Cuando falta menos para las elecciones del 6 de junio de 2021, cada uno de los posibles candidatos a suceder a Jaime Rodríguez Calderón empieza a venderse bien. Sin embargo, todos tienen sus pros y contras, que el electorado deberá valorar para no irse con la finta.
Por eso, este columnista hizo un ejercicio de enumerar, en pocas palabras, las debilidades y fortalezas de ellos y ellas, considerando a los que más suenan y empezando por una mujer que representa al partido en el poder en México.
¿El lado débil de los aspirantes?
Tatiana Clouthier: ser diputada por Sinaloa.
Samuel García: su juventud e irreverencia.
Judith Díaz: su cargo estatal en la 4T.
Clara Luz Flores: su esposo.
Adrián de la Garza: su propio partido.
Víctor Fuentes: su derrota en 2018.
César Garza: su propio partido.
Mauricio Fernández: está fuera de moda.
Cristina Díaz: su propio partido.
Waldo Fernández: su indefinición.
Ildefonso Guajardo: su sello Peña Nieto.
Manuel González: la marca.
¿Y cuál es su lado fuerte?
Tatiana Clouthier: ser mujer y frontal.
Samuel García: ganó en 2018 y sus redes.
Judith Díaz: ser mujer y entrona.
Clara Luz Flores: ser alcaldesa y mujer.
Adrián de la Garza: dos veces alcalde.
Víctor Fuentes: su partido y senador.
César Garza: tres veces alcalde.
Mauricio Fernández: su carácter.
Cristina Díaz: su trayectoria y ser mujer.
Waldo Fernández: sin cola que le pisen.
Ildefonso Guajardo: su currículum.
Manuel González: sabe jugar a ganar.
Por cierto, quien volvió en sus redes a dar pena, perdón, a intentar que los reflectores lo iluminen, es Adalberto Madero Quiroga, el ex senador y ex alcalde de Monterrey del PAN, que la verdad ya los electores no saben a qué le tira.
Basta recordar que en 2018 buscó volver a ser presidente municipal de la capital regia, postulado por el Partido Verde, pero terminó bien zarandeado y peleado con las siglas.
Otro que se anda queriendo vender bien es Patricio “Pato” Zambrano, ex PT, ex MORENA y ahora carta fuerte del Verde a la gubernatura, pero fácilmente declinaría si su partido negocia entrar en una alianza, aunque ya no con el PRI, dicen sus dirigentes.
Pasando a otros temas, pasaron 15 años del destape de la corrupción en la Universidad Autónoma de Nuevo León durante la rectoría de Manuel Silos Martínez, girándose órdenes de aprehensión contra él, su secretario particular, el tesorero y un cuñado del ex gobernador Sócrates Rizzo García, para que el temblor se repitiera con menos intensidad en 2011.
En 1996, cuando Silos Martínez ya había sido obligado a renunciar a la rectoría y estaba refugiado en la Facultad de Economía como maestro, fue declarado por la Procuraduría de Nuevo León como prófugo de la justicia junto a los otros tres. Eso pasó tras asumir la gubernatura interina Benjamín Clariond Reyes-Retana.
Y cuando parecía que en 15 años no podía suceder algo igual, o peor, llegó 2011, pero el sismo no provocó los estragos ocasionados en 1996 con un ex rector y los demás en la cárcel, y con daños a la imagen de la Máxima Casa de Estudios.
Tras la salida de Silos Martínez y en plena investigación de anomalías que publicaban El Norte, El Porvenir y El Diario de Monterrey, José Antonio “el tigre Toño” González Treviño llegó a ser el secretario académico, Luis Galán Wong secretario general, y el rector era Reyes Tamez Guerra.
Años después, cuando Vicente Fox Quesada ganó en 2000 la presidencia de México, nombró al biólogo Reyes Tamez Guerra como titular de Educación; Galán Wong ocupó la rectoría por un periodo de tres años, y, después el ingeniero González Treviño se puso listo y despachó como rector entre 2003 y 2009.
Y fue en el periodo del “tigre Toño” cuando sucedió el segundo capítulo que puso a la UANL en la vitrina, cuando El Norte publicó de manera seriada los contratos otorgados por Pemex a la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (FIME) por más de 2 mil millones de pesos.
Que el gobierno federal, por medio de Pemex, diera contratos a otro ente público como fue la UANL, no era supuesto delito.
