Pasada la resaca de las movilizaciones sociales generadas por la aplicación del cobro de la tenencia vehicular, con saldo de graves daños al Palacio de Gobierno y saqueos de tiendas departamentales, el gobierno independiente enfrentará en los próximos meses una serie de conflictos de índole laboral.
La decisión -que es casi, casi una orden-, de no incrementar los salarios y prestaciones de todos los empleados al servicio del Estado, decretada como medida de salvación ante las críticas ciudadanas por la falta de solidaridad de los funcionarios públicos ante el ajuste a los precios de las gasolinas, le generó puntos positivos al gobernador Jaime “El Bronco” Rodríguez entre la población, pero molestó y encabritó a otros sectores.
Por un lado está la burocracia estatal, reunida en el golpeadísimo Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado (SUSPE) y, por el otro, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) Secciones 21 y 50, quienes no vieron con buenos ojos la advertencia/amenaza de que no habrá aumento salarial durante el 2017.
El eterno líder de los burócratas, Juan Manuel Cavazos Uribe, instalado en el poder desde el sexenio de Sócrates Rizzo, ya advirtió que peleará en tribunales laborales el incremento salarial que cada año se aplica a sus 6 mil 500 agremiados, mismo que se otorga a partir de marzo con retroactivo al mes de enero.
Tan envalentonado anda el priista a quien su abierta militancia le ocasionó el desprecio de la actual administración, que a cada dependencia que acude, a cada sindicalizado que se encuentra o reportero que lo busca, le suelta la cantaleta de que exigirán el aumento del 3.9 por ciento otorgado por la Comisión Nacional de Salarios Mínimos.
El magisterio estatal también hará lo propio, aunque sólo en el ramo de las prestaciones que el Gobierno de Nuevo León les entrega. La Reforma Fiscal aprobada hace un par de años liberó de la carga nominal al Estado, pero le dejó el pago de los, aguinaldos, compensaciones y la carrera magisterial.
Aunque pareciera menor el monto que reclamarán los maestros –su pliego petitorio será entregado al mandatario estatal a más tardar en el mes de marzo-, si persiste la negativa de aplicarles un aumento a sus percepciones, no duden ni tantito que habrá más marchas y plantones de protesta, que para eso los educadores se las pintan solitos.
A FALTA DE PAN, TORTILLAS
Los diputados locales de Nuevo León no andan buscando quién se las debe, sino quién se los pague. Siguen empeñados en enfrentarse un día sí y el otro también con la administración estatal.
Como no pudieron tumbar al procurador de Justicia, Roberto Flores, o al secretario de Seguridad, Cuauhtémoc Antúnez Pérez, -la secretaria de Educación no cuenta, porque ella se cayó solita-, ahora los legisladores la emprendieron contra el secretario de Salud, Manuel de la O Cavazos, quien según el último parte médico presentaba un cuadro clínico de pronóstico reservado.
Derivado de la crisis de influenza que ha costado la vida de casi 30 nuevoleoneses y con el número creciendo cada día, el pediatra metido a funcionario público no sólo está enfrentado con un sector de la clase política, sino con la comunidad médica privada y -peor aún-, con parte de la infraestructura del Sector Salud estatal, que ha sido rebasado por la velocidad con la que se mueve el virus.
Los diputados de casi todas las fuerzas políticas se le han lanzado a la yugular y el funcionario ya no siente lo duro sino lo tupido. Al parecer no hay remedio casero, medicamento similar, de patente y mucho menos ungüento o hierbas medicinales que le curen la inquina y el daño que los efectos de la influenza le han dejado a su trayectoria profesional.
¿LOS ÚLTIMOS ESTERTORES DE LA CTM?
Primero fueron grupos priistas que le dieron la espalda al secretario general y dirigente vitalicio de la CTM Nuevo León, Ismael Flores Cantú. A ellos les siguieron alcaldes como Clara Luz Flores de Escobedo y la Agencia Estatal del Transporte.
Ahora son dirigentes de varios grupos de locatarios de mercados rodantes quienes hartos de los excesivos cobros que les aplica la dirigencia cetemista y los pocos beneficios que les retribuye, buscan independizarse.
La verdad sea dicha, estos grupos saben que afiliarse a otras organizaciones como la CROC o el Frente Popular Tierra y Libertad del PT no parecen estar entre sus mejores opciones.
El golpe sufrido por la CTM en cuanto al control de las rutas camioneras, al serle retiradas o recortadas más de una docena de ellas por el gobierno independiente, no sólo minaron el poderío económico de Flores Cantú y los líderes de permisionarios que mantenían como rehenes de sus caprichos a decenas de miles de usuarios del transporte público, sino también su argumento de ser un brazo político bien armado para chantajear y presionar al gobierno en turno.
Ahora, ya sin fuerza, dientes o uñas, será difícil que en las próximas elecciones Flores Cantú y la CTM pretendan recibir las posiciones que tradicionalmente les daba el PRI u otras organizaciones políticas que les permita preservar su futuro.
Quizás se ha vuelto necesario un relevo de mandos cetemistas, tal como ocurrió con la muerte de Raúl Caballero Escamilla que permitió el ascenso al poder de Flores Cantú. Renovarse o morir es la premisa.
Y cuando se aproximen las elecciones municipales de 2018, la CTM volverá a venderse al mejor postor traicionado al PRI, sea a los candidatos del PAN como ha pasado en Santa Catarina, o a los independientes.
Quien no afloja en sus aspiraciones de ser candidato a senador es el líder del rebaño en el Congreso del Estado, Marco Antonio González, pero a como está su partido del inminente el castigo que recibirá en las urnas en los venideros comicios, mas le vele quedarse donde está. Obvio, al menos que sea plurinominal esa curul.
El que ya empezó a moverse para tener una senduría de mayoría o pluri es Víctor Pérez Díaz, exdiputado local y exalcalde de Santa Catarina, bastante cercano al dirigente nacional Ricardo Anaya.
Falta saber qué dice el grupo San Nicolás que influye mucho en esas decisiones, sobre todo Seferino Salgado. El edil de ese municipio, Víctor Fuentes, está metido de lleno en su reelección y pavimentando camino para la sucesión gubernamental en el lejano 2021.
Poco, falta muy poco para que los diablos se desaten en su primera parada de junio de 2018. v