Estaba El Apuntador un día de pandemia todo apanicado sin querer agarrar el control remoto de la televisión de 120 pulgadas (¿a poco hay otras?), cuando se enteró de las medidas tan drásticas que tomaron TV Azteca y El Horizonte, que ya están pegando en los bolsillos de los empleados más vulnerables.
Porque han de saber estimados lectores de esta columneja -que pone de malas a algunos y de buenas a otros-, que la empresa del hermano del odiado Ricardo Salinas Pliego no redujo el salario a todos por igual, sino que los de arriba seguirán cobrando al 100 por ciento sueldo y premios.
Algunos reporteros, fotógrafos y camarógrafos de las dos empresas, y que El Apuntador omite su nombre porque pudieran ser despedidos, desde la última quincena de marzo sólo recibirán entre el 20 y 60 por ciento de su salario. ¡Aunque usted no lo crea!
Ante esa brutal medida tomada por Luis Padua, director de El Horizonte conocido en el gremio como El Chorizonte, tuvo que intervenir el sindicato para medio apaciguar los ánimos tan caldeados y estaban negociando evitar que los empleados del área de noticias y sus familias mueran de hambre en vez de por COVID-19.
La excusa perfecta de TV Azteca y del periódico de los Salinas Pliego fue que ante la contingencia sanitaria iban a reducir las horas de trabajo para no exponer a quienes salen a la calle a reportear. Y de paso el salario se iba a rasurar hasta nuevo aviso.
Y en el tema de avisos, El Horizonte días atrás dejaría de circular gratuitamente la versión impresa (porque siendo honestos: nunca tuvo éxito su venta al público), argumentando -¡aplausos!- que no quería poner en riesgo al personal encargado de distribución.
En el canal de la Colonia México los más privilegiados fueron los considerados “talentos”, es decir, los conductores de noticias, espectáculos y deportes que recibirán el 80 por ciento de su nómina, trabajarán desde sus casas y grabarán sus segmentos vía celular.
Y a como están las cosas en TV Azteca, Julio César Cano se fue a tiempo despedido y con una buena indemnización, y está gozando de un salario seguro -hasta el momento- tras ser contratado por Canal 28.
Por su parte los reporteros, camarógrafos, switchers, conductores, productores y tituladores de Televisa Monterrey siguen yendo a las instalaciones de Privada Pipo y Escobedo, pero el resto del personal, entre ellos editores de noticieros y de redes sociales, están haciendo home office con reglas claras de cumplir su horario de labores.
Las chicas del “piernóstico del tiempo” también hacen sus segmentos desde su bendita casa. Y aquellos empleados con diabetes, sobrepeso, problemas de corazón y otras enfermedades dejaron de acudir personalmente.
Otros espacios de la barra de lunes a viernes encabezados por Gerónimo, Recta y Oscar Burgos, entre otros, se dejaron de transmitir en vivo y se están repitiendo programas pasados. Y de tres estudios solamente quedó habilitado el A.
Ricardo Azcárraga, director general de Televisa Monterrey, fue claro en el tema salarial y mandó un mensaje a los casi 400 empleados de que la quincena es sagrada e intocable, y que nadie sufriría una rasurada durante la contingencia por la pandemia.
Donde el personal también ha sido protegido por el compadre del Apuntador, Francisco “Pancho” González, es en Multimedios, donde la mayoría de los empleados de todos los departamentos hacen home office.
Por lo mismo no es extraño ver trasmitir desde su casa, aparte porque por su edad tiene mayor riesgo, al arquitecto Héctor Benavides en Telediario vespertino-nocturno. Lo mismo hace Josué Becerra, titular del segmento noticioso matutino.
Sin embargo, el domingo 6 de abril los pocos trabajadores que acuden a las instalaciones de la Colonia Roma de Monterrey entraron en pánico cuando se confirmó que un camarógrafo resultó positivo al COVID-19.
Y como en Hora Cero somos éticos y protegemos la identidad de las personas cuando pueden estar en riesgo, el consejo editorial decidió omitir el nombre del empleado. Sólo se puede agregar que los miembros de su familia y compañeros de Multimedios están siendo monitoreados por la Secretaría de Salud para evitar mayores contagios y ponerlos en cuarentena.
Ojalá Multimedios sea una empresa responsable y tome con mayor seriedad el problema y active una estrategia para informar a la comunidad en general, alertando a personas que estuvieron en contacto con el camarógrafo fuera de sus instalaciones.
Aunque para ser verdad este columnista lo duda. Pero eso sí, si el contagiado de Coronavirus fuera un hijo de vecino ya estuviera su nombre, apellidos y edad en los noticieros y portales de Multimedios por órdenes del casi Premio Nobel Víctor Martínez, su director de información.
Porque han de saber que Multimedios insiste ante las autoridades de Salud del Estado que encabeza el secretario Manuel de la O Cavazos, en conocer la identidad de contagiados y fallecidos. ¡No tienen mother!
En descargo de la empresa, hay que decir que no en todos los casos actúa tan irresponsablemente. Ahí está el ejemplo de Rodrigo Rico, conductor del Telediario Guadalajara, quien en plena pandemia se fue de vacaciones en un crucero por Estados Unidos y cuando quiso regresar a trabajar, ya no lo dejaron.
Hoy Rodrigo está en su casa, en cuarentena, rezándole a San Goloteo que no vaya a presentar síntomas de la enfermedad.
Por cierto, el nuevo coordinador de Comunicación Social del gobierno estatal, Hugo Díaz de León, pidió a De la O Cavazos obsequiar tapabocas a reporteros, fotógrafos y camarógrafos que cubren diariamente las ruedas de prensa en Palacio de Gobierno donde se actualizan las cifras. Ojalá prospere la petición.
Y ahora sí la gustada pregunta de la quincena: ¿por qué Multimedios ha sido tan celoso de la identidad de su enfermo de COVID-19?
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