
Estaba un día tratando El Apuntador sacando del baúl de los recuerdos las estatuillas ganadas por ser el columnista más odiado (por unos) y aclamado (por otros), cuando supe de la entrega del Premio Anual de Periodismo “Francisco Cerda Muñoz 2014” y el Reconocimiento a la Trayectoria Profesional Periodística que otorga la Asociación de Periodistas de Nuevo León, A.C. “José Alvarado Santos”.
Pues bien, por primera vez en muchos años este evento no tuvo el patrocinio de la Rectoría de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), misma que se apolingaba pagando el titipuchal de trofeos y pagaba más de 100 desayunos a gorrones, galardonados, familiares e invitados especiales que asistían a la Biblioteca Magna.
Al acto también acudía el rector en turno en tiempos de José Antonio González y Jesús Áncer Rodríguez. Sin embargo, como los tiempos de austeridad llegaron a la Máxima Casa de Estudios, esta vez fue la Facultad de Ciencias de la Comunicación la que salió al quite para ser sede el lunes 22 de febrero pasado.
Y en vez de la presencia del rector Rogelio Garza Rivera que se ausentó por atender asuntos más relevantes dentro de la UANL, en su representación asistió el director de comunicación institucional, Héctor Alvarado Lumbreras, también catedrático de la institución.
Tras bambalinas, los comentarios fueron de que la presencia de Alvarado Lumbreras, pero sobre todo la ausencia de Garza Rivera, entró como una daga ardiendo en el pecho del director de la FCC, Mario Rojo, quien hace como que la virgen le habla, y haciéndose como que perdió la memoria, de no haber apoyado al nuevo rector en el proceso de selección.
Vaya, para quienes entienden bien las reglas del juego dentro de la UANL, Rojo lleva horas extras al frente de la FCC, pues debió de presentar su renuncia irrevocable por motivos personales o de salud, una vez que Garza Rivera salió rector con el humo blanco, tras apoyar a su principal contrincante actual presidente de la Comisión Estatal Electoral (CEE).
Con un poco de vergüenza Rojo debería hacer sus maletas y demostrar a estudiantes y planta docente que regó “requetefeo” el tepache. Pero se mantiene agarrado a un chorro de agua hasta que el inquilino del octavo piso de Rectoría agote su paciencia y ordene su desalojo para sentar a una persona que fue leal a su candidatura.
¿Cuándo sucederá la destitución disfrazada de estudios de posgrado de Rojo al extranjero? Esa es la principal duda y queja de maestros.
Por lo pronto la asistencia de Alvarado Lumbreras como representante del rector levantó más polvo que las tolvaneras en el cerro de Las Mitras.
Volviendo al tema inicial, el criterio para seleccionar a los ganadores y reconocidos periodistas será siempre el prieto en el arroz para el presidente vitalicio de la Asociación de Periodistas de Nuevo León, A.C., Jesús Oscar González Medina.
Porque es muy extraño que los miembros del jurado -si realmente existe- agarran de chile, manteca y dulce, es decir, de todos los medios de comunicación para garantizar su cobertura. En fin. Y no se trata de cuestionar la trayectoria de algunos periodistas como Francisco Cobos, corresponsal de Univisión, para nada, que merece mucho más.
Y como cada año, la Red de Periodistas de Nuevo León, A.C. entregó el Premio Anual de Periodismo “Francisco Cerda Muñoz” a destacados informadores de la localidad por su labora en 2015. En esta ocasión la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UANL, alma máter de la mayoría de los reporteros en la talacha, fue la sede del evento, que al parecer los celebrará cada año, gracias a un convenio que se hizo con el director de la institución, Mario Rojo.
Durante la ceremonia, uno de los más ovacionados fue precisamente Cobos, quien también se hizo acreedor de una beca de grupo Femsa para estudiar una especialización.
Quien no dejó la cámara ni siquiera para recibir su galardón fue el siempre simpático y bonachón Carlos Rangel. El fotógrafo de Milenio no sólo subió al estrado con su “arma” de trabajo, sino que incluso lanzó flashazos a los miembros del presidium y asistentes, antes y después de recibir su reconocimiento. Eso es traer la camiseta bien puesta y no desaprovechar oportunidad para hacer lo que más te gusta.
