
Un plan contemplado por el Comité Ejecutivo Nacional del PAN como parte de su resurrección, luego de devolverle al PRI la presidencia de la República en 2012, tiene que ver con volver a pintar de azul Nuevo León y Tamaulipas ganando ambas gubernaturas en las elecciones de 2015 y 2016, respectivamente.
Pero los albiazules van más allá: si bien Josefina Vázquez Mota no llegó a Los Pinos, presentarse a las urnas como candidata mujer fue atractivo para los electores en ambas entidades del noreste de México, y en ambos Estados existen las condiciones para repetir el experimento con posibilidades reales de ganar.
En Monterrey por primera vez en la historia una mujer llegó a ser alcaldesa: Margarita Arellanes Fernández, quien logró sortear el primer año de su mandato. Y en su segundo (en este 2014), la estrategia será que los regimontanos perciban que esa silla le queda chica.
Por otro lado, en Tamaulipas otra mujer
–también del PAN– por primera ocasión fue electa presidenta municipal de Matamoros: Leticia Salazar Vázquez, una ciudad fronteriza muy visitada por vacacionistas de Nuevo León en Semana Santa, donde han surgido dos gobernadores del PRI en los tiempos recientes.
Si bien en Nuevo León una contienda entre mujeres es muy factible porque en el Revolucionario Institucional aspiran tres senadoras: Cristina Díaz, Marcela Guerra e Ivonne Alvarez, en Tamaulipas el tricolor no tiene un cuadro femenino de altos vuelos que pudiera ser contención al PAN en caso de que la alcaldesa de Matamoros sea su candidata.
En el primero de los casos en noviembre del presente año empieza oficialmente el periodo electoral, y cuando vuelva a oler a tamales y pavo los aspirantes a la gubernatura deberán fijar sus posturas, si se quedan o se van de sus puestos.
Los albiazules definirán entre dos solamente: la alcaldesa regia y Mauricio Fernández Garza, polémico ex edil de San Pedro Garza García, porque llegado el tiempo Margarita Arrellanes sentirá el cosquilleo de ser la inquilina del Palacio de Cantera.
El proyecto del CEN del PAN de recuperar la gubernatura tendrá seria contención, por lo cual no se descarta que el PRI tendría a una mujer como su candidata a suceder a Rodrigo Medina de la Cruz, y no es casualidad que las senadoras ocupen los primeros tres lugares en las preferencias entre los simpatizantes tricolores, según resultados de la encuestadora Hora Cero.
El único que podría entrar como cuarto en discordia en el Revolucionario Institucional, con el total apoyo del presidente Enrique Peña Nieto, es su secretario de Economía Ildefonso Guajardo, nadie más. Y el resto que se mencionan jugarán para llegar a ser regidores, alcaldes o cualquiera de las dos versiones de diputados, porque en Nuevo León se empalmarán los comicios federales con los locales.
Otra razón para que el PRI aviente al ruedo a una mujer tiene que ver con su amplia victoria en las elecciones al Senado en 2012, pues si bien la Vázquez Mota ganó los comicios presidenciales en la entidad, la fórmula Marcela Guerra-Ivonne Alvarez evitó un vergonzoso “carro completo”, como pasó en Tamaulipas en la misma jornada.
Así como los primeros 365 días de las administraciones federales y locales pasaron como agua entre los dedos, este 2014 no será la excepción. Las hojas del calendario girarán muy rápido, y muy pronto estaremos en noviembre, mes crucial para las definiciones de panistas y priistas.
Y no se trata de ignorar al resto de los partidos políticos en ambos Estados, pero siendo sinceros las elecciones de 2015 y 2016 estarán polarizadas, con una que otra comparsa.
Ahora bien, así como en Nuevo León –más PRI que PAN– están sobrados en prospectos femeninos, en su Estado vecino los tricolores volverán a apostarle al sexo masculino cuando soplen los primeros vientos para la sucesión del gobernador Egidio Torre Cantú.
Y si entre 1992 y 2004 Matamoros aportó dos gobernadores a la historia de Tamaulipas, con Manuel Cavazos Lerma y el perseguido por la Interpol, Tomás Yarrington Ruvalcaba, cuando todavía falta un buen tramo para las elecciones de 2016 una mujer con vestido de azul quiere pasar a la historia.
Pero primero Leticia Salazar Vázquez debe cumplir con las expectativas que la llevaron la cumbre el año pasado, cuando su partido propinó al PRI la más aplastante derrota en su historia a nivel local, al ganar dos de las cinco ciudades más importantes: Nuevo Laredo y Matamoros.
El Revolucionario Institucional no tiene a ninguna mujer en su gimnasio para ponerse en forma. Una de las pocas es Amelia Vitales, originaria de Reynosa y una “pica-piedras”: fue regidora, funcionaria municipal, diputada local, secretaria general y presidenta interina del PRI estatal, quien fue relevada ante la sorpresa de muchos.
Otra fémina es Blanca Valles, dirigente obrera en Ciudad Victoria y también eterna
diputada local en varias legislaturas. Nunca ha llegado a ser ni siquiera contemplada para la alcaldía de la capital del Estado, y, eso la descarta para un proyecto a tres años que contenga a la alcaldesa matamorense.
Si a ello agregamos que el año pasado el PRI estuvo a punto de perder Ciudad Victoria, hecho que pesará cuando se dispute la gubernatura en 2016.
En el gabinete de Peña Nieto, como subsecretaria de Gobernación, despacha Mercedes del Carmen Guillén Vicente, de Tampico y hermana del subcomandante Marcos. Fue funcionaria estatal, diputada local y federal, entre otros cargos de su amplio currículum. Claro que estaría disponible.
Hurgando en el gremio femenino del PRI en Tamaulipas, no hay nadie que pudiera detener el avance panista demostrado en las elecciones federales de 2012 y las locales del año pasado.
Sin hacer mucho ruido, bueno, ya empieza a hacer ruido y no hay que quitarle los ojos de encima, es el coordinador de Giras Presidenciales de Peña Nieto, Alejandro Guevara Cobos, el ex diputado federal que tiene todo el aval del inquilino de Los Pinos para regresar a su Estado… guste o no guste.
Twitter: @hhjimenez