¿Y para 2021, “El Bronco” a cuáles funcionarios apostaría para encabezar la cruzada ciudadana en el difícil intento de retener la gubernatura de Nuevo León? En el entendido de que sólo uno de ellos se presentaría como su candidato.
La jugada de meter a César Valdés Martínez, exalcalde independiente de García, como subsecretario de Desarrollo Social es una jugada muy obvia, pues es su delfín desde que lo puso en la boleta electoral para ganar su municipio en los pasados comicios de 2015.
Cuando Rodríguez Calderón iba a cumplir su segundo año en el puesto, se escuchó fuerte que Valdés Martínez llegaría a Sedesol como el mero mero. Si no es que ya es la mano que mece esa cuna. Y Genaro Alanís de la Fuente figura como adorno de mesa.
Manuel González Flores, actual secretario de Gobierno y que ocupó el interinato durante la desafortunada experiencia de Rodríguez Calderón como candidato presidencial, también levantó la mano.
En experiencia política y si se trata de medir el largo de los colmillos, González Flores tiene unos de marfil, mientras Valdés Martínez tiene dientes de leche.
Además, logró sacudir el avispero con la conferencia de prensa en la que aceptó que tiene intenciones de continuar en la política y ¿por qué no? buscar la gubernatura, pero ahora sí como definitivo.
Jesús Humberto Torres, titular de Infraestructura; Roberto Russildi, de Economía y Trabajo; Carlos Alberto Garza, de Finanzas y Tesorería; y Manuel de la O Cavazos, de Salud, estarían como relevos de “El Bronco” si sus principales gallos no demuestran tener espolones para las batallas que habrá en 2021.
En radio pasillo del Palacio de Gobierno ubican también a Waldo Fernández, designado como coordinador de la Oficina del Gabinete en pausa porque no ha sido aprobado por el Congreso local, como una seria posibilidad porque fue diputado federal y es picudo para las relaciones públicas en la CDMX.
Entre sorpresa y extrañeza provocó la ausencia de César Garza Villarreal, alcalde de Apodaca, en el acto que encabezó López Obrador el pasado miércoles 20 en la Zona Militar que se ubica precisamente en su municipio.
En cambio, Clara Luz Flores fue la única que estuvo no solamente en el acto, sino en el templete junto a los secretarios de Marina, de la Defensa Nacional, de Gobernación y de Seguridad Pública.
Dirían algunos que el edil de Apodaca tenía cosas más importantes que hacer en favor de los ciudadanos que esperan los mejores beneficios de él, en vez de acudir y codearse con el presidente de la República. ¡Órale!
En el caso de la alcaldesa de Escobedo, se le vio muy alegre y animada platicando con la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, quien la trataba como si fueran amigas de toda la vida.
Incluso, cuando Sánchez Cordero tomó la palabra en la conferencia de prensa, reconoció ampliamente un proyecto de Clara Luz destinado a combatir el grave problema de los feminicidios.
En política no hay casualidades y ya se dice que este trato tan cálido de los meros meros de la política nacional se debe a que Clara Luz representa un serio proyecto político de Morena en Nuevo León.
La tesis indica que la alcaldesa de Escobedo sabe que sus posibilidades de subir en su actual partido -el PRI- una vez que lleguen los acomodos para la sucesión presidencial son bastante limitados, por la presencia de personajes como Adrián de la Garza y Francisco Cienfuegos, entre otros.
Por ello, está considerando seriamente en un futuro próximo anunciar su ingreso a las filas de Morena, donde sería una fuerza importante para el partido en Nuevo León.
La idea no suena tan descabellada, considerando que Abel Guerra, esposo de Clara Luz, influyó de manera muy importante en la designación de algunas de las candidaturas del partido color vino en el pasado proceso electoral de Nuevo León.
En la alcaldía de Monterrey todavía hay secretarías de peso acéfalas como es Desarrollo Social, misma que se disputan dos de apellido Vargas, que no precisamente son de la familia del famoso Mariachi. Ellos son Federico y Alhinna.
Esa dependencia es la mejor vitrina para lo que viene en 2021, cuando el edil Adrián de la Garza Santos pudiera ser el candidato del PRI a gobernador, llevando mano para poner al aspirante de la capital de Nuevo León.
Se sabe que próximamente el presidente del Congreso, Marco Antonio González, se verá como los grandes maestros del billar, pues prepara una jugada de tres bandas cuando anuncie que cambiará de domicilio para contender por una alcaldía metropolitana.
Actualmente su credencial del INE tiene como lugar de residencia el municipio de Santiago, pero el legislador es “vivillo desde chiquillo” y -¡ni loco!- buscará contender por esa localidad.
Personas cercanas a él aseguran que no buscará la presidencia municipal de Santiago, dejando la vía libre a David de la Peña, regidor del Pueblo Mágico, joven militante de PRI y que tendría el apoyo de pesos pesados de su partido.
Entonces la gran duda es: ¿en qué municipio ganador contemplaría el PRI poner al legislador que vaya con su trayectoria y bagaje? Escobedo no. Apodaca menos. A Juárez le haría el “fuchi”. Guadalupe parece imposible. Y en Monterrey hay muchos tiradores de todos colores y sabores.
Cierto es que González tiene un padrino VIP dentro del PRI: el exsenador Jorge Mendoza, su gurú, su sensei, su chamán. Y si no se le hace una alcaldía podrá reelegirse dos veces más en 2021 y 2023, según las leyes electorales.