
Estaba el otro día El Apuntador caminando por los pasillos del Mercado Juárez, cuando por poco se va de espaldas como Condorito al ver que en un local todavía venden revistas como Libro Vaquero, Estefanía y otras. Una prueba de que está muy lejos la extinción de las publicaciones en papel.
Pero el tema que este odiado, y a la vez bien amado columnista quería desmenuzar son los drásticos cambios de vida que han sufrido, y esa es la palabra, algunos exdirectores o jefes de primero, segundo o tercer nivel de Comunicación Social de gobiernos pasados, en municipios y dependencias varias.
Por ejemplo Clemente Almaraz, quien durante casi dos trienios en Guadalupe, con Cristina Díaz e Ivonne Álvarez, tuvo a su alcance abierta la caja de las galletas, está sufriendo las de Caín en el Congreso del Estado como asesor de prensa de la diputada Karina Barrón.
El exreportero del viejo Diario de Monterrey en sus inicios y de Televisa Monterrey antes de brincar para succionar del erario público, fue dejado con la carabina al hombro por su última jefa, después de perder la elecciones de junio de 2015 frente a Jaime Rodríguez Calderón.
Almaraz redujo drásticamente sus ingresos, que bien merecidos los tenía, cuando la actual senadora empezó a colocar a quienes estuvieron en su campaña, como es el caso de Cecilia Rodríguez, directora de noticias en MVS Radio; a Melva Salas e Iván Frutos, en el Congreso del Estado; y a César Melchor en la misma sede del poder legislativo y actualmente en prensa de Guadalupe.
Por cosas y vueltas de la vida, Almaraz fue jefe de los primeros tres mientras despachó en Guadalupe con un sueldo infinitamente superior a sus subalternos Rodríguez, Salas y Frutos. Y de la noche a la mañana, el trío supera individualmente a su exjefe en percepciones.
Otro que estuvo en la campaña perdedora de Álvarez y también en Guadalupe bajo las órdenes de Almaraz, fue Fernando Rodríguez, ahora en el municipio de Monterrey, con planta de burócrata municipal, prestaciones y sueldo seguro cada quincena.
Quizá los mejores tiempos vengan, en caso de que su paciencia no se agote, cuando la diputada Barrón sea elegida por el Creador (dentro de Palacio de Gobierno) para ser candidata independiente a la alcaldía de Monterrey, y sea Almaraz su director de Comunicación Social.
Por lo pronto, habrá que apechugar todavía mas, mientras los tiempos de bonanza regresan para él y otros(as) que están protagonizando pruebas de verdadera resistencia.
En Juárez pasa lo mismo con José Luis Garza, exdirector de Comunicación Social en Apodaca y en el Congreso del Estado, pero sobre todo porque el ir y venir de su casa a su oficina es una verdadera mentada de mother por el tema del incremento a las gasolinas.
Garza está bien con su jefe, el alcalde Heriberto Treviño, pero como se dice: no hay empleados que vivan en Monterrey y trabajen en Juárez o García que resistan otro gasolinazo. Porque entre sus pocas prestaciones no está incluido llenar el tanque de sus carros particulares.
En San Nicolás hubo cambio de alcalde y Rafael Heredia, exjefe de prensa Pedro Salgado, meses después pasó al Congreso del Estado por unas cuantas semanas, reemplazando a César Melchor.
En espera de otra oportunidad en la función pública, sin descartar el sector privado, Heredia al parecer tiene su futuro en Coahuila, donde habrá elecciones y cambio de gobiernos a nivel estatal y municipal este año.
Su antecesor en San Nicolás, Fabián Adame, por falta de oportunidades en Nuevo León después de su paso por Monterrey con Margarita Arellanes, agarró chamba en Tamaulipas como jefe de giras de su jefecito del alma: el gobernador.
Adame, no hay dudas, espera que caiga de la gracia de su alcalde el primer director de Comunicación Social, pero lamentablemente solamente hay tres opciones: San Nicolás, Santa Catarina y San Pedro, donde sus respectivos titulares están mas firmes que una calceta de corredor después de un maratón.
Lucio Gallegos, Fernando Martínez y Blanca Montemayor pueden estar tranquilos, pues no andan zopilotes sobrevolando los palacios municipales.
