Como un viejo lobo de mar y de colmillo harto retorcido. Así es como respondió Carlos Slim a todo el ejército de inútiles burócratas que intentaron de mil formas derrumbar la joya de la corona del hombre más rico del orbe.
La edición 92 del partido más esperado por la afición al futbol en nuestra ciudad se viene el 11 de septiembre y aunque en este tipo de partidos las estadísticas salen sobrando, no cabe duda que Rayados llega como favorito.
Monterrey es el único invicto del Apertura 2010, con 12 puntos es el tercero de la tabla general y, por momentos, desplega un futbol espectacular, aunque su talón de Aquiles está en la defensa, sobre todo las jugadas a balón parado.
Víctor Manuel Vucetich sabe que sus Rayados tienen mejor plantel, dominan casi a la perfección su sistema de juego, pero su gran pecado es que por momentos rayan en la displicencia en los encuentros, pues son tan superiores a sus rivales que se creen invencibles y han pasado más de un susto en las seis primeras jornadas.
Por el lado de los Tigres, Ricardo Ferreti poco a poco ha ido moldeando un equipo equilibrado, con una defensa sólida, un medio campo eficiente, sobre todo en la contención, mientras que su mayor deficiencia es la delantera.
El Tuca tiene tres meses al frente de este grupo y en este poco tiempo se nota que los ha hecho trabajar al máximo, pues en la cancha se ve su mano, su forma característica de jugar y ya no son el “cheque al portador” que eran en las últimas temporadas.
Los felinos han ido escalando peldaños en la tabla porcentual, ya están colocados en la doceava posición y cada vez más se alejan de Necaxa, Jaguares y Querétaro, algo que debe tener satisfechos a jugadores, directivos y aficionados.
Si bien es cierto que al Derbi Norteño llegan sin haber conseguido buenos resultados en su último encuentro, tanto Monterrey como Tigres se van a enfrascar en el Clásico más parejo de los últimos torneos.
Rayados es favorito, pero enfrente tendrá a unos auriazules que venderán cara la derrota, que frente a sus aficionados querrán ligar su segundo triunfo en su cueva, luego de no haber ganado como locales en los nueve meses anteriores.
De este partido se habla desde que se conoce el calendario de juego, pero desde hoy es un hecho que será el tema de conversación en casi toda la ciudad, tanto en los lugares de trabajo como en los puntos de reunión de los regiomontanos.
Muchos ya se han aventado sus apuestas, nadie se quiere quedar fuera de la fiesta que significa este encuentro y quien no sepa del tema es catalogado como alguien que está “fuera de lugar”, pues ya sea en el mismo estadio, en las casas o restaurantes, el 11 de septiembre a partir de las 19:00 horas la ciudad se paralizará por completo durante más de 90 minutos.
Habrá que ver si Humberto Suazo ya se hace presente con un gol en estos partidos, pues aunque es la máxima figura rayada, el “Chupete” no ha podido anotarle gol a los Tigres y eso es una presión extra que no ha podido sacudirse el chileno.
Rayados tendrá la responsabilidad de hacer valer su condición de favorito, tanto por su capacidad de juego, por sus individualidades y las estadísticas, en tanto que Tigres jugará con esta situación y buscará aprovecharla para festejar al final.
Y es que aunque no jueguen, la realidad es que el Universitario tendrá un 75 por ciento de aficionados felinos en sus tribunas, pues ya desde hace varios años el porcentaje de boletos para el acérrimo rival es mínimo. Tigres tiene lo suyo para aspirar al triunfo. Principalmente por su sólido aparato defensivo, donde Juninho, Hugo Ayala, Israel Jiménez y Cirilo Saucedo ha mostrado una gran solvencia junto a la pareja de Jesús Molina y Antonio Sancho como escudos en la media cancha.
Lucas Lobos, Damián Álvarez e Itamar Batista tendrán que pesar como nunca al frente para aprovechar la debilidad de la zaga albiazul, en tanto que el “as bajo la manga” de los felinos podría ser el canterano Francisco Acuña, en quien su entrenador tiene una gran confianza.
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