Hace dos años, el staff de campaña de Rodrigo Medina capitalizó brillantemente la influenza y la crisis financiera para destronar a Fernando Elizondo en el camino para llegar al Palacio de 5 de Mayo.
Pero ahora los puesteros de Reforma le van a cobrar vendetta al gobernador en 2012, luego que fueron despojados violentamente del sustento de sus familias por parte de la federación, con ayuda del mismo gobierno de NL
“Estamos muy encabronados y queremos que nos ayuden… la gente jodida no pelea con el gobierno”.
Fueron estas dos frases que sacudieron las pantallas de la tv a través de los noticieros locales, en momentos en que miles de comerciantes lo habían perdido todo y estaban sin un futuro por delante.
Salió a relucir el colmillo retorcido del jerarca de la CROC, Agustín Serna Servín, un viejo lobo de muchos mares turbulentos, no sólo en Nuevo León, sino a todo lo largo y ancho de este México rehén del crimen organizado.
Ciertamente habrá un fuerte costo político para Rodrigo Medina y sus candidatos del PRI en los comicios 2012… de eso no cabe la menor duda.
CROC y CTM pedirán a sus gente que voten por el que quieran, menos por los del PRI, porque se sienten traicionados por quienes les pidieron sus votos en 2009 y ahora les dan una patada en el trasero; tienen las heridas abiertas.
Eso de la limpia en las calles de Reforma es apenas la puntita del gigantesco iceberg de la corrupción imperante desde hace 30 años en uno de los sectores más tradicionales para la piratería y la prostitución en esta fea ciudad.
Tiene mucha razón Don Agustín en exigir que se llegue hasta las últimas consecuencias, que dejen trabajar a los comerciantes honrados y castigar con severidad a los culpables de la degeneración de esa zona.
Entre el hedor de Reforma están implicados funcionarios federales, estatales y municipales, así como líderes sindicales, del magisterio y hasta de algunas parroquias de la metrópoli.
También está gente de la iniciativa privada, directivos de cámaras empresariales, hombres de negocios que controlan casas de cambio, mueblerías, restaurantes, toda una red de lavado de dinero.
Por igual le entró a este negociazo “gente bonita” de las televisoras locales, mujeres y hombres, quienes vendían de todo, ropa, perfumes, juguetes, pero también dvs´s de pornografía y drogas.
La renta de los locales en todas las manzanas, desde Juárez hasta Pino Suárez, de Madero a Colón, estaba controlada desde altas esferas del gobierno de NL y también del Palacio de Cristal, donde hoy despacha Larry.
También estaban coludidos ex agentes aduanales, tiendas de Laredo y McAllen que mandan toda la basura electrónica, porque aquí les pagaban doble y triple y sin reportar el pago de impuestos, IMSS, Infonavit, ietu, etc, etc.
Unas horas después de los reclamos de las huestes croquistas, el Rodrigober advirtió que con el apoyo de las fuerzas federales continuarán los macrooperativos para confiscar y desmantelar los negocios donde se vende mercancía apócrifa y de contrabando.
“Estamos tomando decisión de entrar en todos estos rubros que están del lado de la ilegalidad contra mercancía pirata, apócrifa, ilegal y no nos vamos a detener”, subrayó.
Y salió a relucir el peine:
“Vamos a continuar, todas las semanas tenemos reuniones de coordinación en donde se ven diferentes operativos, en donde tenemos la participación conjunta de los tres niveles de gobierno”.
Esto quiere decir que el Rodrigober estaba más que enterado y estuvo de acuerdo para atestar el duro golpe que recibirían las mujeres y hombres que lo llevaron al poder hace casi tres veranos.
Medina de la Cruz amenazó con desplegar más operativos en las próximas semanas, porque “tenemos el apoyo de la Secretaria de la Defensa (Nacional), de la Marina, de la PGR”.
Insistió en que “estamos constantemente preparando operativos para combatir precisamente la ilegalidad, entonces vamos a continuar”.
Medina de la Cruz sostuvo que “lo que se encuentre que esta fuera del marco de la ley, hay que atacarlo”.
