Aestas alturas de las campañas es evidente que la carrera por la gubernatura de Nuevo León es entre dos pura sangre: Ivonne Álvarez García y Jaime Rodríguez Calderón. Pero la gran duda a casi mes y medio del 7 de junio es: ¿podrá la dama mantener su ventaja, poca o mucha, o el caballero la rebasará?
Para pocos es un secreto que “El Bronco” tiene bastante preocupados a los sabios del Partido Revolucionario Institucional porque nadie, ni el presidente Enrique Peña Nieto, ni el gobernado Rodrigo Medina de la Cruz, ni el Mago Merlín, hubieran apostado a ver este escenario cuando los días de campaña se escurren entre los dedos.
La senadora con licencia, Álvarez García, tiene seis semanas para despegarse del candidato independiente los puntos, aunque hay quien afirma que son décimas, que marcarán la diferencia el domingo de las votaciones, recordando la elección presidencial de 2006 entre Felipe Calderón Hinojosa y Andrés Manuel López Obrador.
La situación preocupa tanto, que los candidatos a alcaldes tricolores metropolitanos como Francisco Cienfuegos (Guadalupe), Adrián de la Garza (Monterrey), Oscar Cantú (Apodaca), Clara Luz Flores (Escobedo), Carlos Barona (García) y Heriberto Treviño (Juárez) modificarán sus estrategias tratando de evitar el voto diferenciado.
Porque si bien ellos tienen sus victorias casi en la buchaca, la contienda por la gubernatura del Estado está muy cerrada y se requiere garantizar el voto lineal, es decir, que los electores tachen PRI para alcaldes y para Álvarez García.
Si bien la única garantía es el 31 o 33 por ciento de voto cautivo para el Revolucionario Institucional, que es precisamente el que retratan las encuestadoras a favor de la candidata, lo que pone los focos rojos es: ¿a dónde irá a parar el restante 69 o 67 por ciento? Claro, también otra gran duda es el porcentaje de electores que acudirá a las urnas.
Otro ingrediente al caldo es que las simpatías hacia el abanderado del Partido Acción Nacional, Felipe de Jesús Cantú Rodríguez, están en sus niveles mínimos históricos de las últimas elecciones a gobernador, como pasó en 2003 con Mauricio Fernández Garza.
En esa ocasión Natividad González Parás le metió 3-1 a Fernández Garza, aun estando el PAN en el gobierno estatal. Cierto es que el electorado de Nuevo León ya no es rehén de ningún partido: el 1997 votó PAN, en 2003 votó PRI, en 2009 repitió y en 2015 puede ser PRI… o antiPRI y antiPAN.
Pero si faltaba algo a estos tiempos, hizo mucho ruido que Álvarez García declinara acudir a un debate organizado el viernes 10 de abril por la plataforma ¿Cómo Vamos Nuevo León? en el Teatro Luis Elizondo del Tecnológico de Monterrey.
Si bien se argumentó falta de equidad ya que solamente 4 de 10 candidatos recibieron invitación de este organismo de la iniciativa privada, postura que la hizo ver bien, a través de las redes sociales recibió un rosario de críticas.
“Reconocemos en la Comisión Estatal Electoral la autoridad competente para organizar los comicios y las actividades de que éstos se deriven, por lo que compartimos el ánimo de propiciar la equidad y procurar los términos de justicia en la contienda electoral.
“Nos reiteramos a favor de ese tipo de ejercicios de contraste de ideas y propuestas para un voto informado, que se emprendan sin violentar derechos de participantes y de la pluralidad reconocida por las leyes e instituciones”, escribió en una carta enviada por Alberto Almaguer, coordinador de la campaña de Álvarez García.
En fin, para unos fue un error declinar, pero para otros dentro de su equipo fue evitar el montón en su contra por parte de Cantú Rodríguez, “El Bronco” y del cuarto invitado Fernando Elizondo Barragán, de Movimiento Ciudadano. La verdad que el resto de los candidatos no figuran en el mapa y sería pura pérdida de tiempo.
A donde sí irán los 10 es al debate del 19 de mayo, el único organizado por la Comisión Estatal Electoral (CEE) y que será visto por televisión abierta en los tiempos que corresponden a los órganos oficiales.
En un verdadero ejercicio democrático y de libertad política, el Consejo Universitario de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), dejará en total libertad a los directos y las mesas directivas de las facultades y preparatorias para que inviten a los candidatos a la gubernatura del Estado, a que presenten sus proyectos de gobierno ante el alumnado y planta docente.
Esta medida permite en principio demostrar la apertura de la Máxima Casa de Estudios al acontecer social y político de la entidad, y sobre todo a quitar esa mala imagen que algunos grupos y sectores querían endosarle de tener los dados cargados a favor de la abanderada priista Álvarez García.
