
Cuando parecía que todo era paz y tranquilidad en el Palacio Municipal de Monterrey, el alcalde Adrián de la Garza decidió evaluar el trabajo presentado y realizar una serie de modificaciones en su gabinete que no solo transforman la estructura de su gobierno, sino que inyectan una fuerte dosis de especulaciones políticas de cara a la aún lejana sucesión.
Para estos cambios De la Garza decidió echar mano de donde mejores perfiles tiene: el Congreso del Estado. Primero anunció que Ivonne Álvarez, exsenadora, excandidata al gobierno del estado y, a partir del primero de mayo, exdiputada local por el Distrito I, se convertirá en la nueva directora general del Sistema DIF Municipal.
Por medio de sus redes sociales, el alcalde informó que Álvarez viene a reforzar el trabajo que su esposa, Gaby Oyervides, está realizando al frente del instituto. El edil no perdió la oportunidad para manifestar su reconocimiento y agradecimiento a Xóchitl Loredo por la labor desempeñada al frente de la Dirección General del DIF, además de anunciar que seguirá dentro del equipo municipal en un cargo que se dará a conocer en próximas fechas.
Pero, ¿qué representa en términos políticos la llegada de Álvarez a un cargo con tanto roce social como la dirección general del DIF? Muchísimo, pues no se necesita ser un genio en esto de los mensajes cifrados para comprender que, al ocupar este puesto, Álvarez se coloca al frente de la lista de posibles candidatos para relevar a De la Garza en la presidencia municipal de Monterrey, dado que el actual alcalde encabeza la fórmula del PRI y el PAN a la gubernatura del estado.
La inclusión también viene a generar bastante ruido a las aspiraciones de la diputada local Lorena de la Garza, quien es la favorita de Francisco “Paco” Cienfuegos para convertirse en la abanderada del tricolor a la presidencia municipal capitalina.
Para nadie es un secreto que, desde hace meses, De la Garza ha sostenido una intensa precampaña con una sólida presencia en redes sociales, donde un día sí y el otro también agarra de piñata al gobernador Samuel García. Pero, como Instagram no es todo en la vida, Lorena también ha encabezado recorridos, reuniones y eventos en las colonias que conforman el Distrito Electoral Número 8, con cabecera en el sur de Monterrey.
Algunos que dicen entender esto de la grilla y la tenebra juraban y perjuraban que las aspiraciones de Lorena se basaban en un pacto secreto entre Adrián y Paco para que el segundo llevara la mano al decidir la identidad del candidato a la alcaldía. Sin embargo, ahora que Ivonne llega al gabinete, Lorena tiene una sombra muy grande encima y habrá que ver qué decide hacer: si incrementar su presencia en las colonias o replegarse, aceptando que el único elector en la próxima sucesión es el inquilino de la oficina del presidente municipal.
Pero no vayan a creer que este es el único cambio que ha sacudido la administración regiomontana. Otro arribo ha generado ruido en una importante secretaría del Ayuntamiento. Aunque ya se había anticipado desde hace meses, la llegada del ahora diputado local con licencia Rafael Ramos evidencia el debilitamiento que ha sufrido la figura de Karina Barrón, secretaria de Desarrollo Humano e Igualdad Sustantiva en el Ayuntamiento.
Porque es cierto: el alcalde no ha anunciado qué puesto ocupará Ramos, pero quienes lo conocen lo ubican como el encargado único y exclusivo del manejo de todas las políticas de apoyo social por parte del Ayuntamiento de Monterrey, como la llamada Tarjeta Regia y otras ayudas. Esto, considerando su experiencia en el manejo de estos programas, donde siempre dio buenos resultados a Adrián.
Pero, ¿cuál sería la intención de debilitar a Barrón al frente de una de las dependencias más grandes del Ayuntamiento? La respuesta, aseguran fuentes internas, es el excesivo autoprotagonismo que la funcionaria ejerció en sus redes sociales personales, violando una regla no escrita: la única estrella en Facebook, Instagram y X (antes Twitter) es el alcalde.
Informantes bien enterados reportaron que la presencia de Barrón en redes fue tan abrumadora que, en un momento, un funcionario de alto nivel —muy cercano al alcalde— le llamó la atención con tono de orden para que redujera su visibilidad.
Por si fuera poco, otra situación que disgustó a las altas esferas fue que Barrón evitaba involucrarse en el trabajo de los directores de las áreas bajo su secretaría. Se dice que rehuía las reuniones semanales que, en teoría, todo secretario debe tener con su equipo para supervisar avances. “Ustedes hagan lo suyo, saben lo que hacen”, era la excusa que repetía cuando la invitaban a juntas o un director solicitaba audiencia.
¿Qué pasará con Barrón? Esa es la duda que se analiza en el war room de la presidencia municipal, considerando que la exdiputada es proclive a cambiar de partido cuando se enoja. Ya fue panista, se declaró independiente, militó en MC y ahora está en el PRI. Un nuevo salto no se descarta si un relevo la saca de la administración. Ese es el riesgo que sopesan en Monterrey.
También dio nota el alcalde de Guadalupe, Héctor García, quien hace unos días entregó la presea “María Elena Chapa” a un grupo de mujeres de la entidad, honrando el legado de una figura clave en la defensa de los derechos de las mujeres en Nuevo León y México.
Entre las galardonadas estuvo la secretaria de Igualdad e Inclusión, Martha Herrera, reconocida por su contribución a la transformación social, los derechos humanos y la igualdad de género. Herrera recibió la presea en la categoría Compromiso Cívico, que destaca a quienes impulsan cambios desde el activismo y la participación ciudadana.