
Lunes 9 de mayo
La tarde del 31 de marzo, cuando desapareció, Yolanda Martínez fue a meter una solicitud de trabajo. Antes, había impreso su CV en un negocio cerca de la casa de su abuela en la colonia Constituyentes de Querétaro, en San Nicolás de los Garza.
En una bolsa llevaba ropa de niño, de niña y de mujeres que la iba a vender en unos mercados rodantes a donde acostumbra a ir para tener ingresos y sostener los gastos de su hija de cuatro años.
No era una maleta la que se observa en un video. También es falso que trataba de huir de su casa, dejando abandonada a la niña de cuatro años.
Era una bolsa de la marca Mary Kay, productos que también vende, con la ropa que extendería en uno de los dos mercados a donde iba: uno en San Nicolás, y otro en Guadalupe. Se desconoce con precisión a cuál acudiría.
Ya ha pasado un mes y casi diez días de la ausencia de Yolanda. Su familia la sigue buscando. Mientras, este domingo 8 fue localizado el cuerpo de una mujer en Juárez, a 3.7 kilómetros de su casa ubicada en la colonia Hacienda El Refugio.
La familia y amigos están incrédulos de que sea Yolanda, pues la descripción de la señora que hizo el hallazgo sobre la vestimenta y otros objetos que vio en el lote, contrasta con la versión que dio esta mañana la fiscal Griselda Núñez.
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En 20 minutos el cuerpo de Yolanda Martínez será entregado a la familia quien se pregunta: ¿por qué tan rápido? Los hermanos tienen dudas de que se trate de ella porque, dicen, las prendas de vestir del cuerpo hallado ayer en Juárez solo las vieron dentro de bolsas de plástico. Está pendiente las capillas donde será despedida la mamá de 26 años que deja huérfana a una niña de cuatro. Y devastada a toda la familia Martínez Cadena.
Martes 10 de mayo
Yolanda Martínez NO llegó ese 31 de marzo a su casa donde vivía con su abuelita, su papá y sus hermanos en el municipio de Juárez. No se despidió de ninguno de ellos “antes de suicidarse”, como dejó entrever anoche la Fiscalía General de Nuevo León.
De la modesta casa al predio de la colonia Los Huertos donde fue hallado su cuerpo el domingo 8 de mayo, hay una distancia de menos de 4 kilómetros. Y para llegar a ese punto debió tomar la carretera San Mateo en transporte, taxi o servicio de aplicación, pero difícilmente a pie.
Al acercarse al punto pidió al chofer voltear o bajarse en la esquina de la calle Hortelanos. Es una zona con árboles chicos y medianos que sirve para tirar basura y recoger leña. Si entra una persona desaparece de la vista de la gente. Hay también quintas privadas.
Si no llegó en transporte, Yolanda debió caminar por una estrecha banqueta, pasar una quinta y un vado, y adentrarse al lote sola o sometida por alguien para perder la vida. Se ignora si gritó, pues de haberlo hecho alguien la hubiera escuchado porque las primeras casas habitadas y negocios están a unos 100 metros.
En su casa, su abuelita paterna descarta haber visto algo extraño en su nieta que la hubieran orillado al suicidio. Ese lunes 28 de marzo salió rumbo a San Nicolás a ver a su abuela materna y nunca más volvió. La manta con su foto en la Alerta Amber sigue colgada en el exterior de la pared bajo un toldo azul. ϖ
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