En donde las aguas ya están cristalinas es en Comunicación Social del Congreso del Estado, con Mónica Agredano, que se queda con todas las canicas en ese departamento.
De esta manera, la turbulencia pasó y Jorge Guerrero entregó a Agredano ciertas responsabilidades que tuvo como coordinador ejecutivo de Comunicación Social, en especial el tema de manejo de presupuesto, recepción de facturas de los medios y programación de pagos. Y como en el Viejo Oeste, ambos fumaron la pipa de la paz.
La verdad es que “dos jefes” confundían no solamente a los reporteros de la fuente sino también a directores y jefes de medios, porque el antecesor de Agredano, Arturo Cantú, fue desplazado en funciones por Guerrero, quien había sido nombrado coordinador ejecutivo por el pastor de los diputados tricolores, Marco Antonio González.
Por el bien de las tribus, la señora Agredano recibió el total respaldo de González y de su homólogo albiazul, Arturo Salinas. Y colorín colorado…
EL ESCANDALO DEL GRUPO
Cambiando drásticamente de tema, quienes se dedican a esta profesión en la zona metropolitana están enterados de la existencia de un grupo de WhatsApp llamado Prensa de Gobierno, donde los encargados de Comunicación Social estatal informaban a la raza de los medios sobre la agenda y los eventos del día.
Esta comunidad nació desde los tiempos de la campaña electoral, cuando el equipo del entonces candidato independiente, Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”, comenzó a usar esta red social como una efectiva herramienta para convocar a sus eventos.
Y en ella estaban representantes de las tres televisoras privadas, Multimedios, Televisa Monterrey y TV Azteca; de los diarios El Norte, Milenio, El Porvenir y El Horizonte; de radiodifusoras y de otras publicaciones como Proceso, Hora Cero, Reporte Índigo y ABC.
Llegado el triunfo, el grupo evolucionó a una cadena mucho más grande de reporteros, editores, fotógrafos y columnistas, quienes diariamente recibían por esta vía la agenda diaria de los eventos que el gobierno deseaba que se cubrieran… ya si la raza atendía o no la invitación, era cosa suya.
Durante meses el grupo estuvo funcionando bastante bien pero, ya saben, nunca faltan los reventadores a quienes nada les gusta, y que empiezan los problemas.
Resulta que un mal día, un personaje, quien ni siquiera es periodista pero logró enquistarse en los medios (si no saben de quién se está hablando nomás busquen el charolazo cuando vean a un grupo de reporteros juntos), comenzó a meter grilla en el grupo reclamando que no le llegaban los boletines, que en su correo no estaba la agenda del día y que la leche no estaba tibia.
Obviamente, la verdadera intención de este personaje no era reclamar que no lo estuvieran invitando a los eventos -a donde nomás quiere ir para andar de hostigoso y ver a qué funcionario le puede meter los dedos en el bolsillo-, sino simple y llanamente tratar de llamar la atención.
Desgraciadamente, fue tanto el gorro que estuvo poniendo, que un puñado de reporteros le compraron la idea y también comenzaron con sus reclamos… siempre usando el grupo para desahogarse.
Al principio, la raza de Comunicación Social, cuya titular es Diana Adame, decidió ignorar el escándalo aplicando aquella máxima de “a palabras necias, oídos sordos”, sin embargo era tanta la alharaca de este personaje y sus cuatro seguidores que la cosa se puso insoportable.
Fue entonces cuando sin decir ¡agua va!, que los empleados de Comunicación Social se salieron del grupo ¡que ellos mismos crearon!
Obviamente esta decisión provocó una verdadera desbandada de reporteros, editores y fotógrafos que ya no le vieron sentido pertenecer a la comunidad, menos cuando los de Comunicación Social se habían salido.
Total que ahora ese grupo Prensa de Gobierno ya ni siquiera tiene a alguien del gobierno en sus filas, y los instigadores de todo este relajo se han quedado solitos para echar grilla cuantas veces quieran.
Tengan por seguro que para cuando estas líneas sean publicadas, la gente de prensa del Gobierno del Estado ya habrán creado otro grupo de WhatsApp para seguir en contacto con los reporteros de la fuente, y tendrán mucho más cuidado de quiénes serán invitados. No cualquier chango.
Quien debería cortarse las barbas es Hugo Aranda Tamayo, porque el look que ofrece ante los televidentes no le favorece y contrasta mucho con la guapetona compañera de fin de semana de nombre Viviana Sánchez.
