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adie puede negar que el mensaje que el pasado domingo 24 de julio ofreció a los neoloneses el gobernador del Estado, Samuel García Sepúlveda, estaba plagado de buenas ideas y encomiables conceptos… desgraciadamente muy difíciles de concretar.
Es cierto, a estas alturas del partido, Nuevo León ya no está para que le intenten endulzar la grave situación que se vive por la falta de agua, y García Sepúlveda se encargó de pintar lo que está viviendo en toda su brutal realidad.
“Sencillamente las presas se secaron, el acuífero está abatido, los pozos no dan abasto porque el acuífero le queda muy poco que dar, no ha llovido ni la mitad del promedio los últimos cinco años, y el calor cada vez está peor”, dijo al arranque de su discurso.
A partir de entonces el mandatario ofreció su visión de lo que tienen que hacer no solamente las autoridades, sino los empresarios, los ganaderos, los agricultores, los industriales y la sociedad civil.
Y aquí es donde, como dicen en el rancho, “la puerca tuerce el rabo”, pues el ejecutivo ha revivido temas que no solo no son del agrado de poderosos sectores económicos de la entidad, sino que hasta lo han enfrentado con ellos.
De entrada ahí está el llamado “impuesto verde”, anunciado al arranque de la administración y le ganó el rechazo de los dueños del dinero en la entidad.
Pero también está la demanda que el gobernador le hizo a la industria, específicamente las cervecera y refresquera, de aportar más de su agua para el consumo humano.
“En Nuevo León la industria debe dejar de consumir agua potable y migrar al agua reciclada (…) tiene que dar ese paso al frente, no solo cediendo agua, lo cual agradecemos, sino cambiando procesos productivos para cada vez más usar menos agua”, citó.
¿Alguien duda que Samuel tiene razón en este reclamo?, pero ¿qué va hacer al respecto?
Y luego está la mención a los ganaderos y agricultores, a quienes señaló como los mayores consumidores de agua debido a que sus procesos son arcaicos.
“El sector agropecuario es el que más agua utiliza. Tan solo en México, 76 por ciento del agua se consume en el mejor de los casos, en el sector agrícola (…) he visto con profundo dolor que falta la tecnificación del riego, sigue habiendo cultivos que como si fuera arroz, inundan completamente para regar, (…) tirar agua para pasta, ¿realmente cuesta o vale el agua que tiramos en pasteo, con lo que van a producir?”, dijo.
Puso el dedo en la llaga cuando mencionó que en municipios como San Pedro Garza García y Santiago, sus residentes están por encima del promedio en ingresos económicos, y son quienes más desperdician el agua.
Fue por ello que haciendo eco de lo que muchos en la entidad piensan, anunció una idea de cobrar más a quien tenga más.
“Para ellos la tarifa es exageradamente barata. El agua está regalada. Tenemos que buscar una tarifa progresista para que a nadie se le ocurra tirarla, y para dejar de tener un agua que para un segmento sea tan barata, que le duela en el bolsillo”, anunció.
Pero ¿qué paso? que las buenas intenciones en este intento de poner algo de justicia en los cobros de la tarifas de agua duró muy poco… menos de 24 horas pues, durante la gira que hizo en el norte de la entidad, reculó de esta idea asegurando que en su sexenio no habría “tarifazos”.
Nadie puede negar que el gobernador tiene buenas intenciones para resolver la crisis del agua, el problema de estas ideas es que chocan con los intereses de los dueños del dinero, los dueños de la política, y los dueños de la opinión pública.
O sea, ¿se quedarán como buenas intenciones o cartas a Santa Clos a destiempo, en pleno verano? El tiempo lo dirá.
Por otro lado, pero siguiendo en el mismo gobierno estatal, se dice que en octubre próximo habrá una sacudida de funcionarios que llegaron para cumplir los compromisos de campaña. Y uno se fue antes, por motivos de salud: Aldo Fasci como secretario de Seguridad.
Por cierto, su relevo es Gerardo Palacios Pámanes, considerado un técnico en el tema de seguridad con preparación y resultados, mismos que demostró cuando estuvo en el cargo en el municipio de Guadalupe en el primer trienio de la alcaldesa Cristina Díaz Salazar.
Es licenciado en derecho, maestro en criminología y doctor en derecho por la Universidad Autónoma de Nuevo León; medalla nacional al mérito criminológico (2016), Sociedad Mexicana de Criminología; miembro del sistema nacional de investigadores del CONACYT, nivel 1. (desde 2009), y miembro correspondiente de la Academia Mexicana de Ciencias Penales (Desde el 2021).
Es egresado del programa “Policía Comunitario” del Departamento de Estado de Estados Unidos, como becario del gobierno americano en el programa “Líderes Internacionales Visitantes”. (2012).
Se ha desempeñado como coordinador general del sistema penitenciario de Nuevo León; director de la Academia Estatal de Policía de Nuevo León; rector fundador de la Universidad de Ciencias de la Seguridad; cofundador de la Policía Estatal Fuerza Civil y secretario de prevención del delito en el municipio de Guadalupe.
Palacios Pámanes fue secretario técnico de la Conferencia Nacional de Seguridad Pública Municipal, perteneciente al Consejo Nacional de Seguridad Pública (máximo órgano en materia de seguridad en el país); secretario de Seguridad Pública en Guadalupe,y rector de la Universidad de Ciencias de la Seguridad.
Ahora lo ‘very important’ será quiénes serán sus colaboradores para que Fuerza Civil empiece a dar resultados que pide el gobernador y exige la ciudadanía que no ve lo duro, sino lo tupido, con el tema del agua.
El que no descansa entregando becas, entregando y supervisando obras, recorriendo colonias y llevando agua a los sectores que padecen el desabasto (y también a su molino para lo que se ofrezca en las las urnas en 2024), es el alcalde de Apodaca César Garza Villarreal.
En Juárez por su lado, el edil Paco Treviño cumplió una promesa de antaño a los vecinos de la colonia Zirándaro de rehabilitación de una plaza pública.
Por su parte el alcalde de Santa Catarina, Jesús Nava, invitó a su homólogo de Escobedo, Andrés Mijes, a compartir su experiencia del ‘Protocolo 48’, aplicado en la localización de personas a raíz del lamentable caso de Debanhi Escobar.
Mientras tanto en Guadalupe y Monterrey, aprovechando las vacaciones escolares y que la grilla bajó de intensidad, los ediles Cristina Díaz y Luis Donaldo Colosio inauguraron campamentos de verano para niños.
Y si algunos de sus gobernados creyeron que los alcaldes de Santa Catrina y Santiago, Daniel Carrillo y David de la Peña andaban en las playas del Caribe, se equivocaron: reparten agua a los más necesitados y útiles escolares.
Para acabar esta columna: ¿saben qué secretario del gabinete de Samuel hizo encabritar a los habitantes de la zona citrícola que bloquearon la carretera Nacional, diciendo que el agua del Río Pilón se iba a extraer con o sin su aprobación?ϖ