Al que al parecer no le gustan mucho los aplausos o no está acostumbrado, es el fotógrafo Félix Vásquez Moreno porque como flash corrió por su reconocimiento apenas al escuchar su nombre. El ex Norte ni siquiera bajó por la escalerita instalada para la salida, simplemente regresó por donde mismo con marcado nerviosismo. No hay que ser ranchero, Félix.
En total se entregaron 19 reconocimientos a la trayectoria y 12 más a los ganadores de diversas categorías, quienes recibieron un reconocimiento de la mano de Luis Javier Solana, uno de los delegados del Consejo Ciudadano del Premio Nacional de Periodismo que también dijo presente al desayuno con los comunicadores.
Por cierto, poquito después de que terminó la ceremonia de premiación, Rojo pidió a los asistentes a que lo acompañaran a la develación de un mural en el área de fotografía de la institución, pero tremenda sorpresa se llevaron los invitados al percatarse que “el mural” no era una pintura u obra de arte, sino una oda al ego del director.
Y es que, si se le ve con detalle, el mural está compuesto por fotografías de “eventos” y “personajes” que han acudido a la FCC, pero casualmente en casi todas aparece Rojo posando “así como que no se da cuenta”.
¿Habrá sido casualidad?
DE QUE TE VAS Y TE VAS…
Un nuevo malestar se gesta al interior de Milenio Diario de Monterrey debido al extraño retorno de Diego Enrique Osorno, reportero que surgió de esa cantera hace más de una década.
Resulta que en días pasados en una reunión de jefazos con la tropa que sale a la calle a sudar la gota gorda en pos de la chuleta, o mejor dicho: la noticia, fue informado que Osorno junto con otro de apellido Fourcade y de apelativo Santiago, serán los coordinadores de lo que será una re-re-reedición de un equipo de investigaciones especiales a nivel nacional.
¿Qué alguien me explique? ¿Acaso Milenio Diario en la capital del país no tiene ya un equipo igual? Y sobre todo, ¿para qué duplicar funciones si los reporteros de la media docena de plazas en las que se edita este matutino pueden desplazarse a las zonas de interés cuando sea necesario?
Bueno, esos son los argumentos que Carlos Marín manejó hace años para justificar el que sólo existiera un Milenio nacional y las plazas replicarán lo que en el ex Distrito Federal (ahora se llama Ciudad de México, remember Luke), y cancelar el que cada redacción tuviera enviados especiales o sencillos o doble whooper a las áreas de conflicto.
Por eso, “me no entender” el que decidan hacer desde Monterrey coberturas nacionales, cuando las cancelaron hace años por caras e inoperantes. Bueno, es una forma de justificar viajes y gastar viáticos a expensa de una empresa, y publicar libros y mandar colaboraciones al extranjero a costa de las finanzas de tu empresa.
Pero bueno, también es el pretexto ideal para darle chamba a Fourcade, quien ha sido desplazado lo mismo de Milenio Diario de Monterrey que del Telediario o de Multimedios Radio, pero ahí sigue, vivito y cobrando pues.
Eso sí, el argentino ya se naturalizó por méritos propios mexicano y mejor aún, ya es tapatío aunque viva en Monterrey; fue enviado al lado de Marcela Perales a realizar la cobertura de varias actividades del Papa Francisco, donde demostró de qué está hecho: según nos cuenta y lo que vimos en televisión, muy al estilo Jalisco, cuando pierde arrebata, le quitó a la reportera sus enlaces para televisión pese a que ella los reporteó, con tal salir a cuadro. Pero es un hombre sencillito, che.
De Osorno, bueno, regresó a su casa después de un ir y venir escribiendo reportajes y libros. Un ejemplo de que no todo lo que brilla es oro en las casas editoriales y para sobrevivir en esta vida hay que volver a trabajar y estar en la nómina. Tiene talento, de eso no hay duda.
IMITADORES
En Grupo Radio Alegría que también edita ABC el periódico de la familia Estrada, decidieron copiar lo que hace uno de sus acérrimos competidores, Dominio Digital dirigido por Mario Gámez.
No, no fue copiar su portal digital ni mucho menos su línea editorial. Vaya, incluso ni los horarios ni las temáticas propias que a veces, decimos a veces, aborda el ex conductor de Info7 de Azteca Noreste.
