que llevaba periódicos donde se publicó -con santo y seña- la faraónica obra de 66 millones de pesos que el actual gobernador jamás podrá justificar con sus ingresos lícitos.
Estas añoranzas me vienen a la mente cuando está en boca de millones de mexicanos la ofensiva del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, contra el periodista Carlos Loret de Mola por el asunto de la residencia del hijo del mandatario en Houston, Texas.
En 2016 y 2022 hay situaciones muy parecidas, pero voy a frenar en que ambos, Cabeza de Vaca y López Obrador, son personajes de la vida pública del país que tratan de destruir a sus contrincantes, sea periodistas o medios de comunicación.
En su momento cuestioné la responsabilidad de Loret de Mola sobre el supuesto montaje policial de Televisa cuando la detención de Florence Cassez y su pareja Israel Vallarta que, hasta donde tengo entendido, ya fue exculpado por un juez.
No me quiero poner a defender al periodista de Latinus, pues para eso ya vi hacerlo a su papá Rafael Loret de Mola, quien llamó “miserable” a AMLO y dijo sentirse orgulloso de su hijo.
Los contratos de Pemex de la prima de AMLO; el dinero recibido en efectivo -grabados en video- por el hermano del presidente, Pío, en la campaña presidencial; los contratos del hijo de Manuel Bartlett vendiendo respiradores al IMSS a sobre precio en tiempos de pandemia, fueron hechos con rigor periodístico.
Son investigaciones que partieron seguramente de filtraciones al medio. Como en Hora Cero, durante casi un cuarto de siglo, también las hemos recibido de personas anónimas que confiaron en nosotros para exhibir la corrupción como fue el caso de Cabeza de Vaca.
Roberto Madrazo y su hijo son los dueños de Latinus y Loret de Mola es su empleado. Eso no es un delito, como tampoco pondría en duda el contenido de los reportajes o videos exhibidos en ese aparador digital.
Sería como cuestionar que La Jornada es aliada de AMLO y en sus páginas y editoriales defienden las causas y logros de la 4T. Y no de gratis, tengan ustedes la seguridad. Basta ver la publicidad.
Como sucedió en 2016 no habrá político, ni del PAN ni de MORENA; ni candidato, luego gobernador de Tamaulipas, ni presidente de México arrepentido de usar el poder de la política para intentar aplastar a sus adversarios o enemigos de los medios de comunicación.
Me preocupa más lo que pudiera venir en un futuro en México. Que AMLO quiera seguir los pasos de Chávez y Maduro en Venezuela, o de Correa en Ecuador.
En 2016 la Sociedad Interamericana de Prensa sostuvo que el presidente ecuatoriano utilizó “artillería pesada” para “censurar y silenciar a la prensa”.
Sobre la arremetida del militar y el chofer de autobuses en Venezuela basta googlear. Y quienes tengan dudas pueden preguntar a dos en el exilio académico en Japón: la mexicana Silvia Lidia González, y su esposo venezolano e intelectual Gregory Zambrano. Con gusto los pongo en contacto con ellos para obtener su testimonio sin intermediarios.
Porque a mi nunca me van a creer los AMLOvers. Yo que fui un defensor de AMLO desde 2005, por quien voté en tres ocasiones para llevarlo a la presidencia, pero que me decepcioné de él en tres años y meses. Y cuento los meses, las semanas y los días para que termine su decepcionante sexenio.ϖ
twitter: @hhjimenez