
Estaba el otro día sacando cuentas de todo lo que se ahorró el gobierno federal y uno que otro mandatario estatal prometiéndole casa y cuenta bancaria a los atletas “de alto rendimiento” y haciéndose los locos con los competidores paralímpicos, quienes demostraron –nuevamente- que en cuestión de apoyos oficiales, muchas veces más vale solo que mal acompañado.
A ver si dentro de cuatro años las televisoras también se ponen las pilas y le ponen más atención a las competencias de estas esforzadas personas que, al menos a los mexicanos, nos dieron más motivos de orgullo que muchos atletas (y ya ni les hablo de futbolistas).
Bueno, pero el tema de hoy es otro aunque sea el mismo de siempre: la seguridad. Después del bombazo en Morelia tanto Televisa como TV Azteca se lanzaron a cubrir la historia desde dos puntos de vista muy diferentes, la televisora de Emilio Azcárraga con una sobriedad que se le agradece pero la televisora del Ajusco con un amarillismo que yo pensaba ya habían dejado atrás.
O díganme si no es de mal gusto ver a la hora de la comida el noticiero Meridiano de TV Azteca con el enviado especial a Morelia transmitiendo desde la plaza y mostrándonos un acercamiento a una de las manchas de sangre que aún se notan en el piso del Zócalo.
De plano daban ganas de dejar la comida para otro día y tanto al reportero y a los conductores (especialmente Jorge Zarza) les dio el tiempo para contar toooda una historia sobre esa mancha y las enormes posibilidades de adivinar de quién de los heridos o muertos era esa mancha hemática.
Ya para acabarla de acabar, el reportero tiene a una pequeña multitud congregada más por morbo que por otra cosa (hasta le estaban sacando fotos a él y al camarógrafo) y se atreve a decir ¡que son personas que se están manifestando en contra de la violencia! Claro que hizo unas mini entrevistas al aire y todos repudiaron el atentado (¿quién se atrevería a decir lo contrario?) pero de eso a que se estén “manifestando” contra la violencia hay muuucha diferencia.
Otro que también se dejó llevar pero feo feo por el susto que le puso el petate del muerto de la violencia fue Darío Celis, un columnista que tuvo su época en Monterrey (en lo que fuera El Diario de Monterrey) y ahora cobra en el diario Zócalo, de Saltillo.
El buen Darío de plano se tiró desde la tercera cuerda sin paracaídas al afirmar que los meros meros petateros de la lana en Nuevo León ya tienen su grupo paramilitar y además quieren a Carlos Salinas de gobernador.
Vuelvo a lo mismo: una cosa es que la evolución natural del problema de la inseguridad llegue a eso, a la creación de grupos paramilitares para proteger a quienes puedan pagarlos. Así sucedió en Colombia y puede pasar aquí, pero todavía es muy prematuro hablar de ello.
Y ahora eso de que el Grupo de los 10 quiere al paisano de Agualeguas como sustituto del góber Nati González Parás suena más a piquete de ojos que a otra cosa.
Ahí les va lo que escribió Celis el 17 de este mes en el Zócalo de Saltillo.
“Regios blindan con israelíes Garza García y quieren a Salinas de gobernador. La versión es recurrente en comidas, sobremesas, cafés y cenas. La incompetencia del gobierno de Felipe Calderón para contrarrestar el avance de la delincuencia trae vuelto de cabeza al influyente Grupo de los 10 de Monterrey.
“Tan es así, que tras los casos de Silvia Vargas y Fernando Martí, los poderosos empresarios empezaron a migrar del país. Ahí está el caso, por ejemplo, de Alejandro Junco de la Vega, el del Grupo Reforma.
“En una estrategia dual, que en unos casos implica sacar a hijos, esposas y parientes más cercanos, y otra blindar el municipio de San Pedro Garza García y la ciudad de Monterrey, los regios no se quedaron cruzados de brazos. No confían en las policías mexicanas: duro golpe para Calderón y su secretario de Seguridad Pública y Procurador General de la República, Genaro García Luna y Eduardo Medina-Mora. Pero también a la Defensa Nacional.
