Los aspirantes panistas a la alcaldía de Monterrey se dieron un buen agarrón en la elección del dirigente del PAN en la capital del Estado y todo indica que el candidato a alcalde regio no la tendrá nada fácil al interior de Acción Nacional.
Ganó, Enrique Pérez Villa, un joven diputado que cuenta con todo el apoyo de la “dirigencia” de la neocupula encabezada por Fernando Larrazábal.
Lo cierto es que los neopanistas no se dejaron de las pretensiones de Fernando Elizondo y la vieja cúpula panista que apoyó al ex regidor Armando Amaral que, aunque quedó lejos del vencedor, los simpatizantes del senador demostraron que no están muertos, que siguen vivos y que darán la pelea por la candidatura de la alcaldía de Monterrey.
Todos sabemos que el “bueno” para Larrazábal es Miguel Ángel García Domínguez y todo indica que con el arribo de Enrique Pérez Villa se fortalece el todavía secretario de Desarrollo Humano regio.
Pero no hay que olvidar que a esta reñida competencia, a la que también entró el grupo “Madedo” apoyando a Julio García, no hace más que complicarle a los panistas la elección de su candidato a la alcaldía regia, mientras que en el PRI están como espectadores viendo cómo se destrozan los del PAN.
En el PRI las cosas son muy diferentes: Juegan a ganar. Los que quieren saben que quien sea el candidato a la Presidencia de la República llevará mano en la elección por la candidatura de Monterrey.
Suenan y fuerte, José Maiz García, presidente del Club Sultanes del Monterrey; Héctor Gutiérrez de la Garza, coordinador de la bancada del PRI en el Congreso del Estado; Felipe Enríquez, diputado federal y el tapado.
Las formas de “desgarrarse” en el PRI son muy distintas, mientras que en el PAN las fisuras son bastante visibles, porque no tienen un líder moral que concilie intereses y los invite a sumar, a cerrar filas y a compartir el pastel.
El dirigente del PRI en Nuevo León, Álvaro Ibarra lo sabe y está esperando el momento para empezar a desplegar estrategias que permitan al Revolucionario Institucional emitir una convocatoria donde los aspirantes se sientan incluidos.
La vieja cúpula panista está replegada tratando de ver por dónde le dan duro a sus rivales porque saben que ahora es cuando deben armarse para ganar posiciones que les permita fortalecer su presencia con miras a las elecciones de gobernador en el 2015.
Creen poder ganar en la contienda estatal la mayoría del Congreso del Estado y por lo menos retener las principales alcaldías que hoy poseen.
Pero, de persistir los desencuentros entre estos dos bandos blanquiazules, como los ocurridos recientemente, el PAN está provocando un fuerte divisionismo interno que le permitiría al PRI recuperar Monterrey, Santa Catarina (donde dicen que ya caliente brazo el diputado local, Héctor Morales) y hasta retener el Congreso local.
Todo es cuestión de tiempo…
Por cierto, ¿Alguien sabe para qué es esa campaña de Margarita Arellanes, delegada de Sedesol en Nuevo León, desplegada en panorámicos de Chic por toda el área metropolitana? ¿Con lana de quién se promueve? ¿Lo sabrán los partidos Convergencia, Panal, PRI, PRD, que ni pío han dicho para que investigue el IFE y la CEE? Son preguntas, porque luego dicen que eso es Puro Cuento…