Eran los tiempos del PAN en el gobierno, primero con Fox Quesada y continuaron con Felipe Calderón Hinojosa, en que paraestatales como Pemex y CFE, entre otras, daban contratos sin licitar a universidades públicas.
Sobre todo en esta zona a la UANL y la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), dedicadas a estudios, supervisión y obras para el proyecto de la Cuenca de Burgos para extraer gas natural.
El grave error fue cuando el “tigre Toño” tuvo la ocurrencia de ordenar meter en la nómina como maestro de FIME al propietario de varias empresas que fueron subcontratadas para ejecutar los convenios que PEMEX había entregado a la Máxima Casa de Estudios.
Erick Alain Treviño Arjona, de quien se sabe radica en Miami, Florida, dedicado a los negocios de bienes raíces, era el dueño de varias razones sociales y jamás hubiera generado sospecha para que El Norte involucrara a la UANL, de no haber aparecido como investigador en FIME.
En 2011, una vez que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) hizo observaciones a la Máxima Casa de Estudios para vigilar a funcionarios que participaran en futuros contratos, entre otros puntos del dictamen, la institución salió avante y no hubo encarcelados como en 1996.
Pero esa sacudida tuvo sus consecuencias: los convenios que recibió la UANL en el sexenio de Enrique Peña Nieto fueron disminuyendo, como los montos en millones de pesos. La bonanza en los sexenios del PAN había terminado.
Eran los años cuando PEMEX estaba sirviendo de trampolín para que Calderón Hinojosa perfilara a Juan Camilo Mouriño como su sucesor en la presidencia, un plan que se abortó luego de su muerte el 4 de noviembre de 2008, al desplomarse el avión particular donde viajaba.
El 24 de febrero de ese año Andrés Manuel López Obrador acusó a Mouriño de haber cometido tráfico de influencias al habérsele otorgado a empresas de su familia contratos de PEMEX firmados en 2003 y 2004 por el funcionario federal (Fuente: Wikipedia).
Mouriño era representante legal de la empresa de su familia –Grupo Energético del Sureste– siendo diputado federal, asesor y luego subsecretario de Electricidad de la Secretaría de Energía en esos mismos años.
El 11 de marzo, el propio Mouriño envió a la Procuraduría General de la República y la Secretaría de la Función Pública todos los documentos relativos a los contratos que firmó como representante legal de la empresa de su familia con PEMEX, iniciando estas dos dependencias las investigaciones correspondientes.
El 13 de mayo de 2008, una comisión del Congreso de la Unión presentó formalmente sus conclusiones, exonerándolo de haber cometido tráfico de influencias y estableciendo que se condujo en apego a derecho (Fin de Wikipedia).
En esos años de bonanza en PEMEX y cuando el escándalo envolvía a Mouriño, Tamez Guerra ya había dejado la Secretaría de Educación de Fox Quesada, donde había entablado muy buenas relaciones a nivel federal, y el “tigre Toño” era rector de la UANL.
Y uno de los hombres de confianza del ex rector era Marco Antonio Méndez Cavazos, director de Proyectos Especiales de FIME entre 2006 y 2009, que conocía a detalle el manejo de los polémicos convenios con PEMEX que afloraron en 2011.
Méndez Cavazos, por instrucciones del “tigre Toño”, asesoraba a otras facultades que recibían contratos de dependencias federales.
El año pasado, el ingeniero mecánico administrador fue nombrado presidente de la Honorable Junta de Gobierno de la Máxima Casa de Estudios.
Cambiando de canal, dentro de la Facultad de Ciencias de la Comunicación (FCC) generó mucho ruido una fotografía de redes sociales donde aparece Margarita Emilia González Treviño, hermana del susodicho ex rector, con un grupo de maestros que viajaron a la CDMX como porra a la presentación de un libro de su autoría.
En la misma, aparecen el maestro Juan Antonio Garza Sánchez, su esposa Laura Lizeth Campos Guido, Daniela Mendoza y Jessica Ferreira, entre otras personas.
¿A poco Margarita Emilia necesitaba tantos porristas de la FCC para un libro que fue su trabajo de tesis de maestría y que hizo hace un montón de años? ¿Y quién costeó los vuelos de avión, las comidas, los traslados a los aeropuertos y el hospedaje?, se preguntan.