En términos generales me encanta encontrarme con esas pequeñas ironías de la vida que nos dan un poco de sal y pimienta a la existencia.
Una de ellas es darme cuenta que la Presidencia de la República logró en menos de dos años algo que la partida de inútiles del PRI, PAN y PRD no pudieron hacer: herir de muerte al Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA).
Resulta irónico darse cuenta que aquello por lo que MORENA fue creado, se convirtió en lo que lo tiene en un franco proceso de descomposición, convirtiendo a este partido en la más grande decepción del sistema político mexicano.
Me explico mientras que cae una lluvia de tomatazos y recordatorios maternales de todas las cabecitas vinotinto a quienes les encanta el periodismo crítico e independiente… siempre y cuando no hable mal de ellos.
MORENA nació con un solo objetivo: llevar a Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de la República.
Este partido nació y fue ideado cuando López Obrador se dió cuenta que las pugnas internas entre las tribus que conforman al PRD y lo mantiene en un estado catatónico, no le iban a permitir buscar por tercera ocasión la titularidad del Poder Ejecutivo.
Obviamente, apenas y vio la luz del día, MORENA sufrió los embates de tanto sus antiguos aliados como sus enemigos naturales, léase el PRI y el PAN, quienes hicieron hasta lo imposible para desacreditar su lucha y sus preceptos básicos.
Aún recuerdo la feroz campaña de desprestigio que circuló en las redes sociales y que fue evidentemente orquestada por los priistas, panistas y perredistas, muchos de ellos en el gobierno y quienes no tuvieron ningún empacho en meterle las manos al presupuesto para sus “guerras sucias” ya que, después de todo, estos tipos son buenísimos para gastarse el dinero que no es suyo.
Al final los ciudadanos terminaron hartos de las marranadas de estos partidos y les dieron una patada allá donde la espalda pierde su nombre, colocando a Andrés Manuel López Obrador y muchísimos de sus seguidores en los puestos de gobierno.
Más de dos pensamos que con MORENA en el poder las cosas iban a ser diferentes que, claro, iba a haber resistencias, pero las huestes del presidente de la República iban a recordar los preceptos que los llevaron al gobierno e iban a hacer las cosas distinto… oh, triste decepción.
Con el paso de los meses, MORENA y sus gobiernos han cometido verdaderas burradas. Ahí está el escándalo de Baja California (donde, para ser sinceros, contaron con tooooda la ayuda del PRI y el PAN), la “ley garrote” de Tabasco, las negociaciones en lo oscurito como la pasada elección de Tamaulipas, entre otras linduras.
Y vamos aclarando: en lo personal no creo que el presidente de la República esté en su despacho elucubrando idas para joder a México como sí lo hacían priistas y panistas. Si me preguntan, yo pienso que López Obrador está más ocupado intentando implementar todo el proyecto de Nación que les prometió a los mexicanos que otra cosa.
Entonces ¿quién hace las burradas en MORENA?
La respuesta es sencilla: los Monreales, los Yeidickoles, los López Beltrán y el resto de los políticos de siempre quienes, como viles mercenarios que son, saltaron al barco vinotinto apenas vieron una posibilidad de triunfo.
Para ellos la prioridad no es cambiar las cosas en el país, sino crear dinastías políticas, fuerzas hegemónicas en los estados, negociar posiciones de poder; en pocas palabras: hacer lo mismo que han hecho el PRI, PAN y PRD.
Estos morenos están cortados con la misma tijera de sus contrincantes y, por lo tanto, no saben hacer las cosas de manera distinta.
El problema es que la gente tenía mucha esperanza en ellos y su nivel de tolerancia al error es muchísimo menor ante la expectativa de sus acciones.
Poco les ha importado a estos morenos estarse llevando entre las patas al presidente de la República, quien la ser la cabeza del Estado y líder indiscutible del partido, se tiene que llevar las rechiflas.
Morí de la risa cuando, hace unos días, el escritor metido a funcionario público, Paco Ignacio Taibo II, dijo que MORENA se había convertido en partido “electorero”, de “buscachambas”.
Nadie puede negar que el historiador tiene razón, basta ver la furia con la que los nuevos militantes de este partido pelean por diputaciones pluris, dirigencias estatales y regidurías… si está pasión la metieran en las campañas, otro gallo les hubiera cantado.
Como se ha vuelto una costumbre en los meses recientes, las cabecitas vinotinto ahora se han tirado a la yugular contra Taibo II por su “atrevimiento” de criticar al partido.
“¡Está mordiendo la mano que le da de comer!”, gritan furiosos, mientras olvidan que hace unos meses, cuando la designación del escritor al frente del Fondo de Cultura Económica estaba en riesgo, se rasgaban las vestiduras aseguran que no existía en México un mejor perfil para ocupar el cargo.
Pero lo que más hilaridad me causó es ver a los priistas, panistas y perredistas tomar las palabras de Taibo II y replicarlas como Evangelio cuando, hace apenas unos meses, no lo bajaban de “lépero”, “chairo” y otras muchas linduras más.
De ellos no me extraña. Son capaces de adorar al Diablo y cocinar a sus abuelas en barbacoa siempre y cuando convenga a sus intereses.
No sé si MORENA tiene remedio.
En lo personal creo que no.
Ojalá me equivoque, pues da mucha pena ver lo poco que nos duró el gusto cuando, por primera vez en la historia de este golpeado país, ganaron los buenos de la película.