Lo que hicieron el think tank, mejor conocido como expertos de la noticia de la empresa GRA ABC, fue rotar a todos sus reporteros de las fuentes que comúnmente tenían hasta hace unos días. La justificación es airear a sus empleados para que no caigan en los clichés o en tedio. Pero la verdadera razón es que se piensa que puede haber moches o tratos en lo oscurito entre algunos jefes de prensa y los reporteros. Ve tú a saber cuál es la verdad histórica.
A quien removieron de la cobertura del Congreso del Estado como fue informativa es a Fernanda Ares, reportera de la sección local de El Norte. Dicen que fue porque no dio ni el ancho ni el largo, ni el alto en los menesteres de conseguir las notas exclusivas con los legisladores. Vaya, dicen las malas lenguas que hasta las rolas más sencillas no las bateaba.
El lugar de Ares, quien egresó de las fuerzas básicas de El Porvenir y tuvo un paso efímero por el ABC y GRA antes de emigrar de la calle Madero cruz con Diego de Montemayor al edificio de Washington y Zaragoza, es Miriam García, con larga cola de experiencia, mucho colmillo y más de 20 años de conocerle a los asuntos legislativos. Esperan los norteños, ahora sí poder dar el ancho con este cambio.
Por cierto, muros para adentro del periodicote se habla de lo mal que han seleccionado en diversas secciones a las nuevas adquisiciones como reporteros, los cuales distan mucho de haber salido con la preparación y la confianza y certeza que en anteriores generaciones del Taller de Periodismo de El Norte impusieron como estándar de calidad.
¿Acaso ya cumplió su ciclo esta que era un área prioritaria de la empresa de Alejandro Junco y herederos por demostrar que él y quienes él elegía podía imponer las reglas del periodismo no sólo en Monterrey sino en el resto del país? Sólo ellos deberán analizar qué pasa en realidad.
Por cierto, es curioso que un no Egresado del Taller de Periodismo es Juan Carlos Rodríguez, quien prácticamente se ha convertido en el ajonjolí de todos los moles, es decir, anda en casi todas las coberturas importantes que destaque el periodicote.
LES LLOVIÓ Y FEO
Al área de prensa de Gobierno del Estado le llovió en su milpita después de que ocurrió el motín en el Penal del Topo Chico, cuando por error enviaron un comunicado a todos los medios de comunicación informando de un exitoso recorrido efectuado por reporteros a las instalaciones de ese centro de reclusión.
Lo malo de este incidente es que sólo fueron convocados un puñado de medios de comunicación, entre televisoras nacionales y locales y extranjeras, enviados especiales de agencias de noticias y unos cuantos periódicos de la localidad.
Por WhatsApp y por diversas redes sociales los periodistas excluidos, relegados, ninguneados o menospreciados por las autoridades estatales, criticaron no sólo la selectividad de la invitación a la cobertura, sino la poca o nula sensibilidad de quienes enviaron el comunicado que reza así:
“Por primera vez en más de 12 años las puertas del Penal del Topo Chico se abrieron para los medios de comunicación.
“A menos de una semana del motín en el que 49 reos perdieron la vida, el Gobierno independiente facilitó el acceso a periodistas para que constataran cómo la paz regresó al centro penitenciario.
“Reporteros, fotógrafos y camarógrafos recorrieron las instalaciones del penal y tuvieron contacto directo con los internos, a quienes pudieron entrevistar para verificar sus condiciones.
“Durante el recorrido por todas las áreas del centro penitenciario los reporteros observaron los trabajos de rehabilitación que realizan los propios reos, los talleres de trabajo y las actividades al aire libre”.
UNA TRAS OTRA
Un día sí y otro también, y ya se perdió la cuenta de cuántas quejas lleva en su contra. Vaya, a tal grado llegar el malestar de quienes con él cubren la fuente que están decididos a darle una prueba de su propio chocolate.
Resulta que el reportero de RTN Canal 28, Armando Zúñiga, ha llegado al colmo de abusos y prepotencias que quienes están cerca de él en el Congreso del Estado ya advirtieron que una más, y lo sacan a la fuerza.
El veterano reportero, quien ya ronda los 30 años de andar pululando por las fuentes informativas, hace semanas se enfrentó y reto a golpes con un reportero corresponsal de varios medios, y que si no priva la cordura y entran a mediar funcionarios y guardias del Congreso, el incidente menor termina en tragedia.
