Aunque con un año de diferencia, las elecciones de gobernador en Nuevo León en 2015 podrían tener réplicas en Tamaulipas en 2016, sobre todo con saldos negativos para el Partido Revolucionario Institucional que buscará evitará la alternancia y que el PAN gane como sucedió en 2012 cuando en ambas entidades perdió Enrique Peña Nieto.
A menos de dos meses que se destape al candidato o candidata tricolor en la tierra de la machaca, las encuestas más reconocidas como Hora Cero y El Note no perfilan a un partido con amplia ventaja. Los primeros tienen al PAN y al PRI en empate técnico con menos de cuatro puntos en favor de los albiazules, mientras la otra casa encuestadora coloca primero al tricolor.
Si los comicios a la gubernatura de Nuevo León hubieran sido hace dos años, seguramente Acción Nacional estaría de regreso en el Palacio de Cantera, pero la conformación de un cuerpo de seguridad como Fuerza Civil generó confianza en la ciudadanía y levantó la mala imagen del ejecutivo estatal, Rodrigo Medina de la Cruz. Y eso, obviamente, levantó al PRI de la lona.
El primer domingo de junio del próximo año los electores aprobarán o rechazarán, en las urnas, la gestión de un gobernador que fue impuesto por su antecesor en 2009, cuando el PAN estaba en Los Pinos y los priistas estaban huérfanos de un presidente de la República. Vaya, todo se decidió en casa, sin pedirle permiso a nadie.
Si bien no hay focos rojos en territorio neoleonés para el partido de Peña Nieto, nadie puede asegurar que retendrá la gubernatura.
Caso contrario, en 2016 habrá elecciones estatales en un Tamaulipas que no termina con sus problemas de inseguridad producto de la guerra entre dos grupos del crimen organizado.
Y aunque el gobernador Egidio Torre Cantú ha tomado decisiones para depurar los cuerpos policiacos como crear la Policía Estatal Acreditable, la versión tamaulipeca de la Fuerza Civil de Nuevo León todavía no se refleja en la confianza de la población.
Y aunque en los últimos meses, semanas y días los diversos acontecimientos violentos en Michoacán y Guerrero quitan reflectores a Tamaulipas, la percepción es que Acción Nacional buscará con todo la alternancia. Y una probadita la dio hace dos años cuando los blanquiazules ganaron con Josefina Vázquez Mota, dos senadurías y cinco de ocho diputaciones federales.
Por eso Torre Cantú debe tomar muy en cuenta los resultados del PRI-gobierno en Nuevo León en estos temas tan sensibles para la población, porque de lo contrario una catástrofe electoral para el tricolor se empezaría a escribirse, y no precisamente en tinta negra.