
Como era de esperarse, los primeros 100 días de gobierno de Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco” no fue una luna de miel, sobre todo después de ganar la elección con un amplio respaldo ciudadano traducido en un millón de votos que, por consiguiente, elevó las expectativas hasta las nubes.
Quizá lo más criticable para el gobernador de Nuevo León han sido los nulos resultados de la Procuraduría de Justicia para detener a su antecesor Rodrigo Medina de la Cruz, o a su padre, señalados como los culpables de dejar en bancarrota al Estado.
La calificación de 6.7 recabada en un sondeo de Hora Cero no es ni para ponerse a llorar ni mucho menos armar una fiesta, porque esos números se traducen como aprobatorios para una administración federal, estatal o municipal.
Otra casa encuestadora, El Norte, dio 6.5 a los 100 días de “El Bronco” y tampoco está lejos de la realidad, pues si alguno de los Medina estuviera -mínimo- siendo perseguido por la justicia seguramente la calificación llegaría o rebasaría el 8.0.
El equipo de Rodríguez Calderón debe hacer memoria cómo se fue Medina de la Cruz, con la cola entre las patas y por la puerta de atrás, con 4.8 puntos que Hora Cero retrató en una encuesta en 9 municipios metropolitanos, incluyendo García y Juárez en septiembre pasado.
Enrique Peña Nieto, en diciembre pasado, obtuvo una aprobación de 4.9, según un sondeo realizado por El Norte a nivel nacional. Y aunque la empresa de la familia Junco no es tan exacta y, en ocasiones manipula los números como sucedió en la elección de “El Bronco”, no deja de ser un referente.
Sobre el resto de las conocidas compañías encuestadoras nacionales que fallaron en los comicios del pasado 7 de junio en Nuevo León, la verdad poco caso hay que hacerles, pues fue claro que se vendieron al PRI para hacer creer que Ivonne Álvarez García sería la ganadora.
Y peor en Nuevo León, donde el periódico ABC de los Estrada que ahora publica encuestas de sabrá Dios qué empresa con un evidente propósito de llamar la atención y quedar bien con los gobernantes, sea municipales, como del Estado.
En resumen, tomando en cuenta a Hora Cero y El Norte el gobernador salió bien librado en sus primeros 100 días después de las polémicas con el pago de la tenencia, la verificación vehicular, la renuncia de funcionarios en los primeros días o semanas, el pago del Metro los domingos, etcétera, etcétera y etcétera.
En otros menesteres, se supo que en el cumpleaños que en la primera semana de enero festejó Fernando Elizondo Barragán en una casona de su propiedad frente a La Alameda, brillaron por su ausencia funcionarios de alto nivel del gobierno estatal.
El coordinador ejecutivo del gabinete de “El Bronco”, quien por cierto no asistió a la fiesta porque estaba de viaje oficial en la Ciudad de México para reunirse con el presidente Peña Nieto, estuvo rodeando de su equipo de colaboradores y de la campaña cuando se postuló por Movimiento Ciudadano.
Por cierto, a su hija Cathy Elizondo le tocó llevar el mariachi y hubo hartos tamales, rosca de Reyes porque era 6 de enero y mucha convivencia. Se extrañó, sobre todo, la presencia del secretario general de Gobierno, Manuel González Flores.
Cambiando de aires, las dos centrales obreras, CROC y CTM, junto con los empresarios privados del transporte público, se hallan prácticamente escondidos, toda vez de que por tercer año consecutivo no se aplicó un incremento a las tarifas del pasaje, quedando sólo el deslizamiento de 5 centavos por mes.
Aunque se esperaba que el Consejo Estatal del Transporte en el cual el gobierno lleva mano, diera la sorpresa de anunciar a fin de año o inicio de enero las nuevas tarifas, la medida nunca llegó e, incluso, Rodríguez Calderón dijo en público que no habrá incremento en todo el 2016.
Si bien la decisión estatal contribuye a beneficiar a cientos de miles de usuarios de las más de 600 rutas que operan en la zona metropolitana (el pulpo camionero como llamaba el extinto dirigente cetemista Raúl Caballero Escamilla a los empresarios del transporte, antes de que su central se montara en el negocio), puede haber sorpresas en los próximos meses.
En lo oscurito ya se habla de crear una tarjeta multiviaje, que duraría varios días y permitiría abordar rutas diferentes por un precio único muy parecido a programas existentes en Las Vegas, Londres, París y otras ciudades de primer mundo. Aún no hay nada definido pero la propuesta existe.
EL PRI EN BUSCA DE GUÍA
A más de siete meses de su derrota histórica el 7 de junio del año pasado, el Partido Revolucionario Institucional sigue a la búsqueda de rumbo y destino, amén de encontrar quién se suba al barco hundido para ser nombrado capitán.
La salida de Eduardo Bailey de la presidencia del Comité Directivo Estatal, tardía pero al fin concretada, y la designación de una delegada de la dirigencia nacional priista, enviada por el propio Manlio Fabio Beltrones, ocurre en un periodo de transición en Nuevo León en donde no hay proceso electoral en puerta sino hasta dentro de dos años.
Aunque pareciera no urgir un dirigente estatal para el tricolor, su posible nombramiento se estaría dando después del segundo semestre de este 2016, pero como dicen allá en el terruño, desde “endenantes” se estarán peleando los diversos grupos que operan en la entidad sus piezas en CDE, por un lado, dos de las tres senadoras, Marcela Guerra y Cristina Díaz andan cabildeando sus propuestas.
La tercera, Ivonne Álvarez, se mantendrá por un tiempo en perfil bajo. También hacen sus movimientos los alcaldes Adrián de la Garza y Francisco Cienfuegos, quienes no quieren quedarse al margen de la sucesión interna. A ver qué pasa en el juego de la silla donde se menciona además al ex diputado federal y ex alcalde de Apodaca, Benito Caballero.
PARADOJAS DE LA DEMOCRACIA
Dos caras de la misma moneda electoral: mientras el Partido del Trabajo salvó en el último minuto su registro nacional para seguir recibiendo más de 230 millones de pesos de prerrogativas para su financiamiento, el Partido Encuentro Social (PES) se halla en la indefensión económica y casi casi muerto.
El PES fue el primer partido que se sumó a la candidatura de “El Bronco” en sus aspiraciones a la gubernatura que después ganó con un millón de votos, y se le entregó en cuerpo y alma, con sus estructuras ciudadanas y sus grupos de cristianos bien organizados, logrando extender por diversas regiones del estado las propuestas del hoy mandatario independiente.
Pero por azares de la cochina política, el PES no alcanzó ningún diputado local ni federal en Nuevo León, apenas y logrará tener una docena de regidores diseminados por igual número de municipios y la única alcaldía que ganó, Juárez, le fue arrebatada por el PRI en un proceso ventilado en el Tribunal Electoral.
Y con ello, se desvanecen para los líderes del PES, las posibilidades de tener recursos que les permitan seguir creciendo. ¿Para bien o para mal?, esa es la pregunta del millón.