
Otra tragedia en el ruedo. El diestro español Iván Fandiño murió el pasado sábado 17 de junio en la Plaza de Toros Aire-Sur-l’Adour, en el suroeste de Francia, a consecuencia de una grave cornada.
El torero, nacido el 29 de septiembre de 1980 en la ciudad de Orduña, del país vasco España, tropezó con su capote intentando “quitar” a un toro de su alternante en esa fatídica corrida, Juan del Álamo. A consecuencia de ese tropezón, Iván Fandiño cayó a la arena, y sin defensa alguna fue empitonado por el toro de nombre “Provechito”, de la ganadería española de Don Baltasar Iban, quien le perforó el pulmón al clavar su pitón derecho en un costado.
Después del percance y ya en el hospital, los médicos anunciaron el triste final del torero español, quien en esa trágica jornada le había cortado una oreja al primero de su lote, ampliando hasta ese momento la buena racha que vivía en su carrera taurina por los ruedos españoles, superando con ello un fuerte bache que venía sufriendo en sus dos últimas temporadas en España.
“Que se den prisa en llevarme al hospital, porque me estoy muriendo”, fueron las últimas palabras de Iván Fandiño, antes de perder la vida durante el traslado en ambulancia desde la plaza de toros hasta el Hospital Layné de Mont de Marsan, donde lamentablemente dejó de existir.
Iván Fandiño inició su carrera en los ruedos españoles participando en la Escuela Taurina de Bilbao, donde aprendió las primeras lecciones del ABC del toreo. Al concluir su estancia en la escuela bilbaína, buscó nuevas oportunidades en ciudades como Valencia y Jerez de la Frontera, manteniendo siempre su sueño de convertirse en figura del toreo.
Fue el 25 de agosto de 2005 cuando Fandiño recibió la alternativa en el coso de Vista Alegre en Bilbao. El toro de su doctorado se llamó “Afrodisíaco”, era de la ganadería El Ventorrillo, llevando como padrino a Julián López “El Juli”, y a Salvador Vega como testigo.
El 12 de mayo de 2009 confirmó su alternativa en las Ventas de Madrid, con Antonio Ferrera como padrino y Morenito de Aranda atestiguando la ceremonia. El toro de la confirmación se llamó “Catalán”, de la ganadería La Dehesilla.
El torero de Vizcaya alcanzó durante su carrera sonados éxitos, destacando los que tuvo en los años 2011 y 2012 en Madrid, donde fue declarado triunfador de la temporada; asimismo, en importantes plazas españolas como Sevilla, Valencia, Salamanca, Guadalajara, Pontevedra y Toledo.
En las plazas francesas de Dax, Bayona, Arles y Mont de Marsan, y en ciudades sudamericanas como Medellín, Cali y Lima el diestro logró cortar un buen número de apéndices y salir en varias ocasiones por la puerta grande.
Aunque el mejor momento en la vida profesional de Fandiño fue en la plaza de Las Ventas de Madrid, cuando el 29 de marzo de 2015 se encerró con seis toros de las complicadas ganaderías Partido de Resina, Adolfo Martín, Cebada Gago, José Escolar, Victorino Martín y Palha. Esa tarde el torero vizcaíno llenó la plaza y protagonizó la página más importante de su carrera taurina.
El pasado 29 de mayo, Iván Fandiño actuó por última vez en Madrid, alternando con los matadores Curro Díaz y David Mora, destacando su labor con el primero de su lote de nombre “Novelero”, de la ganadería de Parladé, al que el torero vasco brindó al rey emérito de España, don Juan Carlos de Borbón.
Todo parecía ir viento en popa para Fandiño, a quién por fin parecía que le sonreía la suerte, hasta que llegó el infausto día 17 de junio en Francia, pues al estar ejecutando un quite por chicuelinas al toro que le había tocado en suerte a Juan del Álamo, de repente tropezó con su capote de brega y el toro lo cogió de lleno, haciendo que perdiera el piso, y ya postrado en la arena el burel hundió su pitón derecho en la parte baja de la espalda.
El jefe de servicios médicos del hospital manifestó en su momento que había sido “imposible” salvarle la vida al torero, toda vez que los daños que había sufrido en el hígado, riñón y pulmones eran “irreversibles”.
Tal y como sucedió hace unos meses tras el fallecimiento de Adrián, el niño con cáncer que soñaba con ser torero, y el diestro español Víctor Barrio en la Plaza de Teruel, las redes sociales se han convertido en sitio de confrontación entre los taurinos y los que se hacen llamar antitaurinos, quiénes con argumentos o sin ellos, han vuelto a protagonizar una polarizada polémica sobre la fiesta brava, siendo lo más lamentable que las injurias, improperios y muestras de odio hayan llenado cientos de espacios en Facebook, Twitter, blogs y páginas diversas de la supercarretera de la información.
Cabe mencionar que los que se jactan de ser antitaurinos celebraron la muerte de Iván Fandiño, calificándolo incluso como “asesino”.
Esos comentarios ofensivos provocaron la molestia y el enojo de muchos personajes de distintos ámbitos culturales de España, así como de algunos toreros, tal como el hijo del malogrado torero “Paquirri”, muerto por un toro en 1984 en la plaza de Pozo Blanco.
Francisco Rivera Ordoñez, en un tono molesto, escribió en su cuenta de Twitter: “Me cago en los muertos de toda persona mala”, en respuesta a insultos y palabras ofensivas en contra de quienes ejercen la profesión de torero.
En respuesta a toda esta campaña de descalificación y muestras de odio hacia el torero fallecido, su familia y toda la gente involucrada en el ámbito taurino, muchas personas e instituciones, han pedido a las autoridades españolas, así como a la Policía y a la Guardia Civil de ese país, poner límites a estas deleznables acciones de los que se dicen defensores de la vida de los toros bravos, y quienes se han alegrado y vanagloriado por las recientes muertes en el ruedo.
Por lo pronto, la Fundación del Toro de Lidia anunció hace unos días que presentarán denuncias penales en contra de todas estas personas que abiertamente han manifestado en las redes sociales su beneplácito y alegría por la muerte de Iván Fandiño en el ruedo.
Por el contrario, autoridades, políticos, artistas, personajes del medio cultural, así como gente del “toro” han expresado sus condolencias a la familia del torero fallecido; desde el presidente del Gobierno español Mariano Rajoy, pasando por la familia real y cientos de personas, se han unido en torno al torero, pidiendo el mínimo de respeto a él y a sus familiares cercanos.
Ha sido una gran pérdida, que Dios tenga a Iván Fandiño en su santa Gloria. QEPD.
Twitter@AlbertoJoseHdzS