De hecho, en algunas facultades de ciudad universitaria es en donde más reticentes están los alumnos a recibir a la ex alcaldesa de Guadalupe, como son Filosofía y Letras, Arquitectura y Contaduría Pública, pero en aras de preservar el juego democrático todos los aspirantes, aun los más chiquitos, deberán ser invitados. Es decir, o van todos o no se convoca a ninguno.
En un comunicado oficial, la UANL informó que “el 24 de marzo se envió a todos los candidatos a gobernador del Estado de Nuevo León registrados ante la Comisión Estatal Electoral una invitación a presentar sus propuestas de trabajo ante los integrantes del Consejo Universitario, directivos de la administración central y representantes estudiantiles, los días 21, 22 y 23 de abril, en un formato de presentación individual, con la misma metodología y tiempos para cada uno”.
La sede de este encuentro será el Teatro Universitario, y el orden de las presentaciones será sorteado para así darles peso igual a cada uno.
Cambiando de canal, en el Comité Directivo Estatal del PAN hay preocupación por la falta de resultados positivos del primer mes de campaña de los candidatos a gobernador y la mayoría de las alcaldías y diputaciones locales, situación que podría ahondarse en las próximas semanas.
Las estimaciones hechas dentro del blanquiazul y que ya conoce Gustavo Madero Muñoz, su dirigente nacional, indica que apenas y podrían ganar cinco de las 51 alcaldías, tres de ellas actualmente gobernadas por panistas: San Nicolás, San Pedro Garza García y Santa Catarina, y apenas ganar una docena de distritos locales, lo que los llevaría a perder la mayoría en la próxima legislatura del Congreso.
Por ello, la estrategia a la que se recurrirá es a una guerra de lodo de alta intensidad, ausente afortunadamente en la primera etapa de la campaña de Cantú Rodríguez y los aspirantes a las alcaldías, pero la cual es para los asesores de los “war rooms” (cuartos de guerra) como la única opción.
Si no, el resultado de la elección del 7 de junio será el mismo de los comicios del 2003 cuando González Parás recuperó para el PRI el Palacio de Cantera.
El Instituto Nacional Electoral (INE) y la Comisión Estatal Electoral de Nuevo León han tenido resultados poco favorables en la campaña de captación y capacitación de los ciudadanos que serán funcionarios en las casillas electorales que se instalarán el próximo 7 de junio.
Estimaciones de las áreas de capacitación de ambos organismos electorales, el 40 por ciento de las personas insaculadas para estar en las mesas receptoras, rechazó participar por diversos motivos que son, en gran medida, por cuestiones laborales, y las menos, asuntos personales o familiares.
Debido a esta situación serán necesaria echar mano de la segunda lista de ciudadanos insaculados, para así cubrir las vacantes. De lo contrario, si la situación prevalece, en mayo se convocara a ciudadanos voluntarios, a quienes incluso se les contempla pagar una remuneración económica para cubrir las más de seis mesas receptoras de votos.
Para algunos fue cobardía y para otros estrategia política; hay quienes alegan un “cuatro” o “cama ranchera” para hacer quedar mal a Álvarez García, fuera o no fuera al debate organizado por alumnos del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey y la plataforma “¿Cómo Vamos Nuevo León?, que agrupa a más de 60 organismos civiles de la entidad, la mayoría de ellos vinculados con el sector privado.
Más allá del debate sobre el debate, el argumento de la candidata del PRI a la gubernatura de declinar participar en lo que primero se planteó como una exposición de ideas y propuestas entre los aspirantes al cargo que aún ocupa Rodrigo Medina de la Cruz, por existir una inequidad democrática (la ausencia de abanderados de los partidos chiquitos, PRD y PT incluidos) fue avalado por los excluidos.
Incluso, inicialmente la propuesta de los organizadores era que participarían los 10, pero una semana antes, de manera arbitraria, se cambió el esquema para convocar a los aspirantes que superaran el 3 por ciento de la intención de voto en las diversas encuestas, lo cual es una actitud excluyente y antidemocrática. Y eso lo dice Álvarez García y los que fueron sacados de la participación.
Pero mientras las críticas a la puntera en las preferencias electorales suben de tono en las redes sociales por su negativa a participar, y el panista Cantú Rodríguez se ostenta como ganador de un debate en el que sólo él criticó a la priista, la Universidad de Monterrey sí convocará a los 10 candidatos registrados a participar en un encuentro ante estudiantes y profesorado el próximo 30 de abril.
Y está garantizado que la candidata de la alianza del PRI sí acudirá… y la chiquillada también.