De entrada ofrezco una disculpa al puñado de personas que pudieran estar leyéndome pues en esta ocasión voy a hablar de política.
La gente, especialmente en redes, vomita todo lo que tenga que ver con partidos políticos, candidatos, precandidatos, grillas y elucubraciones relacionadas con el próximo proceso electoral que se vivirá en Nuevo León, donde se elegirá al nuevo gobernador del Estado.
Aún así y aunque sea bastante impopular, vale la pena platicar un escenario que podría vivirse en Nuevo León y que marcaría el destino de la entidad, al menos durante los seis años que duraría el sexenio del próximo (o próxima) inquilino del Palacio de Cantera.
Se trata del mentado PRIMOR, una alianza ente el PRI y MORENA, misma que en el papel se ve imposible pero, y aquí está el detalle, podría darse en la entidad.
La cosa está más o menos así: todas las encuestas serias, incluyendo la de El Norte que rayó en la jalada de cabellos, colocan al senador Samuel García como el aspirante más fuerte en la carrera por el gobierno del Estado.
Independientemente de los gritos y sombrerazos de quienes odian al “Senatore”, que son muchos, ni quién lo niegue; algo tiene este joven político que le está gustando a los electores regiomontanos, lo que se está reflejando en las encuestas.
Hay que señalar que en todas las mediciones serias el “Senatore” aparece como el favorito, más no así el Movimiento Ciudadano. O sea: si se trata de preferencia por partidos, MORENA vapulea al MC, sin embargo cuando le metemos nombres a la cosa, los números cambian dramáticamente.
Lo curioso de estos escenarios es que García y el Movimiento Ciudadano podrían ganar solos la gubernatura, el asegún es que lo harían con un margen bastante cerrado por la participación del PAN y MORENA.
Quienes le saben a esto de la grilla aseguran que para “amachinar” la silla, García necesita pactar con el PAN, algo que se ve bastante improbable pues los albiazules tienen sus propios intereses y en su cúpula existe la idea que aún falta mucho y tienen posibilidades de ganar con sus candidatos propios.
Aquí es donde se abre la posibilidad de la imposible alianza entre PRI y MORENA, partidos donde se vive una situación bastante particular.
En el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador dos mujeres dominan el escenario: la diputada federal Tatiana Clouthier y la alcaldesa de Escobedo, Clara Luz Flores, quien aunque es priista, no tiene el apoyo de la cúpula de su partido, pero sí de los que mandan en MORENA, donde la quieren harto.
Es cierto, los que siguen a Tatiana hacen mucho ruido en redes manifestándole su apoyo, sin embargo las señales que manda la legisladora es que no le interesa participar en pos de la gubernatura… algo ha de saber.
Mientras tanto, en las filas del PRI, podría darse la posibilidad de que los tricolores vieran los números, comprendieran los escenarios y decidieran aceptar la realidad: que la única que les da posibilidades de competir es la alcaldesa de Escobedo…. que lo hagan es otra cosa.
Si al final el PRI se doblega a las decisiones de su cúpula y mandan a Adrián de la Garza, Francisco Cienfuegos y hasta Idelfonso Guajardo, entonces Clara Luz tendría luz verde para renunciar a su militancia tricolor y ser acogida por los Morenos.
Total que no importa en por qué partido sea, la participación de la alcaldesa de Escobedo generaría que un sector muy importante del priismo y de MORENA, alentados por negociaciones con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, decidieran unirse en una alianza de facto que buscaría poner a Clara Luz en el Palacio de Cantera.
Es cierto, sin importar por qué partido contendiera la alcaldesa, el PRI y MORENA se irían con candidatos propios… pero eso sólo sería para cubrir las formas pues, el verdadero apoyo, estaría en los esfuerzos de Flores Carrales.
Que el PRI pacte con MORENA, con el PAN y hasta con el mismísimo Diablo no sorprende a nadie, el canibalismo está en su ADN y con capaces de ofrecer en sacrificio a sus hijos a cambio de sacar algo a cambio.
Por eso el PRIMOR no es imposible en Nuevo León, porque los priistas saben que es la única oportunidad para acomodar sus fichas en el próximo sexenio y, además, darse el gusto de derrotar al “Senatore”, a quien odian con odio jarocho.
A lo mejor ando alucinando. A lo mejor el café venía muy cargado y las cosas suceden de manera diferente.
Sin embargo ¿qué tal y sí pasan como les digo?