Entonces la culpa de las 260 toneladas de mercancías confiscadas, entre apócrifas, de contrabando y algunas legales, no fue del todo de las fuerzas federales y del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
El gober de NL admitió que “por eso se hizo el operativo de ese tamaño, contundente, porque era evidente que ahí se estaban llevando este tipo de acciones de carácter ilegal y teníamos que actuar en consecuencia”.
Y recalcó: “vamos a seguir trabajando, porque es importante enviar el mensaje de que tiene que prevalecer el estado de derecho”.
Así es que prepárense amigos puesteros de la Pulga Río, de Colegio Civil, del venerable Penny Riel y de los mercaditos que se despliegan todos los días en todos los municipios del estado.
Los federales, apoyados por el Rodrigober, también se van a lanzar contra cientos de bodegas protegidas por sindicatos y políticos de todos los colores y sabores, donde se resguardan miles y miles de toneladas de fayuca.
Parafraseando a Agustín Serna, los puesteros van a seguir muy encabronados.
Previamente, la Procuraduría General de la República (PGR) reveló que el 70 por ciento de la mercancía decomisada es de contrabando y apócrifa, en el que se encontraban hasta películas de pornografía infantil.
El delegado de la dependencia federal en la entidad, Miguel Ángel Campos, sostuvo que más de 450 comerciantes ubicados sobre la calle Reforma no han acreditado la legalidad de sus productos que fueron confiscados.
De acuerdo a varias denuncias, en esa zona también proliferaban desde hace varias décadas la venta de drogas al narcomenudeo y el ejercicio de la prostitución.
Lo que todo Monterrey siempre ha sabido.
“Un 30 por ciento de los locales que fueron revisados tenían mercancía de procedencia extranjera como software, videojuegos y otro tipo de productos de los cuales al momento no se ha acreditado la legal estancia de internación al país y mucho menos la legítima propiedad”, dijo el burócrata federal.
Resaltó que “el 70 por ciento de estos locales, principalmente los que estaban sobre la avenida Colón, eran de material apócrifo, de películas en DVD, en su gran mayoría de pornografía”.
Las investigaciones por los delitos de tipo fiscal que se pudieran haber cometido por parte de los puesteros, podrían durar hasta cuatro meses, tiempo en el que los afectados tienen derecho a acreditar sus mercancías.
“Actualmente se está llevando a cabo la clasificación arancelaria, la cotización y el avalúo de esta mercancía en la Aduana de Monterrey”, dijo el de la PGR.
Detalló que “por lo que hace al material apócrifo y de piratería es un material que por sí mismo es totalmente ilícito y que procede a su destrucción, así lo establece la ley para darle su destino legal”.
Resaltó que el Ministerio Público de la Federación tiene un gran interés de saber quiénes son las personas que estaban a cargo de estos locales, en particular por el tema relacionado con la pornografía.
Se escuchó una sonora y grupal carcajada entre los camarógrafos, fotógrafos y picateclas de todos los medios al oír las palabras del delegado de PGR, al acudir a la rueda de prensa un día después del macrooperativo.
Las apuestas son triple y cuádruple contra sencillo de que un buen bonche de todo lo decomisado aparecerá como arte de magia en las mesas de miles de puesteros aquí mismo y en otras ciudades mexicanas.
Algo muy cierto es que la Secretaría de Hacienda y la PGR son los “animales burocráticos” más temidos por los mexicanos de todos los niveles económicos en este país.
Sólo hagamos memoria y pregúntenle a miles de empresarios, cantantes, políticos, sacerdotes y deportistas que han huido ante el temor de pasar unas vacaciones en Almoloya, acusados de cometer fraudes fiscales.
El impacto del macrodecomiso será no sólo político para el Rodrigober, sino además se convertirá en una bomba para la creciente inseguridad y violencia en Nuevo León.
Miles de trabajadores y sus familias que perdieron todo su patrimonio en la añeja calle de Reforma y sus alrededores, sin posibilidad de conseguir un empleo bien remunerado, caerán en el canto de la sirena del crimen organizado.
Y si ahorita la cosa esta que arde, en 2012 esta tierra será un verdadero infierno y en medio de un abstencionismo sin precedentes.
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