Negros nubarrones pronostican los analistas para esta elección presidencial, donde apenas se sumó Josefina Vázquez Mota a la contienda presidencial y ya le llovió en las redes de la internet: lo menos que le dijeron es que fue la más faltista en la Cámara de Diputados.
Estamos ciertos que el PAN está temeroso de perder esta elección, sus razones tendrá, pero a diferencia de 2006 cuando el PAN logró convencer a un amplio sector del sector privado y de la población de que AMLO era un peligro para México, ahora el panismo y el gobierno no podrán recurrir a esas estrategias.
Ahora ha recurrido a la “elección de estado”, según lo han manifestados dirigentes del priismo y perredismo nacional, porque han sido testigos y han denunciado en los medios de comunicación cómo Felipe Calderón ha dejado caer la maquinaria del gobierno federal en las campañas electorales de los estados.
Ya vimos cómo la estrategia del panismo se centrará en “manchar” a los gobiernos, principalmente del PRI, de sostener acuerdos con el crimen, el caso más reciente han sido las filtraciones desde la PGR, para anunciar que los ex gobernadores de Tamaulipas, Manuel Cavazos Lerma, Tomás Yarrington y Eugenio Hernández, no podían salir del país, supuestamente por estar siendo investigados por el atentado contra el entonces candidato del PRI a la gubernatura de ese estado.
La estrategia del panismo es restarle puntos al candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, quien pese a los resbalones, no ha caído en las preferencias electorales. ¿Quieren saber por qué? Porque la gente también se harta de los nuevos gobernantes cuando no cumplen, pero sobre todo por tantos escándalos de corrupción en los que se han visto envueltos panistas de todos los niveles.
El PAN sigue abajo en las encuestas por la presidencia de la República, todavía muy abajo del PRI y muy cercano al el PRD, con unos puntos arriba de los 20 de las preferencias.
Muchos dirán que Josefina apenas empieza y que Andrés Manuel y Peña Nieto empezaron hace años, pero sabe una cosa, las simpatías por partido están igual, significa que el desgaste gubernamental sí está pegándole al PAN y eso lo sabe Calderón y el líder nacional del panismo, Gustavo Madero.
La bandeja está del lado del PRI y hasta del PRD, pero sabe que en el PAN ya aprendieron el dicho aquel de que “Jalisco nunca pierde y cuando pierde arrebata”, y los panistas querrán aplicar este adagio, lo que aprendieron en la elección presidencial, recuerde lo ocurrido en el 2006, una elección muy cuestionada y acusaciones serias de fraude cuando Felipe Calderón llegó a la Presidencia por la puerta de atrás.
Lo cierto es que el aparato de Estado parece ser la estrategia del gobierno de Felipe Calderón para darle una ayudada a su candidata presidencial, ¿podrán contra el desencanto? Porque los principales aliados del PAN, los empresarios, ahora llenan auditorios en apoyo de Andrés Manuel y en muchas de las reuniones a las que acude el priista, Enrique Peña Nieto. v