
Está claro que las diferencias entre el PRI, el PAN y el gobernador Samuel García parecen ser irreconciliables, y se necesitaría mucho más que un milagro de la Guadalupana y San Judas Tadeo juntos para que estos grupos políticos puedan sentarse a la mesa.
Aunque las partes en conflicto esperaban la mediación del secretario de Gobernación, Adán Augusto López, para terminar de una vez por todas con el conflicto político en una visita a Nuevo León enviado por el mismísimo presidente de México, al final esto no sucedió.
Ya lo dijo César Garza, alcalde de Apodaca, vocero y líder del Pacto Nuevo León, como se le denomina al grupo de alcaldes y legisladores quienes se han levantado en contra del gobernador emecista.
“No podemos sentarnos a la mesa con quien los ha faltado el respeto y nos agrede. Ellos (el gobierno del Estado) pueden seguir con sus tensiones con el poder legislativo, pero no pueden tomar como rehenes a los municipios de Nuevo León”, expresó.
Las fuertes palabras de Garza, quien ha repetido el tono en cada uno de los foros en los que le ha tocado hablar, dejan muy en claro que ha roto la que hasta hace unas semanas era una excelente relación con García Sepúlveda.
¿Qué tan buena era la relación? Vamos a ponerlo de esta manera: había quienes mencionaban que en caso de que el PRI no le diera al alcalde de Apodaca la candidatura a la Senaduría, MC estaba más que dispuesto a ofrecérsela, para que fuera en una posible fórmula con Mariana Rodríguez.
Esa cercanía que tuvo el edil apodaquense con el ejecutivo desde comienzo del sexenio naranja había causado, desde celos, molestias y hasta sospechosismo, dentro del Revolucionario Institucional a nivel estatal y nacional.
Pero ahora todo eso está en el pasado, la unión se ha roto y el mismo Garza dio una pista en un pasado evento del Pacto Nuevo León de lo que pudo haber acelerado esta descomposición.
“A petición de él (de Samuel), fui su consejero y mediador, nada de lo que se planteó y se le dijo aprendió, hoy se los digo con franqueza, se derrumbó la confianza que tenía en él.
“Ya no doy clases privadas, ahora en público vamos a tratar la agenda de asuntos públicos, gobernar no es imponer tu voluntad por encima de todos, esto lo es nueva política eso es viejo autoritarismo, este Nuevo León ya no aguanta esos esquemas”, expresó un lunes en el Congreso local.
Analizando estas palabras se puede comprender la desilusión del alcalde de Apodaca y cabeza visible del Pacto Nuevo León, misma que ha provocado todo este movimiento que todavía tiene muchas historias por contar.
Pero así como el PRI y el PAN se han convertido en un verdadero dolor de cabeza para Samuel García, existe una fuerza política que, sorpresivamente, podría igualar las condiciones en este conflicto.
MORENA y su aliado del PT, se han convertido en el objeto del deseo del gobernador, quien ya logró sentarse con ellos.
Hace un par de días, el mandatario se reunió con Waldo Fernández y el resto de los integrantes de la bancada de MORENA, quienes un poco de tiempo más atrás, habían sido recibido con una jubilosa ovación en la instalación del Pacto Nuevo León.
De hecho, Fernández es el titular de la Comisión de Presupuestos, un cargo que logró gracias a que el PRI y el PAN decidieron quitársela al MC en los albores de todo este enfrentamiento.
La reunión entre MORENA y Samuel deja más que claro que el gobernador está intentando de hacerse de aliados al interior del Congreso y para lograr que los diputados de la 4T aceptaran reunirse con él, primero tuvo que limar sus asperezas con el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, quien lo traía de bajada con sus críticas.
Aplicando aquella máxima de “no hay nada que platicando no se arregle”, el mandatario estatal se dio una encerrona con el secretario de Gobernación con quien tras hacer las pases, giró instrucciones a sus legisladores locales para que se reunieran con Samuel para escuchar qué es lo que les tiene que ofrecer.
¿Se logrará esta inédita unión entre MC y MORENA?
En otros asuntos el priismo de Nuevo León tuvo muchísima actividad en días pasados, pues además de su tradicional desayuno de la unidad convocado por la alcaldesa de Guadalupe Cristina Díaz, que invitó a los más importantes cuadros del instituto político en la entidad.
Este desayuno cayó como anillo al dedo para los priistas, quienes saben que hoy, más que nunca, necesitan mantenerse en un solo bloque para poder sobrevivir al enfrentamiento que tienen con el gobernador Samuel García.
Parece que los tricolores finalmente entendieron que en estos momentos la unidad es más relevante que las patadas por debajo de la mesa que se estaban empezando a dar por el proceso de selección de los candidatos al Senado.
Para el sábado 26 el alcalde de Juárez, Francisco Treviño, tenía organizada una caminata de la unidad a la cual serían invitados alcaldes, diputados y otros dirigentes del PRI.
Hay que recordar que fue en una caravana de autos y otra a pie, cuando en 2021 los priístas mostraron músculo en plena campaña a gobernador, con la asistencia del entonces candidato Adrián de la Garza, y de “Alito”, el dirigente nacional.
Quién se lo iba a imaginar, que más temprano que tarde el líder de los panistas en el poder legislativo, Carlos de la Fuentes, se iba a tomar revancha de las notas contra él y su esposa que lo pusieron color de hormiga y lo distanciaron de Samuel García.
Y mientras está en suspenso de cómo terminará esta novela, el jueves 24 fracasó una encerrona que tuvo el tesorero estatal, Carlos Garza, con los pastores de las bancadas de oposición donde se abordarían puntos relevantes del presupuesto para 2023.