En el debate presidencial quedó claro que no hubo nada para nadie, así como llegaron así quedaron, favoreciendo en todo caso a Enrique Peña Nieto, puntero en las encuestas por la codiciada Silla de Los Pinos, porque los números de las encuestas no se movieron.
Pero, seguramente en los próximos días empezarán a moverse algunas ideas producidas por Josefina Vázquez Mota, cuando señaló que votar por Gabriel Quadri, es votar por una familia: la de la profesora Elba Esther Gordillo.
Esa es una idea que ya he escuchado en diversas ocasiones y en distintos foros de discusión y análisis cuando se habla de los partidos políticos.
Los analistas identifican como partidos al PRI, al PAN y al PRD, mientras que al resto de los llamados partidos chicos como el PANAL, PT, MC (Movimiento Ciudadano) y PV (Partido Verde) son calificados en muchos círculos académicos como negocios electorales cuyos propietarios responden a una sola familia.
Más clara no pudo ser Josefina Vázquez Mota al referirse durante el debate al Partido Nueva Alianza como un partido que sólo beneficia a una familia, la parentela de la maestra Elba Esther.
Pero qué se dice del llamado Movimiento Ciudadano, antes Convergencia, partido al que identifican con los intereses familiares del ex gobernador de Veracruz, Dante Delgado Ranauro.
O del negocio electoral de Alberto Anaya, llamado Partido del Trabajo, que desde su creación ha sido su sempiterno líder, sin rendirle cuentas a sus “militantes”.
Y del Partido Verde, se podría decir exactamente lo mismo que se dice de los anteriores: negocio electoral que sólo sirve a los intereses del Niño Verde, Jorge González.
Josefina lo dijo tratando de bajarle puntos a Quadri, o con la intención de que al menos ya no crezca en las preferencias electorales, porque eso le afecta directamente a ella en su lucha por no alejarse del segundo lugar de las preferencias.
Pero, al decir lo que dijo descobijó a los siempre dirigentes de los llamados partidos chicos y son chicos porque quieren ser chicos, así como están operan a su gusto y no les interesa crecer porque ponen en riesgo el negocio electoral del que habló Josefina Vázquez Mota en el debate del 10 junio, el cual no se olvida.
Así como Enrique Peña Nieto o Josefina Vázquez Mota ya plantearon desaparecer los diputados plurinominales, sería conveniente que los candidatos y legisladores empiecen por poner en la mesa del debate nuevos requisitos para que los partidos políticos no se conviertan en negocios electorales.
Una idea es que reciban financiamiento y para alcanzar dicho financiamiento sería conveniente analizar elevar el porcentaje a 4 ó 5 por ciento del total de la votación con la finalidad de eliminar estos negocios electorales protegidos por la ley del IFE.