
Cuando faltan 10 meses y medio para las elecciones en Nuevo León, hay razones suficientes para que el Partido Acción Nacional fracase en su intento de ganar la gubernatura, al menos que rectifique y no vaya a caer en sus mismos errores.
Y mientras fiel a su estilo el Partido Revolucionario Institucional llegará unido a la cita del primer domingo de junio de 2015, los albiazules -también apegados a su genética partidista- padecerán divisionismo que se reflejarían en los resultados, y su única apuesta será que se cumpla un milagro en la recta final.
Aun cuando los tres principales aspirantes a la candidatura blanquiazul: Margarita Arellanes Fernández, Mauricio Fernández Garza y Felipe de Jesús Cantú Rodríguez aparezcan sonrientes ante las cámaras, experiencias electorales pasadas pronostican que la disputa de las diferentes posiciones fracturará al PAN.
Solamente en 1997, cuando Fernando Canales Clariond ganó la contienda interna, y posteriormente la elección constitucional, los panistas sanaron sus heridas con buen tiempo de anticipación, logrando resultados históricos en Nuevo León, entre ellos el ejecutivo estatal.
A estas alturas, todo indica que Cantú Rodríguez se quedará en el camino, dejando el terreno despejado a la alcaldesa regia y al ex edil de San Pedro, para cuando lleguen los tiempos de designaciones a comienzos del próximo año.
El primero, ex alcalde de Monterrey y ex diputado federal, deberá conformarse con una diputación federal, de preferencia plurinominal, con miras a pertenecer a la Comisión de Energía del Congreso de la Unión, la cual presidió en la segunda mitad del gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, ahora más apetecible con las reformas constitucionales en ese sector.
Aunque tampoco el ex munícipe regio le haría el feo volver a contender por la capital de Nuevo León, donde si bien no salió completamente limpio, tampoco tuvo un final tan chamuscado como Adalberto Madero Quiroga y Fernando Larrazábal Bretón.
La reciente derrota de Acción Nacional en las elecciones legislativas en Coahuila vino a encender los focos rojos en Nuevo León, después de que el Revolucionario Institucional obtuvo carro completo en las curules por mayoría, dejando migajas plurinominales a sus contrincantes.
Cuando se suponía que los cuatro distritos locales de Saltillo, capital gobernada por un alcalde del PAN y vecina a Monterrey se pintarían de los colores azul y blanco, el PRI demostró que los escándalos financieros del ex gobernador Humberto Moreira Valdés valieron puro sorbete entre los electores, amén de la baja afluencia a las urnas menor al 40 por ciento que siempre favorece a los tricolores.
Si bien los dos Estados son diferentes en muchos aspectos, siempre se ha dicho que los resultados de comicios en Coahuila repercuten en Nuevo León, o viceversa. En menos incidencia pasa entre Tamaulipas y Nuevo León, aunque en las presidenciales de 2012 coincidieron en propinarle una derrota de Enrique Peña Nieto.
Volviendo al escenario local, pasadas las encuestas que difundieron varios medios, unos serios como Hora Cero y otros no tanto, todos los precandidatos siguen trabajando en tierra, aprovechando cualquier excusa. Ejemplo fueron los efímeros partidos de México en el Mundial de Brasil, siendo generosos con los electores.
Cristina Díaz Salazar, la senadora y dirigente nacional de la CNOP que tiene como único objetivo ser candidata del PRI al gobierno, sigue desgastando suela con eventos en los diferentes municipios de Nuevo León ofreciendo consultas médicas y regalando lentes.
La semana pasada Díaz Salazar tuvo una brigada asistencial en Juárez, acompañada por la diputada local María de la Luz Campos Alemán.
Y si la senadora no descansa, menos lo hace su compañera Ivonne Álvarez, en busca del mismo trofeo político. Dentro del establo tricolor pocos dudan que entre ellas se definirá la abanderada para suceder a Rodrigo Medina de la Cruz en la cita a las urnas de 2015.