La última –o más reciente– de Zúñiga fue agredir, insultar y casi amenazar con golpear a una reportera de la revista Equidad. Sólo porque hubo intervención de terceros, si no la agresión terminaría en baño de sangre.
Vaya, es tan molesto y desagradable por su comportamiento abusivo y altanero, que por órdenes de la directora de Comunicación Social del Estado, Diana Adame, y a petición de muchos funcionarios que fueron agredidos u hostigados por Zúñiga, se decidió impedirle el acceso a Palacio de Gobierno o acudir a cubrir cualquier actividad del gobernador.
Por cierto, siempre sí hubo despidos en Radio Nuevo León, saliendo en una primera parte de una larga lista de próximos despedidos Axel Solís, Milo Cruz y Mauro Morales, junto con otro personal con funciones técnicas o administrativas.
Pero la guillotina seguirá y quizás alcance a decenas de empleados más de TV Nuevo León.
SUS PRIMEROS 30 AÑOS
Por cierto, la generación 82-86 de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UANL festejó en grande su 30 aniversario de graduados y para ello organizaron su propia fiesta. Primero fue un desayuno allá en las instalaciones y luego otra por la noche del sábado 20 de febrero en uno de los salones del restaurante Regio Anáhuac, y antes a la 19:00 horas hubo una misa en la parroquia del Espíritu Santo ubicada en la avenida Palacio de Justicia del mismo sector.
Por allí fueron vistos el mero mero de Comunicación de Escobedo, Nuevo León, Enrique Patiño Ramos; Agustín Lozano, editor de Hora Cero Tamaulipas; Sotero Monsiváis, quien se dejó venir desde San Quintín, Baja California Norte. Por cierto fueron Sotero y Agustín quienes más polilla soltaron a la hora de bailar las de Timbiriche.
También estuvieron en los eventos Pedro Pecina, ex a Diario de Monterrey; Alfonso Ruiz, ex a Porvenir y su esposa, y desde meritito San Luis Potosí y con muleta en mano también llegó al evento José Victoriano Martínez.
Igual acudieron a la convocatoria los ex a Norte, Ángel Zamora, Angélica Ulate, Héctor Rosas y Luis Alberto Lara, ambos también de periodicote, y una larga lista de ex compañeros y ex compañeras de esa generación como Norma Neiva Garza, Beatriz Escobedo, Rosa Magdalena Hernández, Gonzalo Martínez Rita, Nelly Alanís, Alma Leticia Hernández, Flor Mariel Carrillo, María Dolores Salazar, Dalinda G. Rivera, Amparo Sifuentes, Blanca Alicia Patlán, María de los Remedios Hernández Ahumada, María Elena Benítez, Catalina González, Norma Angélica Alemán, Alejandra Elizondo, Gloria Leal Marroquín y la organizadora y quien hizo posible esta gran reunión, Maru Díaz.
Mención especial se merecen los profesores José Luis y Fernando Esquivel, quienes tuvieron a cargo la clase del recuerdo en las instalaciones de la FCC ubicadas en el Campus Mederos de la UANL.
Con una trayectoria de más de 32 años dentro del periodismo de Nuevo León y asesor de medios en varios Estados del país, Reynaldo Márquez asumió formalmente la subdirección editorial de Hora Cero Nuevo León.
A fines del año pasado el ex editor de El Norte se incorporó como asesor editorial a esta empresa, en plena madurez de su profesión, y poco a poco fue adaptándose a un periódico quincenal que tiene sus orígenes en Reynosa, Tamaulipas, hace 18 años que se cumplen este febrero, y que se convirtió en una propuesta multimedia con sitios web, televisión, radio y redes sociales.
Márquez comenzó en el medio periodístico en 1984 después de ser alumno del taller de periodismo de El Norte, donde fue reportero de deportes y editor de esa sección, editor general de El Sol, locales, Policía y del suplemento Señor Futbol.
Después estuvo en el staff de asesores que encabezaba su ex jefe Pedro Cámara, ex subdirector editorial del periodicote en tiempos de Ramón Alberto Garza, como consultor para empresas editoriales en varias entidades de México.
Va otro ¡bienvenido al equipo! Reynaldo Márquez.