
Hace seis años, cuando faltaban 12 meses para la elección de 2009, Rodrigo Medina de la Cruz ni siquiera tenía un 5 por ciento de preferencia entre los priistas para ser candidato a gobernador de Nuevo León. Por encima de él estaban otros como Abel Guerra Garza, Cristina Díaz Salazar y Eloy Cantú Segovia.
¿Y a qué viene esa remembranza?, se han de preguntar algunos. A que después de la publicación de varias encuestas en días pasados en algunos medios impresos del Estado -unas serias y otras no tanto-, la lectura que deja dentro de la clase política, y sobre todo en los aspirantes, es que nada está decidido y que el juego está abierto.
Cuatro periódicos publicaron los resultados de sus investigaciones de opinión pública a un año de los comicios, pero solamente de un par de ellos vale la pena comentar: uno, de Hora Cero, que según la prestigiada revista Nexos en 2012 fue la tercera empresa encuestadora a nivel nacional con mayor certeza. Y dos: de El Norte.
Hora Cero fue el primero en adelantar -y luego lo confirmó El Norte– que las elecciones para gobernador(a) de 2015 posiblemente se pintarán de rosa, pues tres son las precandidatas que prefieren los simpatizantes del PRI y PAN en Nuevo León para competir por ese puesto.
Por el lado tricolor están las senadoras Ivonne Álvarez y Cristina Díaz, mientras por los albiazules la alcaldesa de Monterrey, Margarita Arellanes, se ubica en primer lugar de las preferencias.
Los números fríos de los ejercicios de opinión pública de ambos periódicos relegan a los aspirantes masculinos de ambos partidos, y entre los más sonados que quedarían huérfanos para competir por la gubernatura están Mauricio Fernández y Felipe de Jesús Cantú, del PAN, e Ildefonso Guajardo, del PRI y actual secretario de Economía del gobierno federal.
Hace unos dos años, cuando Nuevo León era rehén de los grupos de la delincuencia organizada que mantenían el terror a la población no sólo de la zona metropolitana sino en la rural, pocos apostaban a que el Revolucionario Institucional repetiría la victoria.
Pero el gobierno federal, primero con Felipe Calderón Hinojosa y luego con Enrique Peña Nieto como presidentes, se aplicaron en combatirlos con un éxito parcial que derivó en la reducción de los delitos y del número de ejecuciones, cuando se había llegado a extremos jamás imaginados.
Las balaceras en colonias populares y de clase media-alta, así como el espeluznante espectáculo de encontrar cuerpos colgando de puentes peatonales de las principales avenidas de la metrópoli, amén de secuestros, extorsiones y cobro de derecho de piso, eran el pan de cada día de comienzos y mitad del sexenio de Medina de la Cruz.
Los planes federales de combatir a grupos del narcotráfico que se habían apoderado del Estado, acompañado de la depuración de las policías estatales y municipales -que todavía sigue en marcha-, hicieron que el PRI empatara el marcador.
Un Nuevo León cada vez menos en llamas puso al tricolor de nuevo en la competencia para seguir dentro del Palacio de Cantera, porque a un año del relevo en las presidencias municipales todo indica que no habrá alternancia, salvo un ligero foco rojo encendido en Guadalupe.
Primero fue Hora Cero, a través de su encuesta que anticipó una lucha cerrada en este municipio que encabeza el alcalde César Garza Villarreal, con resultados que arrojaron 37 por ciento para el PRI y 31 del PAN, si hoy fueran las elecciones.
Después, el domingo 8 de junio, El Norte confirmó las proyecciones de nuestro trabajo: el Partido Revolucionario Institucional tiene 36 por ciento de las preferencias actuales por 34 del Partido Acción Nacional.
En la lucha por Monterrey, el sondeo de Hora Cero publicado en la edición el 15 de mayo reflejaba una ventaja de 11 puntos del PAN ante el PRI (42 por ciento a 31 por ciento), por siete de ventaja de El Norte que publicó 35 por ciento por 28, respectivamente.
