No hay nada que moleste mas al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador y los integrantes de su Cuarta Transformación, que los comparen con el viejo régimen priista.
“No somos iguales”, asegura el mandatario cada vez que alguien compara sus acciones con las realizadas por Enrique Peña Nieto, Ernesto Zedillo y -sacrilegio mayor- Carlos Salinas de Gortari.
Sin embargo, en la práctica, tanto López Obrador como sus más cercanos colaboradores saben aplicar muy bien las tácticas que el priismo utilizó durante los más de 70 años que estuvo en el poder.
Hay una historia que ejemplifica muy bien esta práctica: Hace años, en cierto municipio rural gobernado por el PRI, había un personaje que aspiraba a un cargo de elección popular pero, el problema, es que no era competitivo y todos en el pueblo lo sabían.
Aún así reunió 50 paleros, los subió a todos a un camión urbano y llegaron hasta las oficinas del Comité Estatal del PRI, donde realizaron una sonora protesta.
Ante el escándalo, el líder del PRI en el estado mandó llamar a su oficina al personaje para escuchar sus demandas.
Tras unos minutos de diálogo el dirigente priista le dijo al inconforme: “pero amigo, tú sabes que no eres competitivo y que no te vamos a dar la candidatura entonces, ¿qué quieres lograr con esto?”.
“Pues que me negocien”, dijo cínico el inconforme quien, meses después, apareció con un cargo menor en el gobierno del Estado.
La anécdota es real y aunque no se identifica a los protagonistas de esta historia por respeto a una petición de confidencialidad, sirve para explicar la llegada de Tatiana Clouthier a la Secretaría de Economía Federal.
Para estas alturas del partido todos los enterados de la política de Nuevo León saben que “la tía Tatis” era la designada para enarbolar la bandera de MORENA en las próximas elecciones locales, sin embargo perdió la nominación cuando en un arranque de histrionismo exacerbado, se negó a negociar con los partidos con los que la 4T hará alianza el año que entra.
“Voy sola”, advirtió al alto mando de MORENA… y se quedó sin candidatura.
El autodescarte simplificó muchas cosas para los vino tinto que sabían que tienen una opción que sí los vuelve competitivos en el 2021: Clara Luz Flores Carrales, alcaldesa con licencia de Escobedo.
¿Pero qué pasó? que “la tía Tatis” empezó a hacer ruido, agitó a sus seguidores en redes sociales para que protestaran ante la posibilidad de que una ex priista fuera la candidata del MORENA a la gubernatura.
Incluso, en el golpe más bofo que se haya recordado en la historia política de Nuevo León, citó a una conferencia de prensa horas después de que Clara Luz presentara su registro como aspirante a la gubernatura.
Por supuesto que al saberse de la conferencia, el avispero se agitó: “Tatiana va a anunciar que sí buscará la candidatura”, “le va a hacer competencia a Clara Luz”, “¡Ya se armó la guerra civil en MORENA”, dijeron más de dos.
¿Y qué fue lo que anunció Tatiana en esa conferencia? ¡Un programa de apoyo para las trabajadoras del hogar!
Nadie podía entender lo que había pasado hasta que, la mañana del 7 de diciembre, López Obrador anunció en su conferencia mañanera que Tatiana sería ¡la nueva secretaria de Economía!
Tras el anuncio y como por arte de magia, los ataques contra Clara Luz disminuyeron y quienes veían a “la tía Tatis” como la única opción para la candidatura a la gubernatura se quedaron con un palmo de narices, incapaces de comprender qué es lo que había sucedido.
La 4T demostró, de nueva cuenta, que son tan buenos como los priistas para aplicar sus mañas.
El problema es que México está al borde de la peor crisis económica en los años recientes y López Obrador decidió colocar en la Secretaría de Economía a una Licenciada en Lengua Inglesa cuyo único empleo, fuera de la política, es haber sido directora de un colegio y socia de una empresa de traducciones. Ah, y subsecretaria de Educación de Nuevo León en el sexenio panista de Fernando Canales Clariond.
Nombre… unos genios.
EL PRI AGARRA COLOR
Los que han demostrado que siguen siendo muy disciplinados, como soldaditos de plomo, son los integrantes del Partido Revolucionario Institucional en Nuevo León, quienes al unísono aclamaron al alcalde con licencia de Monterrey, Adrián de la Garza Santos, como su único aspirante a la candidatura al gobierno del Estado.
Con eso quedó demostrado de que aquellos que aseguraban que había división en el partido, y que otros personajes habían decidido desafiar la decisión de quienes tienen el control del partido en estos momentos, era más falso que las promesas de un diputado federal.
Uno de los que mejor leyó las señales fue el alcalde de Apodaca, César Garza, a quien quisieron meter como el competidor de Adrián de la Garza por la candidatura, versiones que sonaban bastante creíbles cuando se recordaba que estos dos personajes pertenecen a grupos políticos distintos.
Todo era incertidumbre hasta que el alcalde grabó un video de auto descarte a la gubernatura que dejó muy claro en dónde están sus lealtades.
Este gesto ha sido recompensado ahora que Garza va solito en pos de su reelección como edil de Apodaca, sin otros priistas integrantes del grupo político que manda en el partido en la actualidad haciéndole sombra.
De nueva cuenta los priista han demostrado que cuando se trata de ponerse de acuerdo, no hay quien les gane.
EL PAN… ¡QUÉ NERVIOS!
Donde las cosas siguen intensas es al interior del Partido Acción Nacional, donde la lucha de sus grupos para ver quién será el candidato a la gubernatura no termina.
Y es que a diferencia del PRI y de MORENA, en el PAN existen muchos factores por considerar cuando se trata de saber quién podría ser su gallo en las próximas elecciones locales.
Uno de estos factores se llama Luis Donaldo y se apellida Colosio, quien sigue como quinceañera de rancho deshojando la margarita para ver si acepta la invitación de algunos panistas para convertirse en su candidato al gobierno del Estado.
Mientras tanto, aspirantes como el senador Víctor Fuentes Solís no dejan de hacer una lucha en la que ya cuenta con el apoyo de viejos panistas como los ex alcaldes de San Pedro, Fernando Margain y Gerardo Garza, además del senador suplente Jesús Horacio González Delgadillo.
En la otra esquina está Felipe de Jesús Cantú y los mandos del partido en la entidad, quienes ya se decidieron por un plan B en caso de que Colosio les dé el sí, y que es mandar al “flaco” por la revancha en la alcaldía de Monterrey.
Pero la cosa no termina con estos nombres, también está Fernando Larrazabal, que entraría como una opción C en caso de que ninguno de los grupos lograra ponerse de acuerdo.
Para como se ve el asunto el PAN no va a dar color sino hasta las primeras semanas de enero, cuando tras el descanso navideño y la cruda por las posadas, ya tengan un panorama muy claro de qué es lo que quiere Colosio y si vale la pena embarcarse en una guerra intestinal para definir a su nominado.