Por cierto, si los lectores de esta maldecida columna (sólo por unos cuantos) no tienen de amigo en Facebook al jefe de Aranda en Núcleo Radio Monterrey (NRM), Paco Villarreal, es momento de mandarle una solicitud de amistad.
Villarreal es de esas personas que vale la pena tener en el “feis” para leer con atención sus publicaciones. Puede uno estar de acuerdo o en desacuerdo con sus posts, pero El Apuntador se los recomienda ampliamente.
Enseguida se transcribe, sin su permiso y con el temor de una demanda, unas líneas sobre su querida madre con motivo de sus ochenta primaveras:
“Mamá cumple 80 años este 20 de febrero. Hasta este domingo no sabía cuántos tenía. Tal vez yo sea de los que piensan que las madres son atemporales; no jóvenes, no viejas, sino de “cierta” edad, que para efectos del calendario nos resulta una edad incierta. Pero mamá cumple 80 años, un momento adecuado para empezar a contar sus años y descontar los míos. Aunque la edad no se forja con años; es eso, sólo años, tiempo gastado nada más, la trampa de un futuro que nos tiene cada instante atrapando a una sombra mientras que lo único cierto, el presente, se desvanece al enunciarlo”.
Y donde se están haciendo sinergias es en RTVNL o Canal 28, como mejor guste nombrar al canal del Estado, el cual empezará a difundir programas producidos en la Secretaría de Extensión y Cultura de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).
Dos exreporteros de El Norte, Osvaldo Robles y José Celso Garza, director de RTVNL y secretario de Extensión y Cultura de la Máxima Casa de Estudios, están uniendo fuerzas para darle a los televidentes mejores contenidos.
La duda es: ¿y por qué en esta alianza no está invitado el Canal 53 de la UANL, dirigido por Rogelio Villarreal? Como dijo la abuelita de este columnista: “Sepa la bola”.
LA GRILLA EN FCC
Pasando a otros asuntos, para cuando esta edición de Hora Cero esté en circulación, ya se habrán realizado las elecciones para director de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UANL, cuyas campañas sucias entre los tres candidatos superan por mucho a las políticas.
De reelegirse, Mario Rojo estaría concretando sus intenciones, que violarían todos los estatutos de la Máxima Casa de Estudios: convertir a la Facultad en un partido político para ofrecerlo al mejor postor para las elecciones de 2018.
Grillo de cuna y distinguido por traicionar a quien obstaculice sus pretensiones políticas, Rojo llegó a la dirección hace tres años, apoyado por los mismos que en ese entonces planearon el golpe de Estado que borró del mapa a la maestra Lucy Sepúlveda.
Otro episodio que retrata de cuerpo entero a Rojo, cuya capacidad de grillo no se cuestiona, es la traición contra el actual rector, Rogelio Garza Rivera, al apoyar abiertamente a su contrincante, el presidente de la Comisión Estatal Electoral (CEE).
Hay quienes aseguran que Rojo es el salvador de la carrera de periodismo en la FCC, sin embargo lo contradice el que una de sus primeras acciones vengativas después de tomar posesión fuera precisamente en contra del periodismo.
¿Y saben qué hizo el angelito del Señor? Suspendió sin decir “¡agua va!” las jornadas sabatinas con invitados especiales de la talla del arquitecto Héctor Benavides, que organizaba el profesor Agustín Serna, actual jefe de información de Multimedios.
En fin, Juan Antonio Garza era otro de los candidatos apoyado por la mayoría de los exdirectores que, hay que decirlo, no tienen derecho a voto. Y el tercero, Iñaki Alzugaray, exdirector del Canal 28 quien siempre ha aspirado a dirigir las riendas de la FCC, para quien sería su última oportunidad porque está a menos de dos años de su jubilación.
Y queda una duda: ¿por qué tanto amor a ser director de una Facultad con 3 mil 500 alumnos? O será como la película La Ley de Herodes, que retrata la corrupción en un pueblo polvoriento de un alcalde que llegó a tener poder y enriquecerse de manera descomunal.
