Durante el tercer informe de Jaime Rodríguez Calderón se confirmó que fue sepultado el nombre de “gobierno independiente”, y de aquí hasta que termine el sexenio se llamará “gobierno ciudadano”. Todo a raíz de los resultados adversos en las pasadas elecciones, donde esa marca colapsó.
Tanto en los videos proyectados la noche del 15 de octubre en Palacio de Gobierno como en los discursos de los seis secretarios y de “El Bronco”, nunca se incluyó la palabra “independiente”. O sea, QEPD hasta 2021, cuando los candidatos afines al gobernador serán solo “ciudadanos”.
Aunque por la miel que escurre en la nueva relación de Rodríguez Calderón con el presidente de la República electo, Andrés Manuel López Obrador, no se descarta que aspirantes palomeados por el ejecutivo estatal tomen la bandera de MORENA, pues en política nada se puede descartar. El amor suplió al odio.
Por cierto, en los pasillos del patio central de Palacio de Gobierno se pudo ver a Rogelio Benavides Pintos como uno de los invitados especiales. Había algunos que se acercaban para saludarlo, mientras otros hacían como que una virgen les hablaba para evadirlo.
El ex secretario de administración, uno de los hombres de mayor confianza de “El Bronco” que renunció a principios del sexenio envuelto en señalamientos sobre la compra de unas cobijas, permaneció de pie las tres horas que duró el tercer informe, como otros asistentes.
Hubo algunos como Waldo Fernández, ex diputado federal del PRD y representante del gobierno de Nuevo León en la Ciudad de México, que prefirieron estar menos expuestos a los reflectores y se sentaron en salas alternas al patio central, donde se colocaron pantallas.
Fue novedoso el formato utilizado de presentar un mini-informe de los secretarios de Finanzas y Tesorería General, Seguridad, Infraestructura, Salud, Desarrollo Sustentable y Economía y Trabajo.
De los seis funcionarios en la pasarela fue Humberto Torres Padilla quien demostró tener mayor dominio del discurso. Para lo que se ofrezca para la sucesión gubernamental, o para cualquier puesto de elección popular en disputa en 2021.
Tampoco cantaron mal las rancheras Bernardo González Garza, titular de Seguridad, así como el tesorero Carlos Alberto Garza Ibarra, mientras los otros dos cumplieron bien en sus respectivas exposiciones de logros alcanzados.
Si el objetivo de “El Bronco” era poner en la vitrina política a sus colaboradores pensando en quién pudiera sucederlo y ser candidato, le salió bien el tiro, llevado la ventaja el secretario de Infraestructura.
Hay que recordar que cuando Rodríguez Calderón hizo sus maletas y se fue a la malograda campaña presidencial, se rumoró que Torres Padilla sería el gobernador interino, responsabilidad que recayó en Manuel González Flores, secretario general de Gobierno.
Por cierto, seguramente porque ha estado muy expuesto ante la opinión pública, González Flores no subió al escenario para pronunciar su discurso como los otros seis. ¿O será que no fue incluido porque ya no puede ser candidato a gobernador en tres años?
En el patio central acudieron como invitados, entre otros, Judith Díaz, futura súper delegada estatal del gobierno federal; Rogelio Garza Rivera, rector de la UANL; Marco Antonio González, presidente del Congreso local; Santiago González Soto, diputado federal del PT y secretario de la Comisión de Cultura.
Sergio Zertuche, delegado estatal del IMSS; Clara Luz Flores, Óscar Cantú y Heriberto Treviño, alcaldes de Escobedo, Apodaca y Juárez, respectivamente, entre otros ediles salientes, entrantes y reelectos.
Adrián de la Garza, alcalde de Monterrey, asistió al acto protocolario del Congreso estatal el mismo lunes 15 a mediodía, pero se ausentó en Palacio de Gobierno por compromisos previamente adquiridos.
Fue notoria la ausencia de alcaldes y legisladores del Partido Acción Nacional, ya que la orden tajante que se les dio desde arriba fue: “No vayan”.
