Creo que lo mejor que le puede pasar a Samuel García Sepúlveda es que termine el sexenio de Cabeza de Vaca en Tamaulipas, pues en lo personal se me atora en la garganta el chicharrón de la Ramos cuando los veo juntos placearse en Nuevo León.
El ejecutivo naranja debe estar tendiendo puentes con su homólogo tamaulipeco electo, Américo Villarreal Anaya (MORENA/PVEM/PT), quien asume el 1 de octubre próximo, y empezar a dinamitar los que construyó con quien estará en serios problemas judiciales cuando se acabe el fuero que lo blinda.
Mientras eso pasa, en una semana asesinaron en Ciudad Victoria al periodista Antonio de la Cruz, crítico del gobernador de Tamaulipas, Cabeza de Vaca, y a la siguiente fue detenido el líder popular Octavio Leal Moncada por una orden de la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas. ¿Mucha coincidencia, no?
Cuando faltan poco más de 80 días para dejar su puesto, Cabeza de Vaca anda desatado buscando quién pague los platos rotos por la derrota de su candidato en las pasadas elecciones. Y ha usando al fiscal Irving Barrios Mojica a su antojo antes y después de los comicios del 5 de junio pasado.
Pero Toño de la Cruz no murió en solitario. El mismo día de su ejecución, el 29 de junio, también fue gravemente herida su hija Cinthia, de 23 años, recién egresada de la universidad y quien posteriormente falleció por las secuelas de un balazo en la cabeza.
El periodista, también encargado de prensa del diputado local de Movimiento Ciudadano, Gustavo Cárdenas Gutiérrez, dejó en sus publicaciones un rastro sobre quién o quiénes pudieran ser los autores intelectuales que contrataron a un asesino solitario que huyó en una motocicleta tras vaciar su arma de fuego contra padre e hija.
Toño llevaba la cuenta regresiva sobre los días que le quedaban a Cabeza de Vaca como “el peor gobernador que ha tenido Tamaulipas”, escribió antes de su ejecución. Y durante la campaña se refirió a Barrios Mojica como un funcionario que se dedicó a perseguir a militantes de MORENA.
Sobre Leal Moncada la historia tiene su origen reciente en 2016, cuando en la campaña de Cabeza de Vaca para gobernador posaban sonrientes, pues el líder del grupo de autodefensas conocida como La Columna, en los municipios limítrofes con Nuevo León, lo respaldó para ganar los comicios.
En fotos que circulan en redes sociales se pueden ver juntos a Cabeza de Vaca, a Leal Moncada y César Verástegui como secretario de gobierno de Tamaulipas, quien el 5 de junio contendió y perdió la gubernatura contra Américo Villarreal Anaya.
El líder popular estaría libre seguramente si su respaldo hubiera sido para “El Truko”; sin embargo, le dio la espalda a su ex amigo Cabeza de Vaca quien, sin prisas, esperó el momento para solicitar el apoyo de Nuevo León para consumar la detención, acusado de asesinato, este martes 5 de julio en Monterrey.
En respuesta y exigiendo su liberación, el miércoles 6 de julio simpatizantes del dirigente popular bloquearon por horas la carretera Monterrey-Ciudad Victoria en los dos sentidos, sin intenciones de ceder en su petición, simplemente porque están seguros que detrás de esa acción está la mano del gobernador.
Y todavía faltan más de 80 días para el relevo en el Palacio de Gobierno de Tamaulipas. Sin descartar que falten peores acciones penales de Cabeza de Vaca inventado delitos contra quienes osaron en desafiarlo al no apoyar al PRIAN.
Hace días, durante la mañanera en Palacio Nacional, Pablo Gómez Álvarez, quien fue presidente de la comisión instructora de la Cámara de Diputados que aprobó su pendiente desafuero, sonrió cuando le preguntaron los reporteros: “Cabeza de Vaca es un escándalo”.
El diputado con licencia, actual titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), dijo que las acusaciones sobre Cabeza de Vaca por usar recursos de procedencia ilícita fueron analizadas en su anterior cargo que dieron pie al desafuero.
Mientras tanto, en la Federación están cruzados de brazos, como si el gobernador -contra quien hay una solicitud de desafuero y una investigación de la Fiscalía Federal de la República por corrupción-, no hubiera tenido cómplices. ¿Mucha sospecha, no?ϖ
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