
Como dicen los memes: “2025, ¡sorpréndeme”. Y vaya sorpresa que nos dieron quienes este año han sido nominados al Salón de la Fama del Rock & Roll. De los 14 nombres publicados, solo unos cuántos formarán parte de la Clase 2025 de dicha institución.
En la lista aparecen nombres como Bad Company (una banda de rock inglés), The Black Crowes, Mariah Carey (el efecto de la navidad llegó hasta aquí), Chubby Checker, Joe Cocker, Billy Idol, Joy Division/New Order, Cyndi Lauper, Oasis, OutKast, Phish, Soundgarden (mi total respeto), The White Stripes y la banda de rock mexicana, Maná.
Una de las interrogantes que surge cuando esta lista se publica es cómo le hacen para “decidir” quién aparece y/o es elegible. Como parte de los requisitos para ello es que deben de haber publicado su primera grabación comercial al menos hace 25 años, además de tener un impacto e influencia cultural en la industria de la música, en otros artistas y géneros, además de mantener una presencia activa. Los ganadores de este año serán revelados a finales del mes de abril y los fans también pueden formar parte de las votaciones a través de la página oficial del Salón de la Fama del Rock & Roll.
Con la nominación de Maná, estos grandes rocanroleros, se convierten en parte de la historia, ya que se reconoce a la música hecha en español, nuestro idioma que tanto ruido ha causado en los últimos meses. ¿Y entonces porqué Maná genera tantas opiniones que nos llevan a la polarización? Probablemente tenga que ver con factores que se generaron hace décadas y vale la pena compartir para ampliar nuestro panorama.
Maná logró consolidar su sonido a través de un estilo musical con la etiqueta de rock pop latino, una propuesta suave y comercial que tenía un combo ganador a través de sus letras enfocadas a temas de amor, desamor y relaciones complejas, las cuales nos llenaron de alegría y regocijo en sus primeros discos: “Dónde Jugarán Los Niños” de 1992 y “Cuando Los Ángeles Lloran” de 1995 tienen muchos temas que varios cantamos a todo pulmón, quien reniega de ello, está mintiendo por convivir.
Solo que, con los años, esa música auténtica o innovadora comenzó a percibirse como repetitiva y/o poco profunda; para quienes buscaban algo más complejo, con mayor intensidad o un enfoque diferente, esto fue un motivo para continuar en la búsqueda de otros horizontes musicales. Algo totalmente válido.
Los prejuicios hacia el rock pop latino, influye en cómo se percibe a la banda. Su música se asocia a los años 90 y las nuevas generaciones pueden tener una menor conexión con ellos, comparado con otros géneros y artistas actuales, además de las reservas sobre ciertos miembros de la banda o aspectos que nos han mostrado a través de la actitud que toman en público, lo cual suma un elemento más para decir “no gracias” a lo que Maná propone musicalmente hablando.
Sin embargo, así como hay quienes no lo disfrutan, hay otros millones de seguidores que le son fieles al grupo. Gracias a ellos, la agrupación oriunda de Jalisco continúa agotando entradas de sus conciertos: en España, Los Ángeles, Ciudad de México y Monterrey, por mencionar algunas ciudades, el público sigue rendido ante los encantos de esta banda, venerada y exitosa, dentro y fuera de nuestro país.
Si en algún momento has tarareado al menos “Rayando el sol”, “Oye mi amor”, “Vivir sin aire” y “Clavado en un bar”, logramos crear un vínculo con una de las agrupaciones más importantes en la historia del rock en español. Su impacto en la música latina es indiscutible. demostrando que, a pesar de las divisiones, su influencia perdura y continuará marcando a generaciones, como parte del efecto Maná.
@soydeliaramirez