NI TE VI, NI ME ACUERDO
De noche y de lejos pasó el 98 aniversario de fundación del periódico El Porvenir, decano del periodismo en Monterrey y uno de los más los longevos de México. Vaya, hasta a sus empleados se les hubiera pasado si no fuera por la publicación de varios desplegados de felicitación el pasado 31 de enero.
La empresa que dirige Gerardo Cantú Escalante no hizo mención alguna de esta fecha, y este su humilde redactor no fue requerido para brindis, pastel o tamaliza alguna. Mucho menos carne asada, fritada a la orange (fritos con una Joya de naranja). Quizás porque se están ahorrando los euros, dólares y panchólares para el festejo del 99 aniversario en el 2019.
Lo que sí se sabe es que para el centenario se pretende invitar no sólo al presidente Enrique Peña Nieto, sino hacer pasarela con los aspirantes a sucederlo, como ocurrió en 1994, cuando tuvieron la visita por los pasillos del periódico de Galeana y 5 de mayo a Ernesto Zedillo, del PRI; Cuauhtémoc Cárdenas, del PRD; y Cecilia Soto, del PT.
A quien se le perdió la brújula o de plano no le funcionó bien el GPS es a la reportera Mayte Villasaña, de Multimedios, quien en un enlace al Telediario dijo que las protestas antiTrump se efectuaron en la Explanada de los Niños Héroes, cuando su nombre correcto es Explanada de los Héroes.
Y otro que cometió una pifia de precisión fue el arquitecto Héctor Benavides, quien al referirse al caso del pago de personas de la tercera edad decía que sólo operan “entre 17 y 18 módulos de Sedesol”, como su hubieran 17 y medio, 17 tres cuartos, o 18 menos un octavo. Más seriedad en esto, ya que nos confunden a todos.
En la RG La Deportiva una semana sí y la otra también se traen como ratones locos a los invitados al programa de entrevistas de Willie González, quien por cierto estrenará chamba como nuevo vicepresidente de los Sultanes de Monterrey, con eso de que Multimedios compró la mitad del equipo.
La última de una serie de pifias le tocó al jugador de Rayados, Celso Ortiz, a quien trajeron del tingo al tango en las instalaciones de Multimedios. Primero subía a la portería, después pasaba al medio campo, luego regresaba a defender la portería para de ahí correr a la meta contraria. Y pues quien pierde es el jugador, y peor aún, el radioescucha.
En el Canal 28 hubo elecciones para designar a su nuevo delegado sindical tras la remoción de Cristina Tamez y de Mario Palacios. El proceso interno estuvo reñidísimo y eso demuestra que hay una división interna y, sobre todo, bloques de empleados en contra de las decisiones de arriba.
Quedó de delegado Carlos Rangel, muy allegado a la dirección, por apenas un voto de diferencia sobre Eduardo Hernández y dos de la tercera en discordia, Adriana Villa, por lo que se teme que el nuevo representante sindical ni las manos meta cuando haya alguna acción contra un empleado.
Vaya, de entrada ya hay dos conflictos. Uno, el cambio de horarios de secretarias y de personal administrativo decretado por Sebas Moreno muy al estilo Trump: por sus pistolas o si no “vele buscando”.
Dos, la prohibición de que los camarógrafos de estudio usen sus smartphones durante las transmisiones en vivo, so riesgo de despedirlos ipso facto, o sea, en caliente. Moreno ya le dijo al jefe de camarógrafos, Jesús Monjaraz, que el primero en ser sorprendido se va sin derecho a explicación alguna.
Lo que no sabe o se niega a saber Sebas Moreno, es que la mayoría de los camarógrafos usan su celular para comunicarse entre ellos para darse indicaciones sobre cómo se ve la imagen, la toma, el cambio de invitados, o bien, son los principales promotores de los programas al subir a sus redes sociales el programa o tema que se transmite en vivo. Esa publicidad no se paga.
Lo que debería de hacer Moreno es poner alto a los camarógrafos que se quedan dormidos en las instalaciones de Canal 28 RTVNL, como sus amigos Sergio Leal y Eladio “Layo” Jiménez.
Y antes de irnos va la gustada pregunta de la quincena: ¿Qué tan cierto es que el verdadero motivo del silencioso cierre del café Nuevo Brasil es porque su dueño, Moani Compeán, se va a ocupar una importante cartera al interior de Morena, el partido de Andrés Manuel López Obrador, y no porque las ventas andaban por la calle de la amargura?