¿Acaso alguien del ambiente político no ha visto la avalancha de exposición mediática que en los últimos meses ha tenido el presidente del Congreso de Nuevo León, Francisco Cienfuegos Martínez?
Tanta ha sido la aparición de uno de los hombres de mayor confianza de Medina de la Cruz, que algunos no descartan que podría ser el caballo negro cuando se defina el nombre del candidato o candidata tricolor a la gubernatura.
Porque Paco Cienfuegos igual se aparece en el cumpleaños de un funcionario menor; en el informe de actividades de una senadora o diputado federal o local; en una toma de protesta de dirigente del PRI de Escobedo o Apodaca, que en la reciente
inauguración del consulado de Estados Unidos en Santa Catarina.
Si bien el legislador local, que empezó el sexenio en la oficina particular de Medina de la Cruz de donde brincó a director de comunicación social del gobierno tiene casi amarrada la candidatura de Guadalupe para alcalde, seguramente pasa por su mente ganarse el premio mayor, si las cosas se pusieran a su modo.
En tiempos de especulaciones dentro de los dos principales partidos políticos sobre el municipio de residencia de los que suenan para alcaldes, el misterio se despejará cuando los aspirantes muestren a la luz pública el domicilio que aparece en su credencial de elector.
A quien la activista social Liliana Flores Benavides se le fue directo a la yugular en días pasados fue al secretario estatal de Desarrollo Social, Federico Vargas Rodríguez, la novedad de Medina de la Cruz trae en abierta promoción preelectoral para lo que se ofrezca.
Flores Benavides, en entrevista radiofónica, criticó a las instancias electorales de no poner freno a los actos promocionales de su imagen que hacen miembros del gabinete estatal como Vargas Rodríguez, entre otros políticos del PAN y PRI que aparecen en espectaculares sin que nadie les saque la tarjeta amarilla, menos la roja.
Huérfanos desde que su progenitora política fue encarcelada hace mas de año y medio, los líderes de las secciones 50 y 21 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Guadalupe Castillo y Casimiro Alemán Castillo, respectivamente, están dando a los docentes la línea de que no hay línea para el proceso electoral del 2015.
Es decir, mientras Elba Esther Gordillo Morales se ha defendido para evitar ser sentenciada, sus hechuras políticas y sindicales ya están abonando el barco del Partido Nueva Alianza, y acercándose al PRI.
Si bien en lo público dicen que le apostarán al candidato del PANAL que se llegue a postular (si es que no cuaja eso de las alianzas con el tricolor), la idea es apostarle a los priistas. Por cierto, Casimiro Alemán podría ser, porque se le acaba en noviembre su periodo como líder de la Sección 50, candidato a diputado federal. Hagan sus apuestas.
Feo, muy feo se vio el desaire que el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, le hizo a la clases empresarial y política de Nuevo León en la inauguración de su proyecto insignia ProMéxico, que se celebró en Cintermex los primeros días de julio.
Resulta que pese a estar confirmado Medina de la Cruz, quien llegó puntual a la cita y los rectores de las cuatro universidades más importantes de la entidad, así como empresarios y líderes de cámaras privadas, Guajardo no llegó, pero avisó de último minuto que no llegaría por estar en acuerdo con el presidente Enrique Peña Nieto.
Peor se vieron las senadores Marcela Guerra e Ivonne Álvarez, esas que van a todos los eventos donde haya público y cámaras de televisión y fotógrafos de prensa para promover su imagen, quienes llegaron preguntando por el secretario de Economía, y al no verlo optaron por salir casi corriendo para otro evento.
El que fue balconeado jugando póker en un lujoso hotel de Panamá fue el diputado local Alfredo Rodríguez, líder de la bancada del PAN en el Congreso y uno de los aspirantes a la alcaldía de Monterrey. Un as bajo la manga para el PRI cuando sea necesario sacarlo.
Y como se esperaba, los legisladores del PRI y PAN votaron la nueva ley electoral de Nuevo León, donde los partidos políticos chicos y de comparsa tendrán menos migajas para recoger cuando se vote en 2015.