“Es por ello que el Grupo de los 10 pasó la charola entre sus afiliados y cada uno aportó alrededor de 10 millones de dólares para contratar un ejército de elite traído desde Israel para garantizar la seguridad, incluso en todo el estado.
“Cien millones de dólares para combatir a los narcotraficantes y secuestradores. Ya se lo habían advertido al gobernador Natividad González Parás. Pero el Grupo de los 10 va todavía más allá”.
¿Qué tal con Darío? Si no pega como columnista igual se puede aventar libros de ciencia ficción, con tanta falta que le hace a México buenas historias para leer.
LA CARTA DE JUNCO
Pero lo que no tuvo nada de ficción fue la graciosa huída que hizo Alejandro Junco de la Vega del país a causa, también, de la inseguridad.
Como les comenté en la edición pasada (ya sé que suena a muletilla pero es que es cierto, les platico las cosas en este infame espacio y al poco rato pasan como les conté) una de las razones de peso para que el presidente del Grupo Reforma (no “el del grupo Reforma”, como distraídamente lo menciona Darío Celis) abandonara el país y se fuera a vivir a Austin es que su familia sufrió amenazas de secuestro.
También ya les había platicado que Luis Soto, el brazo derecho de Junco en El Norte, iba hasta a las juntas editoriales con su guarura y se quedaba afuera de la oficina todo el tiempo que Soto estaba ahí. Bueno, pues la cosa se puso peor.
Y por ello Alex Junco (señor Junco para ustedes, no sean igualaditos) alzó el vuelo con todo y familia y sse fue a vivir “fueras” pero tuvo la ocurrencia de mandarle una carta al góber Natividad González Parás donde le dice porqué se fue y le pide que haga algo para salvar el estado del problema de la delincuencia ¿y qué creen?
Pues que Ramón Alberto Garza, el mero jefazo de Reporte Indigo ¡consiguió la misiva personal! ¿qué tal? así o les preparo un guacamolito?
Por supuesto que el coraje que hizo Alex Junco duró desde Austin a Monterrey pero ¿qué hacer cuando no hay nada qué hacer? ¡Pues nada! Y como no tiene desperdicio, ahí les va el texto íntegro publicado en Reporte Indigo.
“Estimado Nati, sé que te enteraste de que (sic) mi familia y yo nos hemos cambiado de residencia a Texas. Estaba en un dilema: comprometer nuestra integridad editorial o cambiar a la familia a un lugar seguro. Los problemas de inseguridad a eso nos orillaron. Perdimos fe. Y eso cuenta mucho en un país donde millones la han perdido y han emigrado.
“Yo aprendí de mi abuela, lo que era perder la fe. Ella vio su pueblo natal, Ciudad Guerrero, ser inundado por un enorme cuerpo de agua para el cual el gobierno había construido una gran presa, la Falcón. Me platicó cómo la parte más dolorosa de esa experiencia no había sido ver la inundación de su casa o de su iglesia, o su relocalización a Río Bravo.
“Lo más doloroso había sido, vivir la agonía de su pueblo natal durante los años previos a la construcción de la presa. ¿Para qué pintar una casa que iba a estar cubierta con agua? ¿Para qué reparar un edificio cuando toda la villa iba a ser destruida? ¿Para qué preocuparse de los baches o la basura o arreglar el jardín o la puerta que rechina?
“Semana tras semana, mes tras mes, con la pérdida de fe, el pueblo se convirtió en una profecía que se auto cumple: algo inhabitable. Ahora que estoy en calidad de “refugiado” y se me acerca la gente para preguntarme si ellos también deben hacer lo mismo… que me piden consejo o un “raid” para ir a ver casas para su familia, he pensado en lo mucho que significa perder la fe.
“No te escribo para reclamarte o para compartirte las incomodidades o vicisitudes de hacer lo que estamos haciendo… o el dolor de ver nuestras casas deshabitadas, o a la abuela sola.
