
Va una idea que a lo mejor no le agrade a muchas personas: ¿por qué no prohibimos el WhatsApp?
Suena controvertido y poco popular, pero vamos viendo algunos datos que nos permiten ver el tema de otra forma: esta red social, y algunas otras, han hecho más mal que bien en la sociedad mexicana.
Y van las evidencias:
Número uno: fue por WhatsApp por donde varias comunidades del centro del país fueron azuzadas para linchar a presuntos roba chicos que luego resultaron ser encuestadores, o campesinos.
Evidencia dos: fue por esta vía como se convocó a los residentes del poblado de Hidalgo para robar gasolina del ducto que horas más tarde explotó dejando más de 100 muertos, una de las peores tragedias en la historia del país.
Prueba tres: una cadenita de WhatsApp -de ésas que nos mandan nuestras tías-, fue la que provocó el desastre en que está convertido el abasto de gasolina en varios estados de la República.
Si con esto no se convencen que el WhatsApp hace más mal que bien a la sociedad mexicana, entonces no sé qué lo puede hacer.
Pero ok, vamos hablando en serio. Por supuesto que nunca apoyaría cualquier tipo de censura. Pensar siquiera en que esto sea posible me parece una aberración.
El punto que quise demostrar es que algo está muy dañado en la sociedad mexicana.
Si no fuera así entonces que alguien me diga ¿por qué diablos le creemos más al tuitero cachetes78 que a las autoridades?
Cualquier persona alegaría que es porque el gobierno es corrupto y todos los políticos mienten.
Ni como ayudarlos. 30 años del PRI y el PAN en el poder dejan muy mal parada a la clase política y los ciudadanos, que ya le soplamos hasta al jocoque, preferimos creer que una invasión marciana se esta robando la gasolina que al hecho de que la distribución se ha retrasado porque unos delincuentes le metieron taladro a un ducto.
No digo que confiemos ciegamente en quienes nos han dado de palos toda la vida, se trata de asumir nuestro rol de ciudadanos inteligentes.
Porque así como somos muy buenos para enterarnos de conspiraciones, fraudes electorales, planes maestros para robarse hasta el aire, debemos de estar conscientes de que en internet existen personas especializadas en crear pánico, asustar a la gente, movilizar con un rumor.
Hay quienes lo hacen pues, como dicen, sólo quieren ver el mundo arder, sin embargo existen otros que aplican sus “talentos” siguiendo la oscura agenda de un grupo político o económico.
Piénsen un poco: ¿a quién le conviene más que la estrategia contra el robo de combustible pierda el apoyo popular?
Si en México todos se asustaron con una cadenita de WhatsApp e intentaron llenar sus tanques de gasolina al mismo tiempo, obvio que no había abasto que aguantara.
Cuando queremos, los mexicanos podemos unirnos alrededor de una causa común. Lo hemos demostrado a lo largo de los años.
Si nos unimos y usamos un poco el cerebro no habrá chisme, rumor o fake news que nos aguante.