Tenemos nuevo gobernador, nuevos alcaldes y nuevos diputados locales y federales: todos están obligados a no fallar; obligados a cumplir promesas, señores.
Las expectativas fueron muchas, pero ahora sólo hay un reto: cumplir.
Los electores esperan mucho de todos sus futuros gobernantes, empezando por el virtual gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez, que ganó con un amplio margen tal y como lo anticipó Hora Cero en todas sus encuestas.
Nuevo León se ahoga en sus vialidades, urgen programas que permitan mejorar la movilidad de los ciudadanos: mejor transporte, más avenidas, segundos pisos, ejes viales y las ansiadas líneas del Metro y sus troncales, incluido el sistema Ecovía.
No será tarea fácil ni sencilla porque ni con todo el apoyo que esperamos de la Federación, los problemas son muchos y se requiere de mucha lana.
Jaime Rodríguez tendrá su año de gracia para comenzar a dar resultados, le espera una luna de miel con todos los sectores productivos y sociales de Nuevo León, incluidos los medios de comunicación.
Pasado ese tiempo, ya veremos qué se hizo. Jaime necesitará de muchos hombres con talento a los que les puede exigir resultados, porque la confianza depositada en su triunfo se vería mermada si se la pasa en triunfalismos.
Los problemas ya tocan a la puerta de Palacio, lo esperan como han esperado a otros que han estado en el Palacio de Gobierno.
Sin duda ahora es muy distinto, Jaime llega arropado por la legalidad de un proceso electoral indiscutible y la legitimidad de un apoyo popular sin precedentes.
Deberá sentarse a escuchar propuestas de los alcaldes metropolitanos, entre ellos Adrián de la Garza, futuro alcalde de Monterrey; Francisco Cienfuegos, virtual alcalde de Guadalupe; Mauricio Fernández, de San Pedro; Víctor Fuentes, de San Nicolás; Clara Luz Flores, de Escobedo y Óscar Cantú de Apodaca.
Planear para gobernar la metrópoli, como no se ha hecho en otros tiempos, sin echarse la pelotita, sin culpar al de enfrente, sino buscando la satisfacción de los ciudadanos que habitamos la zona conurbada.
Atacar la corrupción y a los corruptos desde su arribo al Palacio, es algo que los ciudadanos esperan entre los primeros actos de gobierno por parte de Jaime Rodríguez.
En ese tema no habrá paz ni receso, los grupos civiles, las organizaciones sociales y hasta los activistas políticos le echarán en cara sus promesas como el tema del levantamiento de firmas para solicitar acciones legales contra el actual gobernador, Rodrigo Medina de la Cruz.
Transitar hacia un modelo de gobierno sin corrupción no es fácil, pero tampoco es difícil; se trata de voluntad, de firmeza en las decisiones y de hacer cumplir la ley que nos rige a los nuevoleoneses.
La corrupción ha sido por décadas y hasta siglos, la madre de todas las desigualdades. Cuando hay corrupción no hay crecimiento económico, unos cuantos acaparan las oportunidades y se alejan las expectativas de desarrollo.
Pero atacar la corrupción no basta, se debe ir con todo el rigor de la ley contra la impunidad, comadre directa de la corrupción. La gente quiere que se haga justicia y vayan a parar al bote los que han abusado del poder, enriqueciéndose a sus anchas.
¿Cuántos hay en la lista? No tengo idea, pero hay muchas notas periodísticas que dan cuenta de cómo se las gastan algunos funcionarios, que no servidores, para hacerse de los millones al amparo del poder.
Esos son los que deben estar en capilla, lo que se aferraron tanto al sistema que terminaron por violarlo y ahora están con el pavor de que puede haber acción penal contra sus acciones.
La tarea es mucha, pero haciendo alianzas con los futuros alcaldes, Jaime Rodríguez podrá cumplir las promesas que finalmente convencieron para ganar esta elección.