“Te escribo para pedirte que evites que a nuestro Monterrey se le inunde su espíritu y se convierta en otra Ciudad Guerrero. A muchas familias les ahorrarías mucho dolor.
“Con sinceridad y aprecio, Alejandro Junco de la Vega”.
Ahí nos deja ese trompo Ramón Alberto parta echárnoslo a la uña. Lamentable el caso de Junco, porque ahora tendrá que manejar a control remoto sus periodicotes, como le hizo alguna vez Emilio “El Tigre” Azcárraga con Televisa, cuando atendía los asuntos de la televisorota desde su yate Eco.
Y ya que ando con la empresa de Azcárraga Jr., tengo que darle un merecido aplauso a José Luis García, conductor y reportero de Las Noticias por ese buen reportaje de los 20 años del huracán Gilberto, pues hizo buenas entrevistas y las imágenes estuvieron creativas y lucidoras.
Donde están de estreno es en TV Azteca Noreste, les he visto un estudio muy motherno donde Luis Padua luce y eso está muy bien porque las grillas están de a peso y al menos les conviene que se vea relajado y tranquilo frente a la pantalla.
Bueno, y lo que me llegó por Internet es nada menos y nada más que el más nuevo “ringtone” o timbre para el teléfono y es el grito de Yadira, la borracha maromera, gritando “¡Jonás, Jonás” o bien se pueden llevar una animación de Yadira como salvapantallas. Ambos están disponibles todavía en www.lostubos.com
CENSURA ROCKERA Y OTRAS HIERBAS
De repente que se ponen de moda las cartitas y en La Rocka, la revista que dirige Xardiel Padilla, se empezaron a formar los dimes y diretes con la Secretaría de Extensión y Cultura de la UANL y su titular, Rogelio Villarreal. Resulta que el martes 9 de septiembre, Villarreal decidió cancelar la exposición ‘Rocker’s’, del fotógrafo Bob Gruen, uno de los más chipocludos en el ámbito de la música.
Se suponía que la muestra iniciaba el viernes 12 de septiembre en el Colegio Civil pero el martes anterior, ya nochecita, la dependencia universitaria mandó un comunicado donde dice que siempre no habrá exposición de fotos y tampoco la conferencia del artista de la lente. Como La Rocka estuvo participando en el menjurge de la organización, Xardiel mandó su explicación de cómo estuvo el asunto, nomás para definir las cosas y porque aclarando amanece.
“La exposición ‘ROCKERS’ y la conferencia ‘LOS ROCKERS Y YO’, que ofrecería el fotógrafo neoyorquino, estaban prácticamente listas para llevarse a cabo conforme lo planeado. Las 47 fotografías se encontraban en el Colegio Civil, las mamparas para colocarlas se habían pintado de acuerdo al proyecto museográfico, el traductor oficial se disponía a
estrenar un equipo de traducción simultána…
“Bob Gruen, quien radica en Nueva York, contaba ya con su boleto de avión de ida y vuelta, en asiento de primera clase. Como prácticamente sucedió con todos los gastos generados por la exposición, éste también era cubierto por la Secretaría de Extensión y Cultura de la UANL. Bob llegaría a Monterrey el jueves 11 de septiembre por la tarde y partiría el siguiente sábado por la mañana”, explica el documento enviado por el director general de La Rocka.
Agrega Padilla que Bob (los cuates le decimos Bobby) ya había recibido el pago de sus honorarios pero..
“Sucedió que la Secretaría de Extensión y Cultura de la UANL acordó -de última hora- dejar en manos de La Rocka la elaboración de un diseño de tarjetas para publicitar el evento (…) el cual fue aprobado por las mismas personas, las cuales por cierto tienen esa función (elaborar diseños) en la Secretaría de Extensión y Cultura de la UANL. Estas personas, luego de revisar y aprobar la propuesta, se encargaron de imprimir 400 tarjetas publicitarias, las cuales fueron entregadas a La Rocka sin ninguna clase de restricción, advertencia o aviso precautorio.