Ambos medios de comunicación, que en las últimas elecciones a gobernador de 2003 y 2009 han realizado encuestas, anticiparon una lucha por la gubernatura entre Arellanes y Álvarez, pero no se descarta que entre en la competencia la senadora Cristina Díaz.
Otro dato importante es que los dos periódicos pusieron en los primeros lugares, para la alcaldía de Monterrey, a Aldo Fasci Zuazua, actual dirigente del tricolor en la capital regia, así como al legislador local, Enrique Barrios, quien privilegia sus aspiraciones de una diputación federal, pero no se descarta para suceder a Arellanes.
Los dos ejercicios de opinión pública ubican al diputado local Francisco Cienfuegos como fuerte aspirante a pelear para que Guadalupe no regrese a ser gobernada por el PAN, mientras que Manuel Cavazos, su compañero en el Congreso del Estado, está perfilado para Apodaca.
En San Pedro, Hora Cero y El Norte publicaron que el ex gobernador Benjamín Clariond tiene las simpatías de los tricolores para que compita en la difícil encomienda de recuperar para su partido ese bastión azul. Y que Mauricio Fernández, de no ser candidato a gobernador, sería su contrincante a alcalde por el PAN.
Otras coincidencias de las dos encuestas es que Brenda Velázquez pinta para ser candidata albiazul por la alcaldía de Escobedo; que Braulio Martínez es el mejor gallo panista en Apodaca; Irma Adriana Garza, por el PRI en Santa Catarina, y su rival sería Héctor Castillo, del lado albiazul.
En Escobedo, Abel Guerra Garza y su esposa Clara Luz Flores disputarían en familia quién sería el candidato del PRI a alcalde, sacrificando el primero su curul en el Congreso de la Unión.
En fin, mayo y los primeros días de junio pusieron en las vitrinas los perfiles de los que quieren ser candidatos y sus posibilidades numéricas, aclarando que los resultados publicados son fotografías del momento.
Si Medina de la Cruz estaba en la lona en esos meses de 2008, es un gran alivio y consuelo para los que no están en el ánimo en estas fechas, sobre todo Ildefonso Guajardo, que sería candidato por la voluntad e imposición de Enrique Peña Nieto.
Y pocos dudarían que el secretario de Economía, con un Nuevo León más pacificado y con la maquinaria del gobierno a su favor, pudiera recibir la corona de laureles y ganar las elecciones del primer domingo de junio de 2015.
Como tampoco se descarta la posibilidad que en una negociación interna en el PAN, Arellanes se pueda hacer a un lado para dejarle el camino libre al ex alcalde de San Pedro, en una derrota casi anunciada para el PAN, que sería el segundo capítulo de 2003 cuando Mauricio fue sacudido por Natividad González Parás.
Otro aspecto relevante son las candidaturas independientes que sólo esperan la votación del Congreso del Estado, las cuales definitivamente afectarían más al PAN que al PRI, porque ilustres como Fernando Elizondo Barragán restarían votos a la causa panista.
Aunque tampoco se descarta un arranque del “Bronco”, Jaime Rodríguez, cuando sea desechado por el PRI, se vaya por la libre como candidato independiente con saldos negativos para los tricolores.
Y sobre los otros dos medios que publicaron sus encuestas, sólo basta decir que Milenio de nuevo fue el hazmerreír en el ambiente político de Nuevo León porque dejaron fuera a la senadora Cristina Díaz, sabrá por qué intereses o de quién, o por voluntad de sabrá Dios.
El que sabe más de la supuesta encuesta de Milenio es Javier Sepúlveda, encargado de hacer la metodología. ¿Cómo está eso? ¿A poco Mitofsky solamente prestó su desprestigiado nombre?
Y respecto al ejercicio de El Horizonte, para nadie es un secreto que los porcentajes para cada precandidato a la gubernatura se hicieron sobre el escritorio de Fernando Martínez, el gerente comercial de TV Azteca.
Pero todavía peor, el domingo 8 de junio El Horizonte publicó ¡sin porcentajes! a los políticos que se perfilan -tanto del PAN como del PRI- para las alcaldías metropolitanas. Patético y vergonzoso.