Empiezo esta columna aclarando: jamás me ha interesado ser director de la Facultad, tampoco soy elegible porque no soy maestro de planta ni tengo maestría. Y con gusto y amor a la Universidad he sido catedrático por horas, dedicando mi poco tiempo libre a enseñar periodismo a los alumnos, pues creo en la reciprocidad como un valor del ser humano.
Cuando la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UANL llegó a sus 35 años, es tiempo que desde la rectoría le hagan el mejor de los regalos: un director o directora digno y con una capacidad profesional y académica incuestionable, y que no sea producto de la grilla política que por décadas ha rebasado los muros de la Máxima Casa de Estudios.
Estas cualidades definitivamente no las tiene Mario Rojo Flores, un maestro de gris para abajo que a través de década y media se cobijó del protectorado de la ex directora, Ana Carmen Márquez, uno de los más grandes errores cometidos por dos ex rectores en contra de esa Facultad: Luis Galán Wong y José Antonio González Treviño.
¿Qué hizo una psicóloga durante casi dos períodos al frente de la más importante institución académica de la cual han egresado brillantes comunicólogos? La respuesta es muy fácil: grilla.
El esposo de la ex directora Márquez, José Daniel Ruiz Sepúlveda, fue centro del escándalo ya que en 2007, como ex comisionado de la Comisión de Acceso a la Información Pública de Nuevo León, fue acusado de varios delitos cometidos por funcionarios púbicos en la averiguación 542/05-2.
Esos eran algunos de los padrinos de Rojo Flores, sus tutores, quienes le llenaron la cabeza de humo, planearon y se confabularon para recuperar la dirección de la FCC de la UANL para sus propios beneficios.
Por eso Rojo Flores y Márquez, destituida por González Treviño en su último año, hicieron grilla de la más ramplona y barata contra Roberto Silva Corpus y Lucinda Sepúlveda, los últimos directores. Y lo peor: alguien en rectoría les hizo caso.
Si en las futuras semanas la UANL anda muy escasa de perfiles para la dirección de la Facultad, me permito hacerle la siguiente sugerencia, porque nunca será tarde para rectificar y evitar otro error con graves daños a la imagen de la Máxima Casa de Estudios y, en especial, para sus futuros egresados.
Espero que al leer el siguiente currículum Rojo Flores no entre en profunda depresión, pues en sus futuros años seguramente no alcanzará la estatura que tiene la doctora González, digna egresada de nuestra UANL. Sin duda, la más brillante ex alumna de la FCC en sus 35 años.
Y si estuviera indispuesta por su compromiso académico en Japón, hay seguramente otros maestros que tienen trayectoria y preparación, porque la UANL en sus 80 años merece lo mejor, no lo peor.
DOCTORA SILVIA
LIDIA GONZALEZ
Doctora en Estudios de Asia y África, con especialidad en el área de Japón, por El Colegio de México. Magíster en Periodismo Especializado por el Tecnológico de Monterrey y Licenciada en Ciencias de la Comunicación, por la Universidad Autónoma de Nuevo León (México).
Su ejercicio periodístico, iniciado en 1984 en el norte de México (El Diario de Monterrey, Multimedios Estrellas de Oro, Multivisión) como reportera, editora, productora, corresponsal internacional, conductora de noticias y subdirectora editorial, la condujo a colaborar posteriormente con medios como El Financiero, Reforma, Hora Cero, Proceso y La Jornada; a participar en programas profesionales del Canal 7 de Washington y el USA Today, además de consolidar su labor docente en el Instituto Tecnológico y en la Universidad de Monterrey.
Estímulos académicos y de investigación la llevaron a la Universidad de Navarra, la Sorbona de París, la Universidad de Ottawa, la Universidad de Estudios Extranjeros de Osaka, y la Universidad Sophia de Tokio. Además del apoyo del Ministerio de Cultura y Educación (entonces Monbusho), la Fundación Japón y la Asociación Internacional de Educación de Japón, contribuyeron a su preparación académica y labores de investigación en ese país.
En su trayectoria profesional se suman reconocimientos como el Diploma al Mérito Académico, de su alma mater (UANL); el Premio a la Excelencia Académica en Periodismo, otorgado por la Asociación Mexicana de Editores; el Premio a la Calidad Docente, y el premio Pro-Magistro, de la Universidad de Monterrey. Recibió también el primer reconocimiento de la UANL al desempeño profesional de sus egresados, por parte de la Facultad de Ciencias de la Comunicación, en el año 2005.
Es fundadora de la Agencia Informativa de la Universidad de Monterrey; coordinadora de varios volúmenes con trabajos periodísticos, y de la serie “Derecho a la educación”, premiada entre los mejores reportajes en el mundo, por el programa Educación para Todos, de la UNESCO. Autora de El ejercicio del periodismo (Trillas, 1997), de Hiroshima: la censura del siglo XX (Colección UdeM, 2000), y Hiroshima: la noticia que nunca fue ¿cómo se censura la información en tiempos de conflicto? (Fundación Japón/Editorial Venezolana, 2004). También ha escrito artículos en publicaciones especializadas de Venezuela, México Japón y Francia.
Comunicación, paz y derechos humanos, han sido temas centrales de sus conferencias y participación en eventos organizados por el Instituto para las Ciencias de la Paz, de la Universidad de Hiroshima, El Colegio de México, la Asociación Latinoamericana de Estudios de Asia y África, la Universidad de Los Andes, la Universidad Central de Venezuela, la Universidad de Toulouse, la Universidad de Pau, en Francia y la Comisión Mexicana de la UNESCO. Recientemente ha sido conferencista también en la Universidad Ferris Yokohama y la Universidad de Estudios Internacionales de Kanda (KUIS).
Fue corresponsal del diario El Nacional, de Caracas. Profesora de Comunicación y Lengua en la Universidad de Estudios Internacionales de Kanda, en Japón. Su conferencia se enmarca dentro de las actividades iniciales del convenio de cooperación académica que recientemente han suscrito la Universidad de Estudios Internacionales de Kanda y la Universidad de Los Andes.