“Pues bien, el problema que causó la cancelación de todo lo que ya estaba listo, resultó ser el orden de los logos. De acuerdo con Rogelio Villarreal, titular de la Secretaría de Extensión y Cultura de la UANL, fue una falta muy grave colocar primero el logo de La Rocka y después el de la UANL. El agravio fue tal, según el criterio del Lic. Rogelio Villarreal, que decidió en un santiamén -la tarde del martes- cancelar la presencia de uno de los fotógrafos más importantes en la historia del rock y la exhibición de su obra”, explica Xardiel.
Luego aclara que no fue con mala leche y que a La Rocka “le importa un cacahuate” el orden de los logos y fustiga “consideramos un exceso la medida de cancelar el evento, máxime cuando los gastos -cubiertos con dinero público- ya se habían hecho y en buena parte son irrecuperables. Pero la decisión no fue nuestra, y cada quien debe asumir su responsabilidad”.
Ya de salidita, reproducen el comunicado de la autoridad, firmado por Hernando S. Garza Lozano, encargado de prensa de la secretaría de Extensión y Cultura:
“Aviso: Debido a causas ajenas a nuestra voluntad, se cancelan las siguientes actividades…” y sigue una lista de la rueda de prensa con Bob Gruen, la conferencia y la exposición. Así, sin más explicación. ¿Qué tal?
Bueno, pasando a otra cosa, mariposa, me platicaron que en la página electrónica de El Norte habían decidido eliminar el anonimato de los comentarios del lector porque había unos que se lanzaban con todo, tirando a matar pero bien cómodos, desde el anonimato.
Pero luego resulta que siempre sí, van a seguir recibiendo los textos aunque no lleven nombre o sólo un alias.
A modo de despedida, va el extracto de una nota de un reportero de Matamoros que trabaja en el portal de noticias enlíneadirecta.com. de Matamoros. El creador de tan buena frase se llama Oscar Mérida Barrios, quien reporteó una protesta de comerciantes (entre 50 y 80) que andan bloqueando calles pidiendo que se vayan los policías federales.
“…mega protesta en contra de estos dos grupos militares que siembran el terror en esta ciudad tan pacifica y que arman balaceras consecutivamente poniendo en riesgo la integridad física de menores, adultos y ancianos en la región”.
¿Qué tal? parece que Oscar Mérida tiene poco viviendo en Matamoros para que la considere una ciudad tan pacífica.
Por otro lado, déjenme decirles que la fiebre del nuevo estadio de los Rayados ha provocado que periodistas de otras fuentes “metan la pata” en el futbol, tal es el caso de el ex subdirector de El Norte, Roldán Trujillo, y el fotógrafo Juan Manuel Villaseñor, quienes participan activamente en un programa de radio que se transmite por NRM los lunes a las 20:00 horas.
El Norte celebró el pasado jueves 18 de septiembre su 70 aniversario y lo hizo “elegantemente” en el último piso de su nuevo estacionamiento, donde no había aire acondicionado.
Les rifaron un auto Seat (que se lo ganó un diseñador) y a la misa invitaron solamente a los trabajadores, quienes no podían llevar a su familia.
La pregunta que flotaba en el periodicote es si la posada próxima la irán a celebrar en Austin o seguirá siendo en las instalaciones de Washington. Hagan sus apuestas.
Las malas lenguas andan diciendo que Sergio Sierra es el nuevo asesor de comunicación de Abel Guerra, en lugar de José Luis Carrillo, pero lo cierto es que ambos (Sierra y Carrillo) vienen trabajando juntos desde hace cuando menos dos años, así que quietos todos.
Por cierto, después de trabajar con Ricardo Canavati por tres años en el Municipio de Monterrey, “El Chato” Carrillo ha seguido asesorando empresas, pero manteniendo un bajo perfil.
Bueno, y ahora la pregunta de esta edición:
¿Quiénes son las reporteras que en pleno evento con altas personalidades se dieron un agarrón de aquellos porque traían pendientes algunas rencillas?
Cualquier chisme, columna o invitación
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