Por eso se resguardaron del frío en sus casas, entre otros, el senador Víctor Fuentes, el legislador federal Víctor Pérez, y los alcaldes de San Nicolás Alfredo Cuadra y de Santa Catarina, Héctor Castillo.
Es pertinente aclarar que Fuentes y Pérez, coordinador de los diputados en el Congreso de la Unión, asistieron como invitados al acto celebrado en la sede estatal del poder legislativo.
Otro senador que seguramente ni invitado estuvo por los organizadores por beligerante contra “El Bronco” fue Samuel García, de Movimiento Ciudadano. Aunque si alguien le pregunta, el senador va a decir que andaba en La Haya en labores propias de su cargo.
Un aspecto que llamó la atención y va a manera de pregunta: ¿si el gobernador durante casi tres años se la ha pasado arremetiendo contra El Norte, por qué los realizadores de sus videos usaron a su favor las notas de este periódico para “desnudar el mal gobierno” de Rodrigo Medina de la Cruz?
Quien tuvo un lapsus en su intervención en tribuna fue el diputado Álvaro Ibarra, quien al hacer uso de la palabra para manifestar la posición del PRI por el Tercer Informe de Gobierno, quiso saludar al dirigente estatal de su partido, Pedro Pablo Treviño Villarreal, pero terminó mencionando a Pedro Pablo Treviño del Bosque, quien es el papá del líder tricolor.
Cuando esta edición de Hora Cero esté en circulación es probable que la sala superior del TRIFE haya puesto fin a la telenovela sobre quiénes ganaron las alcaldías de Monterrey y Guadalupe, teniendo como fecha límte las 23:59 horas del miércoles 31 del presente mes.
Porque desde el primer minuto del 1 de noviembre todos los nuevos o reelectos ediles habrán tomado protesta y, aunque la sala regional del Tribunal Federal Electoral confirmó los triunfos de Felipe de Jesús Cantú y Cristina Díaz Salazar, la moneda seguía en el aire.
Basta recordar el caso de Coyoacán en la CDMX hace unas semanas, cuando los magistrados de la sala regional quitaron la victoria al panista Manuel Negrete, sus homólogos de la superior votaron contra esa resolución.
O sea que no estaba todo perdido para Adrián de la Garza y Pedro Garza, quienes tenían las velas encendidas y no precisamente en un altar de muertos, aunque olían a eso desde la noche del pasado jueves cuando se echó por tierra el dictamen triunfalista del Tribunal Estatal Electoral en el caso de Monterrey.
En otros asuntos, donde se ha vuelto urgente tomar acciones serias, de fondo y firmes es en el rubro de la inspección y vigilancia de las construcciones que se levantan en la zona metropolitana, especialmente en el municipio de Monterrey.
No es que se quiera ser alarmista, pero cuando en menos de un año ya van 10 personas muertas por accidentes registrados en obras de construcción de centros comerciales, es obvio que algo está fallando muy feo.
El Ayuntamiento de Monterrey jura y perjura que no hay corrupción, que el problema es que apenas tienes 13 inspectores para más de dos mil obras que se están ejecutando en la ciudad.
Sin embargo, y se ha dicho hasta el cansancio, basta que Juanito Pueblo quiera hacer un hoyo en la pared de su casa para meter un aire lavado, cuando de inmediato le caen los inspectores de Desarrollo Urbano, Protección Civil, el IMSS, la Secretaría del Trabajo y hasta el antirrábico.
Si tan buen radar tienen para detectar estas pequeñas obras ¿cómo esperan que les crean que no se dieron cuenta que los trabajos en la zona de Cumbres llevaban 10 meses realizándose sin permiso?
La frase “la corrupción mata” retumba en las redes sociales y es muy cierta pues, como se ha dicho, ya van 10 personas muertas por la mala ejecución en la construcción de centros comerciales y, hasta la fecha, nadie ha sido sancionado.