Por César Vargas
No exagero cuando digo que los Tigres están a las puertas de marcar una pauta histórica en el futbol mexicano.
Si logra el título, el equipo felino tendrá un lugar muy especial, como uno de los pocos equipos que han logrado un futbol espectacular y además coronarse.
De aquí en adelante, dependerá mucho de ellos y de su técnico
Miguel Herrera, que logren acompañarse de una palabra que le encanta al técnico de enfrente, al de los Rayados, Víctor Manuel Vucetich: equilibrio.
Durante mucho tiempo se ha creído que las ofensivas ganan títulos y las defensas campeonatos.
Mucho de cierto hay en eso, pero en muchas ocasiones esa premisa sólo ha servido para justificar maneras de jugar especulativas.
Tigres tiene ante sí la oportunidad de demostrarse que es posible ser campeón y dar espectáculo.
La falta de equilibrio a la hora buena impidió a Miguel Herrera coronar dos campañas espectaculares con los Rayados, donde perdió dos finales ante Pumas y Toluca, después de no saber manejar las ventajas en los partidos de Ida.
La falta de equilibrio en las declaraciones también ha hecho
presa a Miguel de sí mismo, porque decir palabras no bien pensadas puede alimentar la motivación del rival.
En la cancha, los Tigres parecen estar lejos del resto de los equipos. Hasta ahora el principal rival de Miguel Herrera rumbo a un posible título histórico de los Tigres, parece ser él mismo.
“Piojo” vs “Piojo”, en su eterna lucha por encontrar el equilibrio en el manejo de los partidos.